JOVENES ALCOHOLISMO - CHILE
 
Cancec, Enrique; Medina Ernesto. Prevalencia y características del consumo de
bebidas alcohólicas en una población de estudiantes universitarios. Revista de
Psiquiatría.,(Santiago, Chile), Nº 2, Abril- Junio, 1992. p. 1153-1161.
La mayoría de los estudios de prevalencia del consumo de alcohol y otras
substancias químicas en la juventud, se han realizado en la población escolar de
enseñanza básica y media. Aquí la medición se realiza en una población de
estudiantes universitarios.
El material está constituido por el universo de estudiantes de una facultad
perteneciente a una universidad estatal chilena, que corresponde a 680 alumnos
con derecho a exámen de final de curso. La unidad de análisis es el alumno de
dicha institución. El promedio de edad es de 22 años, sin diferencias
significativas en cuanto a sexo. El 90% es soltero y el nivel de instrucción de
los padres es alto. El 44% es no creyente y el 43% es católico.
El hábito de beber anormal tiene una alta prevalencia en la población estudiada,
encontrándose en el 6,7% según la clasificación combinada de frecuencia de
embriaguez y cantidad de ingesta de alcohol diaria, siendo su forma de consumo
grupal, con más de los dos tercios, lo que mostraría el carácter social de la
bebida.
Se afirma que la principal motivación que aducen para ingerir bebidas
alcohólicas es el efecto elatorio en más de un cuarto de ellos, seguido por el
salir del aburrimiento en algo más de un quinto; para celebrar, en algo más de
un séptimo y para expresar un mayor potencial en algo menos de un décimo. En los
bebedores anormales la principal motivación declarada es la búsqueda de mayor
potencialidad en 41,5%.
El hábito de beber anormal se ve asociado significativamente a las siguientes
variables concordantes con otros estudios: ser varón, mala relación familiar,
presencia de familiar adicto, baja frecuencia de trabajo remunerado, mayor
consumo de tabaco y otras substancias químicas que causan dependencia. Como
factor protector, se asociaría la variable creencia religiosa.
Se establece que el 19,3% de los estudiantes tiene algún familiar adicto,
presentando emociones negativas hacia esta ocurrencia en el 88%; sus acciones
son inadecuadas en el 79% y tiene una visión ideal del actuar equivocado en el
69,7%. Esto demuestra el bajo nivel de conocimientos frente a la interacción con
el alcohólico.
Es ampliamente conocido que el beber anormal en el adolescente trae
consecuencias para la salud individual (conductas impulsivas, depresiones, mal
funcionamiento cognitivo y mayor mortalidad por accidentes y violencias), en el
plano social (tensiones), separación de la familia de origen y disminución del
rendimiento escolar y laboral. De ahí que sea necesario realizar acciones
destinadas a la prevención y atención desde el ingreso de los alumnos a estos
centros de estudios superiores.


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