“Con las debidas reservas...”  / 134

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“Con las debidas reservas...”

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I.- LAS RAZONES

El título que pongo a éstas líneas, desde luego tiene que ver con el que empleó durante muchos años el semanario taurino “El Redondel”, en sus ediciones de periódico y luego de revista, y donde se daba cuenta de manera muy escueta de los datos correspondientes a los festejos celebrados en el interior de la República. En esas informaciones, sólo aparecían los nombres de los toreros actuantes, de la ganadería de donde procedían las reses lidiadas, desde luego la plaza donde tenía lugar el festejo mini-reseñado, y el resultado del desempeño de los diestros, es decir , palmas, pitos, oreja u orejas, rabo y porqué nó, los indultos que durante mucho tiempo se hacías presentes en las jornadas taurinas de provincia. Recuerdo entonces, que los editores justificaban el título de la columna, aduciendo que podrían ó no ser ciertos los datos que conformaban el espacio. Con ello desde luego dejaban al lector que se formara en su mente la interrogante en el sentido ¿Si eran realmente toros los que se lidiaron? ¿Realmente se cortaron las orejas que se dicen en la nota?, y si en realidad se otorgaron ¿qué tipo de faenas se premiaron?, etc. Lo anterior desde luego me parecía honesto, dado que la veracidad de los informantes, ó la calidad moral con la que hacían su trabajo; sin duda podría ser puesta en entredicho, y ello desde luego dejaba fuera de cualquier responsabilidad a los editores de la desaparecida publicación desde el momento en que hacían la aclaración pertinente.

Resulta que ahora, tenemos la suerte de contar con más publicaciones taurinas a través de la prensa escrita de venta en los puestos de periódicos y revistas e incluso del Internet , y se amplía la posibilidad de conocer de cerca de quienes parecía que dentro del mundillo taurino español, en materia de crítica taurina e información “parten el bacalao” como se dice, lo que hay que ver es en realidad cómo lo parten y a quienes les parten algo más. Bajo esos antecedentes, resulta que ahora se tiene acceso a José Carlos Arévalo, a Federico Arnás, a Paco Aguado en sus colaboraciones en periódicos y semanarios españoles; desde luego a nuestro conocido visitante a nuestra ciudad Fernando Fernández Román a quien vemos en las transmisiones de TVEspañola. Pero me ha llamado poderosamente la atención, el que de algunas fechas para acá, se sigan con cierto interés las colaboraciones de Alfonso Navalón, quien al parecer le hace el gran favor a “La Tribuna de Salamanca” por escribir sobre las verdades del Toreo, dado que se precia de tenerlas, y no sólo eso, sino de explicarlas a las gentes que tal vez como un servidor, necesitamos de algo más para hacer asequibles a nuestras mentes pequeñas y seguramente un poco cerradas, tan importantes conceptos.

Probablemente adivinaron, el tal Señor Navalón no me ha caído bien, y desde luego tengo mis razones para ello, durante el curso del presente texto se las iré comentando. Lo que en todo caso me interesa, no es venir a decirles que dejen de leerlo, si les ha cautivado su estilo finísimo de asesinar personalidades y pregonar una tal suficiencia tal, que leyéndole se pueda ser como él. Yo realmente no les puedo aconsejar nada, finalmente mayorcitos, Ud.s sabrán lo que hacen. Sin embargo, lo que sí realmente me interesa, es darles mi punto de vista acerca de porqué no todo lo que viene de España es bueno y por ende sirve, trátese de críticos, de públicos ó de toreros. Se ha dicho que por aquellos lares se las gastan, yo creo que en muchas cosas hasta pueden quedar a deber.

Así pues, lo que ahora les cuento, puede ser interpretado –como Uds. prefieran-, como una mezcla de humor negro y cachondeo que he fabricado a propósito de Navalón, del “cultísimo y entendedor” público de la Plaza de Las Ventas de Madrid, y de un extraordinario torero (sin comillas el adjetivo); José Tomás .Y esto de alguna manera prueba a la luz de los acontecimientos recientes de San Isidro, que si bien es cierto que el toro es el eje de la Fiesta, cuando surgen los grandes toreros, terminan por derrumbarse quienes no tienen el peso específico que sea capaz de soportar los embates de quienes llegan para quedarse y aniquilan modas,.Asi así como de los públicos, que si bien se constituyen muchas veces en el llamado monstruo de mil cabezas para acabar a un diestro, muchas veces también acaba por rendirse a los pies de quien tiene la capacidad y suficiencia torera para borrar de un plumazo lo hecho anteriormente, en un franco padecimiento de una amnesia que se puede tornar hasta cruel. Finalmente ello no importa, en el ser humano nuestra gran verdad el día de hoy, puede ser nuestra gran mentira para mañana.

