Correlación ecológica entre consumo de bebidas alcohólicas
y mortalidad por cirrosis hepática en México
José Narro-Robles, M.C.,(1) Jesús Héctor Gutiérrez-Avila, M.C., M.S.P.(2)



Narro-Robles J, Gutiérrez-Avila JH.
Correlación ecológica entre consumo de bebidas alcohólicas
y mortalidad por cirrosis hepática en México.
Salud Publica Mex 1997;39:217-220.
Resumen
Objetivo. Determinar la correlación entre consumo de bebidas alcohólicas y
mortalidad por cirrosis hepática. Material y métodos. Se efectuó un análisis de
correlación ecol&o acute;gica entre el conjunto de variables que integran el
patrón de consumo de bebidas alcohólicas investigadas en la Encuesta Nacional de
Adicciones en 1993 y la mortalidad por cirrosis hepática, en el periodo
1971-1993 en las ocho r egiones en que fue dividido el país. Para determinar el
nivel de correlación se utilizaron los coeficientes de correlación de Pearson y
de Spearman. Resultados. Solamente se encontró correlación significativa con la
prevalencia de bebedores de bebidas destiladas, pulque y cerveza; con esta
última la correlación fue negativa. Conclusiones. Aunque se considera que el
consumo de pulque es limitado, llama la atención su asociación co n la
mortalidad por cirrosis hepática. La correlación negativa con la cerveza se
interpreta en el sentido de que el consumo de esta bebida no es buen indicador
de alcoholismo. Los resultados, aunque sin ser definitivos, muestran la
necesidad de efectuar una acción de intervención efectiva en las entidades
federativas con exceso de consumo de bebidas destiladas y pulque.
Palabras clave: bebidas alcohólicas; cirrosis hepática/mortalidad; México


(1) Subsecretaría de Coordinación Intersectorial, Secretaría de Salud (SSA),
México.
(2) Dirección de Normas de Prevención y Control de Enfermedades
Cronicodegenerativas, Dirección General de Medicina Preventiva, SSA, México.
Fecha de recibido: 14 de febrero de 1997 · Fecha de aprobado: 9 de mayo de 1997
Solicitud de sobretiros: Dr. J. Héctor Gutiérrez Avila. San Luis Potosí 199, 9o.
piso, colonia Roma, 06700 México, D.F.
Narro-Robles J, Gutiérrez-Avila JH.
Ecological correlation between alcohol use and cirrhosis mortality in Mexico.
Salud Publica Mex 1997;39:217-220.
Abstract
Objective. To determine the correlation between alcohol consumption and
mortality from liver cirrhosis in Mexico. Material and methods. Analysis of the
ecological correlation between the patterns of alcohol consumption determ ined
by the National Addiction Survey in 1993 and mortality by liver cirrhosis, in
the period between 1971-1993, in the eight regions in which the country was
divided. To determine level of correlation, the Pearson and Spearman
coefficients were calculate d. Results. Significant correlations were only found
with the prevalence of spirits and pulque drinkers; with beer drinkers the
correlation was negative. Conclusions. The correlation with pulque is
interesting, since pulque consumption is co nsidered to be low scale in some
rural areas. The negative correlation with beer may indicate that beer drinking
is not a good indicator of alcoholism. Results, though limited to the
possibilities of an ecological study, reveal the necessity of effective actions
in the regions where spirits and pulque are consumed in excess.
