|
Ellos
están solos y lo saben bien, por eso se esconden detrás de
esa frágil maceta. Sus ojos reflejan el terror de quien se sabe
abandonado por el mundo. Un par de segundos después, seis balas
expansivas les confirman su soledad, especialmente al pequeño de
12 años que ahora yace muerto a los pies de su padre
quien está gravemente herido y con la vista perdida.
Ellos
son palestinos que han sido literalmente fusilados, por los soldados
israelíes y sus poderosos rifles automáticos norteamericanos
M-16 con silenciador. ¿Cuál fue el crimen del niño
y de su padre?: ser descendientes del pueblo árabe que había
vivido por más de 19 siglos en esas tierras lejanas y calurosas
del medio oriente.
Cuando
se fundó el estado israelí en 1948, los judíos eran
apenas el 10% del total de la población, sin embargo, con el apoyo
de las potencias mundiales como Inglaterra y Estados Unidos, esta minoría
expulsó a la mayoría árabe a sangre y fuego y se quedó
con más del 80% del territorio palestino. Violando así todos
los acuerdos en los que estaba firmado que 60% del territorio palestino
sería para Israel y el 40% restante para Palestina. No conformes,
en 1967 los israelitas volvieron a la carga apoderándose del restante
porcentaje de tierra con una ofensiva militar que provocó millones
de refugiados palestinos, quienes desde entonces viven en campos de concentración,
los peores que existen desde las épocas de Hitler.
Fue
apenas hace 55 cuando el mundo se enteró con horror de los crímenes
que este asesino racista había cometido durante la Segunda Guerra
Mundial, es increíble que ahora veamos a los hijos de los supervivientes
de este atroz crimen disparando sus armas a palestinos desarmados, a palestinos
abandonados.
Pero
al menos en la ONU, por fin se acabó la empalagosa melaza untada
en el rancio pan sionista. El pasado 18 de abril, los derechistas gobiernos
de Israel y de EUA no pudieron vender en la ONU la vieja historia del pueblo
que emergió de las cenizas en que lo dejó el nazismo para
construir un país sobre tierras ajenas, pero propias porque dice
el Viejo Testamento, y que heroicamente ha resistido con unos cuantos helicópteros
Apache y misiles Tomahawk el despiadado y continuo ataque con piedras de
esos horribles niños, jóvenes y ancianos palestinos fanáticos.
La
Comisión de Derechos Humanos de la ONU condenó enérgicamente
a Israel por la ocupación armada de territorios autónomos
palestinos, el uso excesivo de violencia para enfrentar las protestas tanto
palestinas como judías, la continua aplicación de tácticas
medievales (zanjas en los caminos y alrededor de las ciudades) para aislar
los campamentos de refugiados palestinos y el sistemático procedimiento
de destruir aldeas árabes para construir granjas sionistas.
Será
difícil que el gobierno de Israel teniendo un asesino de mujeres
y niños como presidente, renuncie a los procedimientos genocidas,
pero el futuro de Israel depende de cómo esta positiva resolución
de la ONU sea tomada en cuenta, pues por primera vez incluye a la Unión
Europea en el bloque internacional condenatorio.
Israel sabe bien que depende del extranjero para afianzarse como nación.
Ahora
el gobierno de Israel tiene dos opciones, seguir con su política
de exterminio palestino que orilla a dos pueblos enteros al abismo del
odio y del extremismo (tanto sionista como pro-iraní), o retomar
los acuerdos de Oslo que implicarían detener el expansionismo criminal,
y la liberación de la ciudad árabe de Jerusalén para
que sea la capital del estado palestino independiente.
Al
igual que todas las grandes culturas del mundo, la judía se merece
un territorio donde se preserve y promueva su tradición, pero los
cimientos de su nación no son la sangre y miseria de los palestinos,
ellos también tienen derecho a un país: Palestina Independiente.
Sin embargo los
palestinos están solos y pobremente armados, lo único que
desean es regresar a su hogar del que fueron expulsados por una minoría
autoritaria, por eso salen a las calles con banderas palestinas, con mantas,
cargando a sus muertos... a pesar de que están tan lejos de nosotros,
los ideales de este pueblo palestino son los mismos que los de todos los
pueblos oprimidos del mundo: vivir en paz en la tierra de sus abuelos,
eso los hace estar cerca.
Después
de todo no están tan solos, ahí está el Comandante
Ernesto Guevara con ellos, mirando desafiante hacia los cuarteles israelitas.