CEDIDO POR GENTILEZA DEL DIRECTOR DEL CLUB DE AVENTURAS A.D. (C.A.A.D.)
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   ¿Que tendrá el elfo en el bolsillo? Anda, una flauta, ¿porqué no la
   tocas un poco para alegrar el ambiente? El aguafiestas del carcelero
   no tardó en desanimar al elfo. Joer, y estos huesitos que hay por el
   suelo...anda! una rata, con el asco que me dan. Llamé al carcelero
   para decirle unas cuantas cosillas sobre la higiene del lugar y no se
   me ocurrió mejor modo de expresión que tirarle la rata encima, para
   que la viera bien. Por desgracia no le cayó demasiado bien (a la rata)
   y el carcelero perdió la vida (si hubiera llevado casco no le hubiera
   pasado). Las llaves estaban a su lado, desafortunadamente con mis
   brazos no las alcanzaba, necesitaría a alguien más largo... elfo, ¿que
   opinas?
   
   Ya en libertad me fui a dar una vuelta por ahí y de paso mande al elfo
   a paseo porque parecía mi sombra. Por cierto, el carcelero llevaba una
   cimitarra bastante guapa.
   En la habitación contigua descubrí un pozo del que salían unos vapores
   apestosos, de modo que antes de bajar por ahí respire un poco de aire
   puro ante un gran ventanal abierto a un abismo, además, al observar
   con detenimiento el exterior, pude alcanzar una ramita de un árbol que
   crecía en la pared de la montaña, junto al ventanal.
   
   Una vez en el pozo, llegué a una sala llena de agujeros, por los que
   metí la ramita, y no tardo en asomar el cabezón de una hormiga
   comeroca, como aprecio mis dedos y tuve la suerte de encontrar una
   tenazas entre el fango de la sala del norte pues la trinque con ellas.
   Subí para arriba y de paso me pille la cuerda que siempre viene bien.
   
   Deambulando por ahí me encontré con un golem impidiéndome continuar
   mis correrías, no puede ser, creo que voy a invitar a cenar a la
   hormiguita. Perdido por el laberinto neblinoso note como que alguien
   me seguía, de modo que me escondí para tender una emboscada al ? . Era
   un trasgo con muy malas pintas, así que sin pensármelo le cogí por el
   pescuezo y le obligue a que me indicase la salida. Pese a que se había
   portado bien, tuve que sacrificar su vida para dar de comer a una
   pantera que me esperaba mas adelante.
   
   Me encontraba en la gran sala donde estaba la salida, pero había un
   problemón obvio: la puerta estaba cerrada. Por el norte encontré una
   armadura que me puse naturalmente y un extra/no que buscaba nosequé.
   Fui por el sur, subí unas escaleras, de nuevo al sur y oh! dos valshar
   desarmados... zas zas pero sin pensármelo! Moviendo algunas rocas que
   se habían desprendido alcancé una palanca que accioné.
   
   Por el norte había un precipicio con un puente para cruzarlo, pero
   como lo fácil no me va ate la cuerda a unas rejas y baje por ella.
   Encontré unos hongos bastante sospechosos, se podían coger, asi que
   con mi sagacidad habitual deduje que servirían para algo. Explorando
   un poco me encontré con unos gnomos que casi me matan, mal rollo, asi
   que me seguí leyendo la solución del juego que decía que había que
   empujar una pared, abriéndose una puerta que me condujo a una sucia
   cocina. Al norte había un comedor lleno de valshar zampando y
   tragando, les desee buen provecho muy bajito, pa ke no me oyeran. Cogí
   un trapo que había por ahí, eché los hongos en la olla, removí con el
   cucharón y salí de allí echando ostias cuando vi los vapores que
   salían.
   
   Entretanto me introduje por una grutilla y me encontré tras unas rejas
   al elfo; el pobre aprecia en apuros, asi que tras una r pida
   meditación y consultar mi horóscopo, se me ocurrió darle la cimitarra.
   Le vino bien el arma, creo yo, porque me regalo su querida flauta
   aunque ejem ejem estaba atrancada.
   
   Bueno bueno y los gnomos? Había una fuentecilla debajo del precipicio,
   que iba a ser víctima de la típica travesura infantil de atascar el
   desagüe con que? con el trapo. Ahora toda la escorrentia fluía hacia
   las zonas mas bajas de las cavernas...que casualidad,
   donde estaban los gnomos. Ahora si, baje a su guarida inundada y me
   hice con un hermoso diamante que allí estaba.
   
   En el comedor todos dormían por los efectos del hongo, así que me
   podía mover a mis anchas, me metí por un lao, subí, observe una bonita
   fuente, atravesé una puerta y...holaaaa...adiooos, habia un enorme
   guardia custodiando una palanquita de nada. Haber... metí la flauta en
   la caña de la fuente, y esta, propulsada por la presión salió
   disparada hacia la otra habitación. Ahora ya podía accionar la palanca
   tranquilamente.
   
   Yupii, la puerta del gran salón estaba abierta, pero ahora que lo
   pienso, el misterioso tipo de la sala neblinosa me dijo que quería
   cierto cristal... y creo que lo tengo...fui y le dejé el diamante en
   el suelo, como me indicó; a cambio me dio una bolsa con monedas.
   
   Ya si, salí por la puerta grande y camine vivaracho y alegre hasta
   llegar a un abismo. Que bonito , grité "HEYEYYYYY, taxiii" (o yo que
   se lo que grite pero el caso es que me dejé la garganta). Al poco rato
   bajo un pajarraco tripulado por un encapuchado algo antipático,
   al que le di las pelas...FRIN!
   
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