II.- UN POCO DE “CRITICO TAURINO” ALFONSO NAVALON.

Se ha dicho ya, y con razón, que el crítico de toros debe orientar su trabajo a expresar con palabras de un modo que es irremediablemente subjetivo lo que ha visto en la plaza,.Mucho ojo, de ninguna manera lo que ha querido ver, ó dejar de hacerlo. Por ello es delicado su trabajo, bien pagado o no, eso es otra cosa. El tratar de contar los hechos con objetividad es algo tremendamente difícil, y no muchos tienen la capacidad no solo de hacerlo, sino de transmitir al lector que en verdad lo hacen, ó al menos intentan seriamente hacerlo despojándose de cualquier animosidad, ó en su caso de alguna preferencia marcada ó sutil, si es que en la balanza influye sobre los hechos.

Es por ello, que cuando una víscera con pluma, ó acaso con computadora pretende erigirse como el poseedor de la verdad absoluta sobre la Fiesta, sin importar ofender a ganaderos a quien ha tildado de maricones como alguna vez ya lo hizo Navalón, ó en su caso se refiera a sus colegas con expresiones tales como : “el palabrero,” “ el fenicio prostituto” ó “el iletrado de Cáceres”, y después pasar a dar una brillante demostración de pedantesca erudición; no sólo da rienda suelta a sus pasiones incontenidas, sino que hace un gran favor a los lectores que le siguen en la Tribuna de Salamanca, puesto que con arrogancia sin par, afirma categórico: “Pensé dejarlo para mi columna de la página tres, que es donde verdaderamente disfruto y hago disfrutar a las personas de cierta sensibilidad y cultura”. Por consecuencia lógica, si los lectores no tienen cierta cultura y sensibilidad, no van a disfrutar –terrible decepción-, y no van a permitir que disfrute (Ah, que tipos tan egoistas y malvados) al distinguido Señor Navalón de su quehacer periodistico.

Pero fíjense bien mis queridos amigos, el “critico” Navalón por si Uds. no lo sabían, -y para que en lo sucesivo le agradezcan infinitamente-, tiene el atrevimiento, que desde luego escapa por completo a la inocencia de los lactantes, de escribir el pasado día 23 de Junio a través de las páginas de internet en relación a José Tomás en su paso por Madrid durante el prolongado serial isidril; una tristeza momentánea que se desvanece como polvo en el viento dejando paso a un maravilloso descubrimiento. Anótenle: “En el caso de este torero de Galapagar, me resulta doloroso tener que señalarle cosas negativas porque soy el causante de que sea figura del toreo....”

¿Cómo la ven desde ahí mis amigos? ¿Sabian Uds. pues, que José Tomás tiene el sitio que ocupa en la Fiesta de los Toros, porque Navalón resultó ser la causa del efecto producido por el arrollador triunfo del jóven torero?. Ah.... pues entonces sépanlo y que no se les vaya a olvidar..Bueno, si no tienen cultura y sensibilidad tal como lo exige “el crítico”, seguramente la memoria les jugará una mala pasada.

Exagerado o grandilocuente. Apasionado o merecedor del aplauso, para mí simplemente un payaso, sólo un triste payaso como cantaba Javier Solis. ¿A quien se le puede creer semejante barrabasada, por no decir de otro modo?. ¿Cuándo en la historia del torero durante la etapa que Uds. recuerden, los “críticos” son los causantes que los toreros que se la juegan limpia y gallardamente, hagan delirar a los públicos y salgan en hombros; les deban el favor a tan brillantes plumas?. El tal Navalón, como se dice por acá, ¿es ó se hace?. Por favor, creo que todos lo hemos visto, José Tomás es una figura del Toreo con, sin y afortunadamente pese a Navalón, ¡Ah, p’a favorcitos¡.

