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A sus 57 años, Jason Wynn es probablemente el hombre mas poderoso del mundo. Encabeza el grupo de seguridad de los Estados Unidos, un organismo que concentra a la CIA, NSA, NRC y a la NSC. Asesora a presidentes, pero no es partidario de ninguno. Es tutor de asesinos, pero está libre de su corrupción. Cuando se decide una operación secreta, con o sin aprobación del Congreso, la responsabilidad cae directamente en él. Al mismo tiempo, para justificar su presencia en sitios o situaciones clave, ha inventado una identidad secreta como un obscuro departamento al frente de la CIA. En el fondo Jason Broderick Wynn es un hombre simple con deseos simples. Su única meta es la de ser un cerebro, con el mundo entero como su cuerpo. Nunca ha movido un brazo para vencer a un enemigo, ni ha disparado ningún arma con coraje; pero sus manos están manchadas con más sangre de la que uno se puede imaginar. Si pudiera resumir su vida en una palabra, sería agallas. Agallas de hacer lo que sea para ver terminado un trabajo. Desde el principio fue un hombre ambicioso. En la preparatoria fue capitán del ROTC, defensa del equipo de fútbol y el número uno del equipo de karate. Fue a West Point y se gradúo con los máximos honores. Pero en lugar de continuar con su carrera militar, decidió ponerse al servicio del gobierno, donde lo reclutó la CIA. Su primera tarea consistió en dar ayuda vicepresidencial a Richard Nixon, de 1958 a 1960, asesorándolo en materia de seguridad nacional desde el punto de vista de la agencia. Hubo muchas asignaciones, desde Dallas, en 1963, hasta el golfo de Tonkin, el año siguiente. Wynn ascendió como un cohete dentro de la organización, ayudado por su memoria fotográfica y libre acceso a los expedientes de Hoover en el FBI. Pero servir a su país no era suficiente; quería que su nación le sirviera a él. Supervisó desde asesinatos hasta intervenciones en asuntos internos de otros países. Puede parecer distante, y al mismo tiempo mundano, haciéndose amigo de agentes mientras los manda a morir. No hay remordimientos, solo fríos cálculos. Al Simmons fue uno de sus operativos: reclutado, manipulado y después eliminado por otro jugador eventual. Pero en los últimos meses, una cascada de eventos ha mermado su efectividad, pues su sitio en el escenario mundial está bajo vigilancia. Ayudó a poner a Terry Fitzgerald en posición de recibir todas las culpas, pero Spawn intervino, amenazando con filtrar su expediente de actividades a la prensa. Ahora aunque de malas, esta relacionándose con el Payaso moviéndose en sentidos opuestos para restituir su círculo de influencia, mientras trabajan agresivamente para destruir y humillar a Spawn.
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