Key words: alcoholic beverages; liver cirrhosis/mortality; Mexico
 
 
Aunque en el ámbito nacional se ha mantenido relativamente estable a lo largo
del tiempo, la mor talidad por cirrosis hepática (MCH) no refleja una
distribución geográfica homogénea, sino que correspon de al promedio de
variaciones extremas entre los estados del país.1-3 Con base en las evidencias
internacionales, se ha establecido que la cirrosis hepática es esencialmente el
resultado del abuso en el consumo de alcohol,4-7 por lo que cabe esperar que
exista congruencia entre las variaciones geográficas de la MCH y los niveles de
consumo de alcohol. Sin embargo, en algunos estudios previos no se ha
identificado en nuestro país un patrón congruente de la distribuci&oacu te;n
entre ambos fenómenos.8,9 Una observación interesante es que el consumo de
pulque, a diferencia de otras bebidas alcohólicas, aparece como característica
común entre las entidades federativas con las tasas de mortal idad más elevadas,
a pesar de la disminución progresiva de su consumo.10-12
Es importante determinar las condiciones que han dificultado la identificación
de la correlación entre la MCH y el consumo de bebidas alcohólicas, puesto que
aquella enfermedad forma parte de un conjunto de condicio nes adversas para la
salud y para el bienestar humano, originadas por el abuso del alcohol.13 En este
trabajo se presenta un análisis de carácter ecológico, acerca del consumo
nacional de bebidas alcohólicas ­de acuerdo con la Encuesta Nacional de
Adicciones, 1993, (ENA-93)­14 asociado a la cirrosis hepática, a fin de examinar
la correlación entre ambos fenómenos. Es necesario tener en cuenta que por
tratarse de una correlación ecológica, es d ecir, una comparación entre grupos y
no entre individuos, pueden existir imprecisiones en la clasificación de las
defunciones por cirrosis hepática de modo que no se tome en cuenta la influencia
de otros factores (p.e., la hepatitis v iral) que también contribuyen al
desarrollo de la cirrosis hepática.
Material y métodos
La ENA-93 es un estudio transversal probabilístico, polietápico, por
conglomerados, de una muestra representativa de las zonas urbanas del país; su
población objetivo correspondió a todos lo s individuos de ambos sexos,
residentes habituales de las viviendas en zonas urbanas del país (poblaciones de
más de 2 500 habitantes) entre los 12 y 65 años de edad.14
De la ENA-93 se seleccionaron las variables consideradas como indicativas del
patrón de consumo de alcohol y del riesgo para desarrollar cirrosis, a saber:
1. Prevalencia de bebedores, lo cual refleja el grado de penetración social de
este hábito.
2. Inicio temprano del hábito de beber según sexo (<10 y de 11-14 años de edad),
que se refiere a la duración de este hábito a lo largo de la vida, ya que la
cirrosis es producto del consumo excesiv o de alcohol durante un largo periodo.
3. Frecuencia del consumo de bebidas alcohólicas en adolescentes (12-18 años de
edad) y adultos jóvenes (19-25 años de edad), caracterizada por el consumo
consuetudinario y de alto nivel.
4. Prevalencia de efectos para la salud manifestados por los bebedores (35-44 y
45 y más años).
5. Prevalencia del consumo de cerveza, bebidas destiladas y pulque.
Los resultados obtenidos sobre las variables anteriores se compararon con la
mortalidad registrada durante un amplio periodo de tiempo (1971-1993). En la
ENA-93 no se estudió el patrón de consumo de bebidas por entidad fed erativa,
sino por ocho regiones geográficas en las que fue dividido el país: I Norcentral
(Chihuahua, Durango y Coahuila); II Noroccidental (Baja California, Baja
California Sur, Sonora y Sinaloa); III Nororiental (San Luis Potosí, Nu evo León
y Tamaulipas); IV Occidental (Aguascalientes, Colima, Jalisco, Nayarit y
Zacatecas); V Sur (Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán); VI
Centro Sur (Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Veracruz); VII Centro (Hidalgo, Gua
najuato, Estado de México, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala), y VIII Zona
Metropolitana de la Ciudad de México.
Se determinó la MCH en cada una de estas ocho regiones a fin de buscar su
asociación con el consumo de alcohol. Para este propósito se obtuvo primero la
mediana de las tasas de mortalidad de cada entidad federativa (periodo
1971-1993) y a partir de allí la mediana de las tasas de cada región; a
continuación se ordenaron las regiones según gradiente de mortalidad: a) tasas
bajas de mortalidad (regiones: Norcentral 9.4, Noroccidental 9.8 y Nororiental
10.4); b) tasas intermedias de mortalidad (regiones: Occidental 13.0, Sur 14.4,
Centro Sur 16.2), y c) tasas altas de mortalidad (regiones: Centro 29.8 y la
Zona Metropolitana de la Ciudad de México 35.9).
