RAN

Cómo afiliarse


Todo candidato interesado en poder pertenecer a la orden de los Francmasones, ha de reunir los siguientes tres requisitos:


Los requisitos

  • Ser una persona Libre, puesto que la petición de afiliación a la Masonería ha de ser consecuencia de la innata libertad individual, lejos de toda presión, influencia o circunstancia que coarte dicha libertad.

  • Ser una persona de Buenas costumbres, es decir, ha de ser una persona digna de confianza, honrada en su forma de trabajar y de buena reputación.

  • Creer en un Principio Superior o Causa Primera de todo lo creado, al que se denomina comúnmente como Dios, y que los masones, respetando siempre la libertad del individuo ante cualquier creencia particular, denominan como Gran Arquitecto del Universo.


    El procedimiento

    Una vez cumplimentada la solicitud, la candidatura es avalada por dos masones que puedan dar razón de las cualidades personales del candidato. La solicitud es leída durante una Tenida Abierta o reunión de la Logia ante todos los miembros de la misma, con el fin de que alguno pueda aportar información adicional Posteriormente, será entrevistado por miembros de la Logia que no mantengan ningún tipo de relación con el candidato, los cuales emitirán informes por separado. Finalmente, una vez obtenidas las votaciones favorables, el candidato estará en condiciones de recibir la iniciación.


    Los Compromisos

    El candidato se compromete, en caso de ser aceptado, a:

  • Ajustar su conducta a los «Antiguos Usos, Deberes y Costumbres» (Fidelidad a los Principios de la Orden y al Progreso Personal)

  • Respetar la Constitución y Reglamentos Generales.

  • Asistir puntualmente a las reuniones a las que sea convocado.

  • Pagar los derechos de afiliación y satisfacer las cuotas mensuales.

  • No visitar Logias que no estén reconocidas.

  • Confirma su creencia en el Gran Arquitecto del Universo.

  • Finalmente, y durante la Ceremonia de Iniciación, el Candidato jura o promete Lealtad y Fidelidad sabiendo que en dicho juramento no hay nada incompatible con sus deberes familiares, civiles, morales o religiosos.


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