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Un poco de sabiduria
Una tarde de verano un pequeño lacandon corria por la selva. Aunque el
acostumbraba correr por la selva siempre, esta vez se habia internado más que nunca por
lugares tan inhóspitos que nadie en muchos, muchos años habia entrado. Aunque
aun era muy jóven el había decidido demostrarles a todos que ya era adulto
cazando un jaguar y sabia que el único lugar donde podría encontrarlo seria
en lo más profundo de la selva. Llevaba su cuchillo recien afilado en el
tobillo, su arco y cuantas flechas alcanzo a hacer el día anterior colgados
de la espalda. En su piel habia dibujado el color del guerrero y su corazón
tenia más decisión que nunca.
Con su mirada fija en cada escondite donde
pudiera estar el temido jaguar este muchacho se fue abriendo paso entre
el follaje de los espesos árboles. De repente detras de unos árboles
especialmente robustos y antiguos vio que en un pequeño claro de la selva se erguia un
templo majestuoso y olvidado. Sorprendido de encontrar eso asi camino por
el claro hacia el centro y pudo ver como en la base estaba grabada la historia
de un niño que dejo su pueblo en busca del Dios Jaguar que le daría el titulo
de noble guerrero y que le dejaría ver su futuro heróico como lider de su
tribu.
El pequeño estaba exhorto en los jerogríficos cuando de repente un
ligero crujido le hizo voltear la vista. Ahi estaba, justo a sus espaldas
el jaguar mirandolo fijamente en los ojos. El pequeño se volteo tembloroso,
trato de tomar su arco pero las flechas resbalaban de sus manos. El jaguar
se avalanzó sobre el pequeño que apenas logro subir de un salto un poco
más arriba en el templo. Entonces el pequeño corrio hacia la cuspide del
templo esperando escapar al jaguar que a veloces brincos y feroces mordidas
lo perseguia. El pequeño logro llegar a lo alto del templo, donde se encontraba
un altar al Dios Sol, el jaguar dio un salto final sobre el pequeño que
tomo una piedra filosa que estaba sobre el altar y cerrando los ojos y empuñando
la piedra contra el jaguar logró atravesarle en el centro del corazón. El
jaguar cayó muerto en el instante sobre el centro del altar y la sangre
que brotaba de su corazón fue siguiendo el camino de las grietas que dejo
ver un mensaje oculto en la pirámide. Aquel mensaje, escrito en una antigua lengua lacandona que el pequeño habia aprendido de su abuelo decia en voces proféticas: "No hay mayor orgullo que el ser humilde cuando se es el más grande".
Ese mismo día en la noche el pequeño regreso a su aldea. Al llegar algunos compañeros más grandes que él se mofaron de su idea de ir a cazar un jaguar, sus papás lo abrazaron con lagrimas en los ojos pues pensaron que jamás regresaria de la terrible selva. Cuando el lider de la tribu, un anciano de gran sabiduria se acerco al pequeño y le pregunto que habia aprendido ese día, el muchacho solo contesto: "No hay que cazar un jaguar para encontrar al heroe en mi, el heroe esta ahi".
El pequeño creció sobresaliendo por su deseo de servicio a los demás, jamás se entristeció cuando nadie
le premio por sus esfuerzos, y en el final de su vida él dio la vida para
salvar a su hermano mayor, que era el jefe de la comunidad. Si su hermano
hubiera muerto el pequeño habria sido el lider de la comunidad que tanto
habia deseado, pero dando su vida por su hermano paso a la historia como
un heroe que sera recordado por siempre.
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Esto es solo un cuento que escribí, parecerá aburrido, parecerá que no tiene
sentido, yo no lo se. Solo me nacio escribir algo y ese cuento salio. No
se si alguna vez paso algo parecido, pero acaso importa eso? Espero les
haya gustado y si aprendieron algo de él, me alegro. En lo personal ese
cuento dice mucho, aunque no me atreveria a decir que lo que dice es cierto,
juzguenlo ustedes. Por ahora me despido esperando que ninguno de ustedes
piense que perdio el tiempo leyendo esto.
Amor y Paz,
Sayel Cortes
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