Entrevista a Ricardo Magdaleno
Rodríguez
Gustavo Arturo de Alba
Hacienda defiende el caso
Serfin
Juan Castaingts Teillery
Arrieros somos, y en el camino
andamos
Xavier A. López de la Peña
Periodistas, políticos y opinión
pública en la conformación del espacio público y
político
Salvador de León Vázquez
Ellos saben cómo
hacerlo
Miguel Molina
¿El misterio del
cosmos?
E. Miret Magdalena
Elecciones en el Estado de
México (Disponible sólo en formato
PDF)
Roy Campos Esquerra y Federico Rosas Barrera
Los movimientos
sectarios
Marco Antonio Venegas M.
A lomo de
palabra
Germán Castro
Correspondencia con Don
Gus
Gilberto Calderón Romo
Aguascalientes en
Cifras
Carlos Reyes Sahagún
Con las debidas
reservas...
Isidoro Cárdenas Rodríguez |
Isidoro Cárdenas Rodríguez
I.- LAS RAZONES
El título que pongo a éstas líneas, desde luego tiene
que ver con el que empleó durante muchos años el semanario
taurino El Redondel, en sus ediciones de periódico y luego
de revista, y donde se daba cuenta de manera muy escueta de los datos
correspondientes a los festejos celebrados en el interior de la República.
En esas informaciones, sólo aparecían los nombres de los toreros
actuantes, de la ganadería de donde procedían las reses lidiadas,
desde luego la plaza donde tenía lugar el festejo mini-reseñado,
y el resultado del desempeño de los diestros, es decir , palmas, pitos,
oreja u orejas, rabo y porqué nó, los indultos que durante
mucho tiempo se hacías presentes en las jornadas taurinas de provincia.
Recuerdo entonces, que los editores justificaban el título de la columna,
aduciendo que podrían ó no ser ciertos los datos que conformaban
el espacio. Con ello desde luego dejaban al lector que se formara en su mente
la interrogante en el sentido ¿Si eran realmente toros los que se lidiaron?
¿Realmente se cortaron las orejas que se dicen en la nota?, y si en
realidad se otorgaron ¿qué tipo de faenas se premiaron?, etc.
Lo anterior desde luego me parecía honesto, dado que la veracidad
de los informantes, ó la calidad moral con la que hacían su
trabajo; sin duda podría ser puesta en entredicho, y ello desde luego
dejaba fuera de cualquier responsabilidad a los editores de la desaparecida
publicación desde el momento en que hacían la aclaración
pertinente.
Resulta que ahora, tenemos la suerte de contar con más publicaciones
taurinas a través de la prensa escrita de venta en los puestos de
periódicos y revistas e incluso del Internet , y se amplía
la posibilidad de conocer de cerca de quienes parecía que dentro del
mundillo taurino español, en materia de crítica taurina e
información parten el bacalao como se dice, lo que hay
que ver es en realidad cómo lo parten y a quienes les parten algo
más. Bajo esos antecedentes, resulta que ahora se tiene acceso a
José Carlos Arévalo, a Federico Arnás, a Paco Aguado
en sus colaboraciones en periódicos y semanarios españoles;
desde luego a nuestro conocido visitante a nuestra ciudad Fernando
Fernández Román a quien vemos en las transmisiones de
TVEspañola. Pero me ha llamado poderosamente la atención, el
que de algunas fechas para acá, se sigan con cierto interés
las colaboraciones de Alfonso Navalón, quien al parecer le hace el
gran favor a La Tribuna de Salamanca por escribir sobre las verdades
del Toreo, dado que se precia de tenerlas, y no sólo eso, sino de
explicarlas a las gentes que tal vez como un servidor, necesitamos de algo
más para hacer asequibles a nuestras mentes pequeñas y seguramente
un poco cerradas, tan importantes conceptos.
Probablemente adivinaron, el tal Señor Navalón no me ha caído
bien, y desde luego tengo mis razones para ello, durante el curso del presente
texto se las iré comentando. Lo que en todo caso me interesa, no es
venir a decirles que dejen de leerlo, si les ha cautivado su estilo
finísimo de asesinar personalidades y pregonar una tal suficiencia
tal, que leyéndole se pueda ser como él. Yo realmente no les
puedo aconsejar nada, finalmente mayorcitos, Ud.s sabrán lo que hacen.
