Damajuana o damezana


Voz andaluza. /Más quiero una damajuana/ que no una dama Juanita,/ porque con la damjuana/ todo pesar se me quita. / En efecto, la damajuana es un garrafón para vino y licores.

Damasco


El albaricoque. Tabién se dice en Andalucía y si se citan damasco y damajuana, es porque la generalidad de los criollos no dicen nunca albaricoque ni garrafa.

Daño


(El). Fascinamiento, mal de ojo o jettatura. El daño argentino, como el fascino napolitano y el hualicho o gualicho pampeano, no son sino expresiones distints de un temor vago a lo desconocido. Generalmente tiene por causa el histerismo, la epilepsia y siempre la ignorancia. Véase Gaulicho.

Darse corte


Darse tono. <Agapito, date corte>; puro corte, etc., son expresiones que se oyen a diario en La Plata.

De arriba


De balde. <Vivir de arriba>: vivir del maná.

Debocar


Vomitar o dar arcadas.

Demasiado


Emplease en Bolivia en el sentido de muy o mucho, de cuya costrucción resultan frases disparatadas, como éstas: <Fulano es demasiado sabio; la quiero demasiado; soy demasiado honrado>, etc.

Derrama


Subscripción a prorrata en especie que los corregidores sacan a las comunidades indígenas de Bolivia para recepción y agasajo de las autoridades que van de tránsito. Muy propiamente llámase derrama, pues es una gabela que se derrama por todo el itinerario del personaje viajero.

Descachazar


Quitar la parte impura del guarapo ya cocido.

Descuajaringado


<Desguañangado>: descoyuntado.

Desecho


Atajo, sendero. En Ercilla se encuentra la misma voz con igual significado, pero en género femenino: <No tiene aquel camino otra desecha>. (Citado por Cuervo).

Desguañangar


Deshacer, desencuadernar, desbaratar, etc.

Desierto o travesía


Gran extensión de pampa en las provincias de San Juan y la Rioja, de vegetación raquítica y rastrera, ora sin un solo árbol que interrumpa la aridez del terreno, ora poblado de matorrales y de chañares que mas adelante se convierten en bosques de cladenes y otros árboles, entre los que descuella el <quebracho blanco>, parecido al sauce llorón, que con sus ramas mustias y cabizbajas parece condolerse de la ridez de esos lugares.

Desocar


Despearse los animales de pezuña.

Despacio


Como observa Bello, suelen los hispano-americanos confundir viviosamente despacio, adverbio de tiempo, con paso, quedo, adverbio de modo. En tal guisa, dicen muchos: <Habla despacio>, por habla en voz baja.

Despearse


(un animal). Es en América, como en España, inflamársele a un animal los vasos por lo pedregoso del camino. Así, el ganado lanar que de las provincias argentinas del Norte se transporta a Chile a través de la cordillera, a pesar de que no anda más de cuatro leguas diarias, es el más difícil de conducir, no solo porque se cansa fácilmente, sino también porque se despea. A los bueyes se les preserva un tanto de ese accidente herrándoles las manos o poniéndoles cabargas.

Despepitado


Fruta en compota a la que se le ha quitado el hueso o carozo.

Despercudir


Tiene también en estos paises el significado de avispar a una persona; quitarle el polvo de la dehesa.

Despostar


Hacer partijas de un aminal desollado, cortándole por las coynturas. Es neologismo muy aceptable, supuesto que la Academia admite posta en el significado de tajada, pedazo de carne, pescado u otra cosa.

Desrielamiento


Descarrilamiento, y desrielar el verbo, muy natural, pero innecesario.

 

Diamela


Flor de blanco-lechose, de suave y penetrante olor a jazmín. La diamela significa amor en el lenguaje de la flora americana, y en tal sentido la cantan, alaban y manosean los <sisontes> de las márgenes del Plata.

Dichosa


(La). Escupidera o vaso de noche.

Diminutivos


Hasta la más mínima expresión llevan los sud-americanos la disminución de los nomnbres substantivos. Aunque ello se presta al capricho de cada cual, las terminaciones más generalizadas son en ito e ingo; como dulcito, dulcecito. En Santa Cruz usan la terminación ingo; así, de solo, solingo.- <Yo solingo trabajo mi chaco>. - <Pndingo está el río>. (por pando o llano y bajo); y acutingo, chiquitingo, blandingo, etc.

Distingüendo


Los chilenos, que con el argentino Sarmiento a la cabeza tienen el privilegio de haber disparatado en Gramática más que ningún otro pueblo de origen hispano, tienen y han aclimatdo en estas Repúblicas un séptimo género gramatical, denominado distingüendo, calificativo que ni castellano es. Distingüendo (del género) son aquellos nombres que teniendo dos significados se usan unas veces como masculinos y otras como femeninos, según sea el significado en que se emplean; como capital, dote. En suma, los vocablos homónimos.

Doradilla


(Pilea microphila). Urtíceas. Planta que crece desde las Antillas hasta el Brasil. Los ingleses la llaman artillery plant o planta artillera, porque tan luego como el agua toca los cuatro sépalos coloridos del cáliz, dispuestos en cruz, éstos se abren en forma de estrellas, y las anteras se rompen, lanzando al aire la abundancia de granos de polen fecundante que cada uno encierra. Llámase doradilla porque, a proporción que crece, se muestra de color de oro a los rayos del sol. Crece sobre los tejados, en los lugares húmedos, y hoy se cultiva en los jardines.

Dormida


Alcoba o dormitorio.

Drac


El grog británico. Brebaje fresco que hasta los gauchos piden, hecho de aguardiente, agua y azúcar.

Duraznillo


Arbusto de lugares húmedos y lagunas, indicio seguro de agua a pocas varas de profundidad del sitio donde se halla.

Durazno


Melocotón, como en Andalucia. Hay en estos países americanos duraznos blancos, amarillos, bayos, abridores o priscos y pelones. Aunque de variado sabor, son, sin excepción, dulcísimos y fragantes. Los duraznos silvestres del delta del Paraná son los preferidos en Buenos Aires. Son tan abundantes, que de ellos se extrae el <aguardiente de durazno> en alambiques establecidos en el mismo delta. Con el hueso o carozo, haciéndolo infundir en aguardiente, se prepara uno de los mejores licores, conocido con el nombre de <agua de Noyó>. La madera del árbol, la única madera que con la del ombú se quemaba en otro tiempo en las cocinas de Buenos Aires, continúa empleándose en el campo como postes de corral. Con la infusión de los pétalos se hace el jarabe de durazno purgativo y vermífugo. <El complexo de tantas cualidades, así útiles como agradables - concluye diciendo el educacionista Sastre -, hace del durazno un don precioso de la Naturaleza en la provincia de Buenos Aires, que todo el mundo ha apreciado debidamente.> Por todas partes, en los establecimientos de campo, sea estancia, chacra o quinta, se ven montes de duraznos.


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