El agüero araucano
El uso de estos calificativos cariñosos, y de otros como peñi (hermano) ñanku themo (lindo ñanku) o perkiñ-ligh (el de plumaje blanco) tienen como finalidad ganarse el favor del ave, al igual que la expresión "Inché che wentrú" (yo soy un hombre mapuche) ya que el Ñanku nunca haría uso de su bondad para con los huincas o extranjeros. Sin embargo, la creencia en el don agorero de la pecho blanco se ha extendido y arraigado entre algunos criollos, como ocurre en el oeste de nuestra provincia, según pude observar personalmente. Entre estos, sin embargo, circula predominantemente una versión algo distinta de la arriba expuesta, que expresa que la buena fortuna es anunciada por el ave de pecho, mientras que cuando da la espalda al observador, es señal de mala suerte. P. Paillalef (en El Tronco de Oro, G. Álvarez) agrega que si el ave es vista de costado, al viajante le irá de manera regular, y que su vómito, apropiadamente llamado bolo o egagrópila, es un poderoso amuleto cuyo uso multiplicará los bienes.
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