El
vínculo padres adoptantes - pediatra
Dr.
Alberto Grieco. *
La
adopción es un hecho trascendente en la búsqueda de la
descendencia, se llega a ella por una variedad de causas, no
obstante la decisión de adoptar no deja de ser un problema
complejo, en el que comienzan a entrar en juego los propios valores
y prejuicios de todos los que participan en este proceso, el
pediatra no está exento sino que lo incluye y lo compromete.
Dado que el origen del niño adoptivo es casi siempre desconocido,
se suelen despertar en los padres diversos interrogantes.
Existen situaciones importantes a elaborar:
1) la infecundidad de la pareja (tema que escapa al enfoque pediátrico
propiamente dicho) a pesar de estar conciente o inconscientemente
presente en la crianza del niño. La dificultad de aceptar la
infecundidad de uno de los miembros de la pareja, puede llevar a la
ocultación de la adopción.
2) El dolor de no poder identificarse biológicamente con el hijo,
puede generar dificultades, en el "investimiento" del hijo
como propio, al faltar el acto fecundante, el embarazo, el parto y
la lactancia se carece de las vinculaciones biológicas.
Aquí se torna importante la presencia médico-psicológica para
ayudar a elaborar esta discontinuidad y que este antecedente no
interfiera ni retarde el verdadero "investimiento" que se
da a partir del deseo de hijo.
3) La sobre valoración en nuestra sociedad del hijo biológico que
puede influir directa o indirectamente sobre la crianza y es aquí
donde el pediatra acompaña de una manera certera y definida.
Los pediatras recibimos a veces a parejas que han podido
elaborar gran parte de estas situaciones y la tarea se torna más fácil,
en otras ocasiones esta elaboración acompaña al crecimiento y
desarrollo del niño, y es en ella en donde se interaccionan
situaciones de difícil manejo.
La tarea específica del pediatra antes de la adopción consiste en
brindarles información y orientación a los futuros padres y luego
una vez que el niño esté presente, acompañar su crecimiento y
desarrollo.
En primer lugar el pediatra debe ser un buen continente y responder
a las inquietudes y dudas que se generan en los padres en situación
de adopción.
Uno de los temores mas comunes antes de la adopción es enfrentarse
con la madre biológica, situación que genera distinto tipo de
respuesta en ambos integrantes de la pareja.
Es increíble que luego cuando ocurren estos encuentros con los
padres biológicos, cuando la situación lo permite, gran cantidad
de fantasías se diluyen, aunque esto no es lo habitual.
El desconocimiento del origen biológico del niño adoptivo hace
que se incrementen fantasías y temores, en cuanto a la posibilidad
que se presenten enfermedades genéticas y/o congénitas. No
estamos diciendo que no haya posibilidades reales que estos
hallazgos se presenten, pero su frecuencia es mucho menor de lo
pensado por lo que las damos como un "universal", ya que
también pueden ocurrir en cualquier crianza, aunque en la adopción
se ven incrementadas.
Es importante dialogar en la consulta pediátrica sobre lo que no se
puede tener una certeza 100 % y es importante aclarar todo aquello
que sí se puede prevenir y controlar y separar lo imponderable que
puede presentarse tanto en la adopción como en cualquier crianza.
Por lo general, los padres, depositan en el pediatra, ser el
conocedor del funcionamiento del cuerpo del niño, de los secretos
de la herencia y las técnicas de curación de lo biológico.
Por eso es importante que el pediatra luego de examinar prolijamente
al niño, dialogue y conteste todas las inquietudes posibles que los
padres adoptantes van formulando y pueda aclarar cuales son las
probabilidades y certezas.
De ninguna manera el pediatra debe funcionar como un seleccionador
de niños, tampoco como un juez, y menos como un amigo, ya que,
"un amigo médico puede, tal vez, ser un amigo perfecto pero en
el fondo es siempre un médico a medias".
El pediatra en un médico de familia, porque así está ubicado en
nuestra sociedad y en nuestra cultura y su función es acompañar,
sostener, ayudar, en el proceso de crecimiento y desarrollo del niño
y sus padres. Para ello debería contar con una experiencia adecuada
en su materia, habilidad clínica, percepción de los trastornos que
se presentan y conocimientos psicológicos mínimos que le permitan
evitar los prejuicios propios y ajenos que circulan alrededor de la
adopción. (...)
La consulta debe girar sobre las preguntas que traen los padres, el
examen clínico del niño y luego la orientación en cuanto a las
necesidades básicas y los momentos que se pueden prever en lo que
está por venir.
La salud y la enfermedad es otro de los aspectos que pueden ser
vividos con mayor angustia, a veces sobrecargado por la situación
del "aparente desconocimiento " de lo corporal, como habíamos
señalado mas arriba.
Todo niño por su inmadurez utiliza el cuerpo como exteriorización
de sus desequilibrios ya que es la parte relativamente mas
desarrollada, en relación a las otras áreas, que se encuentran en
inferioridad de condiciones ( área de la mente y del mundo externo)
y es así que la utilizan para expresar sus estados emocionales.
Por eso, el cuerpo del niño, es su lugar privilegiado de expresión
y los síntomas no son necesariamente una enfermedad, sino una
expresión de "algo" que tanto padres como pediatra
tenemos que detectar. La tarea es diferenciar entre síntoma
funcional y enfermedad real orgánica.
El objetivo mas importante que nos debemos trazar es aprender a
interpretar y decodificar el lenguaje corporal sin desmerecer otras
causas.
Las carencias que pueden presentarse en la adopción pueden ser
superadas por una actitud emocional generosa de los padres y por una
conducta basada en la lealtad de hacer conocer al niño la verdad de
su origen.
* Dr. Alberto Grieco.
Médico Pediatra Miembro de la
Sociedad Argentina de Pediatría.
Extraído de las publicaciones de Fundación
Adoptare
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