Crónica de la llegada del Mars Pathfinder a Marte
 
Pocos minutos después de las siete de la tarde (hora peninsular española) del 4 de julio se recibía una débil señal en la estación de seguimiento de la NASA en Robledo de Chavela (Madrid), que confirmaba la llegada de la nave Mars Pathfinder a la superficie marciana. Durante varias horas se siguieron recibiendo señales clave, o blips, en esta estación y en el centro de control del Jet Propulsión Laboratory (JPL), en Pasadena (California), que aseguraban el buen funcionamiento de la misión.
 
Unos minutos antes de alcanzar la superficie, el módulo de descenso comenzó a desplegar su complejo sistema de frenado al entrar en la tenue atmósfera de Marte. Un escudo protector inferior, un paracaídas y una serie de retrocohetes (pequeños cohetes situados en la parte superior para aminorar la velocidad) hicieron posible el descenso en vertical de la nave. Finalmente, el módulo quedó envuelto en unos gigantescos airbags, que amortiguaron el golpe contra el suelo.
 
A las nueve de la noche se recibía la señal que indicaba que se habían abierto los tres paneles solares (‘pétalos’) que constituían el módulo de descenso. El Sojourner estaba anclado a uno de estos paneles. Surgió un pequeño problema al desplegar la rampa que permitiría el acceso del todoterreno a la superficie de Marte: el airbag no se había replegado por completo. Desde el JPL se dieron las instrucciones necesarias para levantar de nuevo un poco los ‘pétalos’, recoger el airbag y volver a bajar los ‘pétalos’.
 
 
Las primeras imágenes de Ares Vallis, la zona de Marte elegida para el descenso, se recibían seis horas después de la llegada de la nave. Estas imágenes procedían del módulo y eran todavía de baja calidad. Imágenes posteriores de mayor resolución han permitido obtener datos importantes sobre Marte. Las huellas de la existencia de agua en un pasado remoto parecen confirmarse, y Ares Vallis pudiera ser en realidad un enorme canal seco.
 
 
El Sojourner ha analizado el suelo marciano, determinando la existencia de aluminio, calcio, manganeso, potasio, azufre y sobre todo hierro. La primera piedra analizada por su espectrómetro presenta un alto contenido en silicio en forma de cuarzo, lo que parece indicar un origen volcánico.