TEXTO DEL DISCURSO PRONUNCIADO POR EL MINISTRO
MERCADER ANTE LA III WCAR.
El pasado jueves 6, en el salon de Plenarios del ICC (International Conference Centre) de Durban - donde se
desarrolla la Conferencia Mundial el jefe de la delegacion uruguaya expreso:
"En primer lugar, la delegacion de Urugya presenta sus condolencias por el fallecimiento del padre del
señor Presidente Mthabo Mbecki. En segundo lugar, saludamos a la Dra. Zuma y la felicitamos por su
elección como presidenta de esta Conferencia. En ella encarnamos el reconocimiento al gobierno y al pueblo sudafricano por
su compromiso de lucha contra todas las formas de Racismo, Discriminación Racial, Xenofobia y otras
formas conexas de Intolerancia.
Como país latinoamericano, Uruguay ha participado activamente en los eventos preparatorios de esta
Tercera Conferencia Mundial. En todos ellos hemos reafirmado los principios vertebrales en que se basa
nuestra actitud frente a los problemas que plantea este Encuentro. En especial hacer
hincapié en que la presente Conferencia tiene como cometido principal enfrentar los
desafíos que nos presenta el racismo y sus múltiples manifestaciones contemporáneas. En
particular quiero resaltar la trascendencia del documento aprobado en Santiago de Chile por los
países de América, documento que de aquí en adelante deberá servirnos de
orientación y de guía.
Este forum es el lugar adecuado para que la comunidad internacional realice un esfuerzo mancomunado para
avanzar en la búsqueda de soluciones a los problemas de carácter mundial y que nos afectan a todos. En
cambio, no es el lugar mas adecuado para tratar casos singulares, referidas a situaciones concretas que nos
llevan a olvidar los grandes objetivos para los que hemos sido convocados.
En este entendido, Uruguay ha concretado antes de venir a Durban un esfuerzo significativo de
coordinación y de acercamiento entre todos los actores sociales. Con el particular impulso del
señor Presidente de la Republica, todos hemos hecho concesiones a fin de arribar a
un documento común que es el que presentamos y que representa la posición de la sociedad uruguaya en su conjunto. De este modo
Estado y Sociedad Civil comparecen ante Uds. con una sola posición que refleja el sentir nacional en la
lucha contra los flagelos que son el centro de esta Conferencia.
Esto se ha plasmado en la incorporación en la Delegación Oficial de delegados de la Coordinadora de
ONGs contra el Racismo, compuesta por los sectores representativos de los grupos potencialmente
vulnerables de nuestro país.
Así, podemos decir que traemos un Documento y una posición común que representa el sentir del pueblo y
el gobierno del Uruguay. De ese Documento democráticamente elaborado quisiera destacar algunos
aspectos.
En primer lugar, tanto el Gobierno como la Sociedad Civil coinciden en señalar el reconocimiento a la
dignidad humana sin distinciones fundadas en motivos de raza, religión, nacionalidad, origen nacional,
étnico, idioma, sexo, u opiniones políticas, conforme a la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, lo que constituye un mandato jurídico y ético, basamento ultimo de esta Conferencia de Durban.
Estamos convencidos que la democracia es el único sistema político capaz de asegurar el goce y respeto
de los Derechos Humanos a todos los individuos, mas allá de las diferencias de cualquier tipo
que existan entre ellos. Por eso proclamamos la indisoluble vinculación entre la
afirmación de la democracia y la lucha contra el racismo.
Concebimos la diversidad multicultural y pluriétnica como un aporte enriquecedor y reconocemos por ello que
las comunidades de migrantes, afrodescendientes y descendientes de indígenas han realizado una
contribución significativa en la conformación de la sociedad que hemos construido
entre todos los uruguayos.
Estas comunidades integran el colectivo de nuestros antepasados, y a ellos, las nuevas generaciones deben
respeto, consideración y reconocimiento.
Mas allá de estos conceptos de carácter general, Uruguay quiere destacar que la
educación tiene un rol fundamental en la promoción de los valores de la tolerancia.
Dado que los prejuicios, el odio racial y otras tendencias negativas nacen en la mente de las
personas, es allí donde debe iniciarse, desde las edades mas tempranas, el combate contra sentimientos
tan negativos. Las lecciones de democracia, de igualdad, de convivencia armónica con personas de
todas las orientaciones, empiezan a darse en la escuela. Esto no debemos olvidarlo pues la
educación se convierte así en el instrumento mas adecuado para luchar contra el Racismo, la
Discriminación, la Xenofobia y otros flagelos.
Bien educadas, con los valores adecuados, las generaciones venideras estarán mejor preparadas para
ejecutar lo que nosotros hemos dejado sin resolver.
Por eso, tenemos la responsabilidad histórica de prevenir y proteger a lo niños,
niñas y jóvenes del surgimiento de nuevas formas de racismo, xenofobia y formas conexas de intolerancia.
Esta labor puede cumplirse no solo desde el sistema educativo sino a partir de la
promoción permanente de valores positivos en el seno de la familia y la sociedad en general. En tal sentido, los funcionarios
de gobierno y los dirigentes de todas las comunidades tenemos como primera
obligación predicar con nuestro ejemplo de conducta. Si no actuamos tal como lo
proclamamos seremos incapaces de convencer a los demás.
Señoras y Señores:
Ningún país ha permanecido exento de los flagelos que hoy nos ocupan. Por tanto, es necesario adoptar en el
plano nacional, regional e internacional políticas de acción afirmativa que permitan compensar las actuales
desigualdades sociales y las situaciones de pobreza que afectan particularmente a
los grupos mas vulnerables.
Actualmente es posible identificar nuevas formas de racismo, a veces evidentes y a veces mas sutiles, por
lo que es necesario reaccionar y combatir esos brotes de manera colectiva. Esta Conferencia, atraves de su
Plan de Acción y su Declaración, nos ofrece una oportunidad histórica que no debemos desperdiciar.
La Republica Oriental del Uruguay ha llegado a Durban con el afán de contribuir positivamente en la
consolidación de una estrategia internacional de combate al racismo. En el plano nacional, nos hemos
asociado Gobierno y Sociedad Civil tras ese propósito. Trabajando juntos, unidos y en
concordia, logramos alcanzar dentro de nuestro país el consenso necesario que es el punto de partida para nuevas y decisivas
acciones en este campo.
Aceptar al diferente, valorar la diversidad, procurar el dialogo y la transacción aun en circunstancias
adversas, ese es el desafío que encaramos no solo en esta Conferencia sino en nuestros propios
países de aquí en adelante. Para nosotros Durban no es el final de un esfuerzo sino el comienzo de
nueva e importante etapa.
Es evidente que el acercamiento y la flexibilización entre posiciones distantes o
antagónicas requieren una importante dosis de voluntad. Proponemos entonces que
se realicen los máximos esfuerzos para globalizar estas conductas.
Descontamos que este es el espíritu con que han trabajado los grupos integrados para redactar la
Declaración y Plan de Acción de Durban. Somos optimistas respecto a los resultados. La confianza de
las personas en sus semejantes y la capacidad de identificar los puntos de acuerdo en la
diversidad son para nosotros las claves definitivas para la convivencia pacifica.
Desde Uruguay, un país consustanciado con los ideales del sistema democrático, alentamos la
búsqueda de la paz y la concordia entre los pueblos, y entre personas de todas las razas, todas las creencias y
todas las orientaciones. Solo así podremos construir un mundo mejor para las generaciones venideras.
Gracias.