Pero bueno, después de todo yo creo que por ejemplo Fernández Román en ocaciones dice: “la espada ha caido apenas un pelín...”cuando el acero aparece bastante abajo, También en ocaciones se percibe tendencioso su proceder, puesto que según se afirma tiene sus gustos particulares al involucrarse monetariamente con los protagonistas de la Fiesta. Recuérdese que el año pasado vino a nuestra ciudad, con los gastos de primera totalmente pagados, y ya para venir de allá, exigió determinada suma de dólares libres de polvo y paja para “dar realce” al Encuentro de Ciudades Taurinas. Cosas semejantes de dicen en el mundillo acerca por ejemplo de José Carlos Arévalo, quien encontró el modo de hacer su “negocito”, virtud del encuentro monetario que tiene con una editora que al parecer manejan en nuestro país ganaderos de bravo entreverados con potentados industriales . Sin embargo, a éste personaje personalmente le agradezco el haber escrito una de las crónicas más bellas que he tenido en mis manos. Total, si fue por encargo económico, diría que justificó y de sobra la paga por el trabajo, y si fue espontáneamente como al parecer el propio autor lo dice, mucho mejor para él y de todos modos muchas gracias.

Como se aprecia, también saben cocer habas quienes nos mantienen hasta cierto punto informados de los acontecimientos que se registran en España. Sin embargo, repruebo totalmente, que Alfonso Navalón so pretexto de no sumarse al coro de alabanzas agreda y ofenda en aras de justificarse como el que más sabe, como el que todo lo puede, incluso habla de cuestiones de técnica taurina en un nivel que yo creo sinceramente que sólo corresponde hacer a quienes se han ‘plantado en una arena frente a un toro. Pero claro, desde luego ignoro si lo ha hecho, lo que si supe, es que tiene una ganadería de reses bravas y que lidia en España. Creo recordar que entre ganaderos hay un dicho que establece que los toros reflejan en mucho el comportamiento de sus criadores, por lo que puedo deducir con cierta facilidad que los astados que provienen de Navalón deben ser unos auténticos galafates, sobrados de jiribilla, que no de bravura, con peligro y muchas malas ideas con más de siete felinos en cada animal.

III.- EL PUBLICO, JOSE TOMAS Y LOS OTROS.

El público español, por ahora según refieren las notas y los propios asistentes al pasado ciclo de San Isidro, pasa por momentos realmente preocupantes, bueno no para todos. Parece ser que hasta ahora, fíjense Uds. hasta ahora se han dado cuenta del llamado aficionado “integrista”. Entiéndase el que va con todo y contra todos, obsesionado por encontrar que todo esta mal, y claro desde luego que el que busca encuentra, y luego los frentazos no se hacen esperar. En un trabajo de hace tiempo, al referirme al público, ya comentaba que todos los aficionados somos diferentes, y que depende3 muchas veces de nosostros mismos el poder disfrutar el triunfo, el asimiliar el fracaso, e sentir el miedo, etc. Fiinalmente todo va de acuerdo con lo que sentimos por dentro y así como todo en la vida, nos la hacemos fácil ó difícil.

Sin embargo, yo estoy convencido que el público de toros tiene tendencia a la decepción, parece que ya vimos lo que nos interesaba ver, lo que deseábamos ver, y ya vimos dentro de nosotros la faena, la única e irrepetible, y luego como que ya no podemos verla de nuevo , como que parece imposible. En otro texto yo manejaba la idea que muchas veces los aficionados como que ya sabemos lo que queremos de la Fiesta de los Toros, pero al mismo tiempo parece ser que oscura e inconcientemente también sabemos que no lo tendremos jamás.