Estos resultados muestran que es adecuado buscar una correlación de tipo
ecológico, porque la regionalización de la ENA-93 guarda correspondencia con el
gradiente de la mortalidad, es decir, cada región tiene un nivel específico de
mortalidad, que puede compararse con la prevalencia de bebedores en esa misma
región.1
Se determinó el coeficiente de correlación de Pearson (r) entre el patrón de
consumo de bebidas alcohólicas (variables de la ENA-93) y la MCH. Debido al
pequeño número de observaciones (ocho reg iones del país), se aplicó también el
coeficiente de correlación de Spearman respecto al consumo de bebidas
destiladas, cerveza y pulque. El nivel de significancia estadística aceptado fue
p< 0.05, y el interva lo de confianza de 95% (IC).
Resultados
En el cuadro I se muestran los coeficientes de correlación entre las variables
investigadas y la MCH. Sólo se encontraron coeficientes de correlación
estadísticamente significativos en cuanto al co nsumo según tipo de bebidas
(pulque, bebidas destiladas y cerveza). En el caso de la cerveza el coeficiente
de correlación fue negativo. Las curvas de correlación, el coeficiente de
Spearman y el IC para los individuos de 19 a 65 a&nt ilde;os de edad se muestran
en la figura 1. En el resto de las variables la correlación no fue
estadísticamente significativa y en algunas negativa, como es el caso de la
frecuencia de bebedores consuetudinarios y de bebedores frecuentes de alto nivel
(de 19 a 25 años).
Discusión
Se identificó una asociación entre la prevalencia del consumo de bebidas
destiladas y de pulque con la cirrosis hepática. Es interesante advertir que
aunque la ENA-93 no se refiere a poblaciones rurales y no obstante que el pulque
ya no se registra oficialmente entre las bebidas alcohólicas, se encuentra una
alta correlación de esta bebida con la mortalidad por cirrosis. Lo anterior
podría significar que persisten subgrupos que lo con sumen de manera rutinaria y
en grandes cantidades.
Los resultados analizados sugieren la necesidad de investigar el patrón de
consumo de bebidas alcohólicas en las entidades federativas con elevadas tasas
de mortalidad, diferenciando las poblaciones urbanas de las rurales. Así por
ejemplo, las tasas de mortalidad de las jurisdicciones del estado de Hidalgo
durante un periodo de seis años (1987 a 1993) presentaron grandes variaciones
(Ixmiquilpan: 77.0, Tula: 42.0, Tulancingo: 32.0, Zacualtipán: 31.0, Z imapán:
29.0, Pachuca: 22.0, y Huejutla: 11.5). Estas diferencias dentro de la misma
entidad federativa superan en gran medida las que se observan entre las
entidades con baja y alta mortalidad. Lo anterior sugiere que el exceso de
mortalidad puede estar asociado principalmente con algunos subgrupos
poblacionales que residen en áreas específicas del estado. De lo contrario, las
elevadas tasas de mortalidad serían uniformes al interior de las entidades
federativas del centro del país. Asimismo, resulta indispensable identificar las
variables socioculturales que pueden estar asociadas al consumo excesivo. Lo
anterior servirá para diseñar medidas de intervención, en los ámbitos
comunitario e indi vidual, capaces de modificar la situación aquí descrita en el
mediano y largo plazo.
 






La correlación negativa con el consumo de cerveza se puede interpretar en el
sentido de que esta bebida no es un buen indicador del consumo de grandes
cantidades de alcohol, mientras que las de alta graduación (bebidas des tiladas)
pueden ser la elección de los grandes bebedores y por lo tanto reflejan mejor el
alcoholismo y sus riesgos. La asociación positiva con el pulque se puede
interpretar en el sentido de que no obstante que se trata de una bebida de baj a
graduación, su patrón de consumo (excesiva ingesta desde edades muy tempranas en
la vida) puede explicar el exceso de MCH.
Se reitera que por tratarse de un estudio de tipo ecológico los resultados
encontrados se deben tomar con precaución; sin embargo, son congruentes con
observaciones anteriores1,2,5,9 y con la hipótesis más ac eptada sobre la
etiología de la elevada prevalencia de cirrosis hepática en grupos y población
de alto riesgo.15
Referencias
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La mortalidad por cirrosis hepática en México I. Características epidemiológicas
relevantes. Salud Publica Mex 1992;34: 378-387.
2. Narro-Robles J, Gutiérrez-Avila JH, López-Cervantes M, Borges G, Rosovsky H.
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