¿A que viene todo esto?. Pues a que el público de Madrid hoy más que nunca me decepciona, y eso que según se dice ya no hay tantos japoneses en la plaza. Vamos a mis razones. Más voluble que nunca, pude ver por la T.V. como se esforzaba César Rincón para tratar de agradarles, y parecían más frios que un helado, qué lástima no se estaba partiendo literalmente la madre un robot, era según lo sé, un torero que años atrás haciendo las mismas cosas hizo vibrar al entendídisimo cónclave y ahora ni volteaban a verlo., literalmente le dieron la espalda. Por su parte Enrique Ponce remó contra la corriente, y le ha costado enormidades no caerse del todo, pórque se cayó y eso es cierto, después de lo hecho por José Tomás y no tuvo respuesta inmediata. Por el contrario, acabó exhibido, prácticamente desnudo y sin poder esconder por más tiempos las ventajas que le dan sus grandes capotes y muletas, sus cites muchas veces amanerados donde echa al toro para afuera en lugar que lo meta a la cadera, y si a ello agrega su incesante movimiento de pinreles, reponiendo mucho entre pase y pase, pues imagínense lo que pasó. Ahora sucedió una cosa con ese torero, como le pasa a muchos, al paso del tiempo dejan de ser visibles sus cualidades y comienzan por asomarse muy frecuentemente sus defectos, lo cierto es que no sólo para él, sino para otros toreros., José Tomás les ha colocado la etiqueta de “ventajosos” que durante mucho tiempo tal vez cargarán muy a su pesar, son de ahora en delante “los otros”.

Paréntesis sobre Ponce y el público. Me comenta Luis de la Rosa, exnovillero y litigante actualmente, que los que van a Madrid son un compendio de tauromaquia según ellos. Y por cierto tienen la impresión que nosotros, sí Uds. y un servidor, seguramente somos tontos. Ahí les vá. Me refiere que durante las faenas de Ponce, (la televisión no lo dice, sólo se escucha al narrador) que de los tendidos reprobaron su actuación y le decían “Vete a México, con esto allá sí”.. En fín, me acuerdo de Pepe Abraham Ramírez cuando dice “creen que somos pendejos... ¡Pero no lo somos!.”. cuando se habla de trucos taurinos. No se si ellos, ó tal vez nosotros hemos tardado en darnos cuenta que Ponce ciertamente es un gran torero, pero que utiliza engaños muy grandes, que “zapatea” mucho, y liga muy poco, que yo en lo personal de todas las temporadas que ha venido a México, por quietud , relajamiento de cuerpo y ligazón, me quedo con la faena que realizó en la México la temporada pasada en el mano a mano con “Zotoluco”. No nos hagamos bolas como dijo el que hace poco salió más vivo que nunca en la televisión..

Pero eso no es todo, ciertamente José Tomás los ha vuelto locos, pero parece ser que hasta de atar respecto de otros toreros. Tal parece que en otros les parece ventajoso si el torero deja un poco la muleta en la cara del toro para reponerse y tirar de él. No, de ninguna manera, tiene que terminar el muletazo, medio despatarrarse y citar de nuevo, aunque no exista ligazón alguna. Pero eso no es todo, lo que acabo de decir puede ser una tarde, y para las siguientes dos o tres puede dejar de tener vigencia para ellos, y luego volver a retomar el caminito de “la cátedra”. ¿Se imaginan Uds. las que ha de pasar un torero, digamos de media tabla para arriba en el escalafón que aparezca colgado en tres carteles de la Feria, en fechas espaciadas? ¿Necesitará cucharaditas de “Pasiflorinne” para tratar de dormir, pensando cuáles serán las reacciones de quienes hoy otorgan pleno valor a una cosa, y al día siguiente eso mismo les vale madres? Imaginen el escenario para los otros toreros.

De José Tomás, se ha dicho todo. Acaso conviene ahora establecer, que si la última puerta grande de Madrid con la Beneficiencia televisada a América, fue algo benévola a decir de Navalón y de algunos más, yo creo que no hay que asustarse de nada. Se repiten con él, lo que ha sido con otros en cuanto a que si el público va predispuesto a ver en grande a un torero, con poco que se aparezcan las condiciones acaba por verlo así. Por el contrario, cuando se va con cierta animosidad a ver mal a un torero, también acaba por verse mal, es más, creo que hay veces que hasta modificamos a nuestro antojo las circunstancias para lograr el propósito, y si no, como está eso que vemos aburridos y con pocas ganas de salirle al toro a nuestros veteranos coletas nacionales.

REFLEXION FINAL.

No todo lo que brilla es oro aunque lo parezca. Tampoco todo es bazofia aunque también lo parezca,. No hay que creer todo lo que se diga. Si las circunstancias de la vida cotidiana nos enseñan que hay una fuerte tendencia a ver a los despreocupados como seres raros hoy día, en materia taurina más que nunca cobra vigencia el que todo, ó casi todo hay que tomarlo CON LAS DEBIDAS RESERVAS. Claro está, salvo lo que Uds. piensen. Muchas gracias.