Sin embargo, lo que sí realmente me interesa, es darles mi punto de
vista acerca de porqué no todo lo que viene de España es bueno
y por ende sirve, trátese de críticos, de públicos ó
de toreros. Se ha dicho que por aquellos lares se las gastan, yo creo que
en muchas cosas hasta pueden quedar a deber.
Así pues, lo que ahora les cuento, puede ser interpretado como
Uds. prefieran-, como una mezcla de humor negro y cachondeo que he fabricado
a propósito de Navalón, del cultísimo y
entendedor público de la Plaza de Las Ventas de Madrid, y de
un extraordinario torero (sin comillas el adjetivo); José Tomás
.Y esto de alguna manera prueba a la luz de los acontecimientos recientes
de San Isidro, que si bien es cierto que el toro es el eje de la Fiesta,
cuando surgen los grandes toreros, terminan por derrumbarse quienes no tienen
el peso específico que sea capaz de soportar los embates de quienes
llegan para quedarse y aniquilan modas,.Asi así como de los
públicos, que si bien se constituyen muchas veces en el llamado monstruo
de mil cabezas para acabar a un diestro, muchas veces también acaba
por rendirse a los pies de quien tiene la capacidad y suficiencia torera
para borrar de un plumazo lo hecho anteriormente, en un franco padecimiento
de una amnesia que se puede tornar hasta cruel. Finalmente ello no importa,
en el ser humano nuestra gran verdad el día de hoy, puede ser nuestra
gran mentira para mañana.
II.- UN POCO DE CRITICO TAURINO ALFONSO NAVALON.
Se ha dicho ya, y con razón, que el crítico de toros debe orientar
su trabajo a expresar con palabras de un modo que es irremediablemente subjetivo
lo que ha visto en la plaza,.Mucho ojo, de ninguna manera lo que ha querido
ver, ó dejar de hacerlo. Por ello es delicado su trabajo, bien pagado
o no, eso es otra cosa. El tratar de contar los hechos con objetividad es
algo tremendamente difícil, y no muchos tienen la capacidad no solo
de hacerlo, sino de transmitir al lector que en verdad lo hacen, ó
al menos intentan seriamente hacerlo despojándose de cualquier animosidad,
ó en su caso de alguna preferencia marcada ó sutil, si es que
en la balanza influye sobre los hechos.
Es por ello, que cuando una víscera con pluma, ó acaso con
computadora pretende erigirse como el poseedor de la verdad absoluta sobre
la Fiesta, sin importar ofender a ganaderos a quien ha tildado de maricones
como alguna vez ya lo hizo Navalón, ó en su caso se refiera
a sus colegas con expresiones tales como : el palabrero,
el fenicio prostituto ó el iletrado de Cáceres,
y después pasar a dar una brillante demostración de pedantesca
erudición; no sólo da rienda suelta a sus pasiones incontenidas,
sino que hace un gran favor a los lectores que le siguen en la Tribuna de
Salamanca, puesto que con arrogancia sin par, afirma categórico:
Pensé dejarlo para mi columna de la página tres, que
es donde verdaderamente disfruto y hago disfrutar a las personas de cierta
sensibilidad y cultura. Por consecuencia lógica, si los lectores
no tienen cierta cultura y sensibilidad, no van a disfrutar terrible
decepción-, y no van a permitir que disfrute (Ah, que tipos tan egoistas
y malvados) al distinguido Señor Navalón de su quehacer
periodistico.
Pero fíjense bien mis queridos amigos, el critico
Navalón por si Uds. no lo sabían, -y para que en lo sucesivo
le agradezcan infinitamente-, tiene el atrevimiento, que desde luego escapa
por completo a la inocencia de los lactantes, de escribir el pasado día
23 de Junio a través de las páginas de internet en relación
a José Tomás en su paso por Madrid durante el prolongado serial
isidril; una tristeza momentánea que se desvanece como polvo en el
viento dejando paso a un maravilloso descubrimiento. Anótenle: En
el caso de este torero de Galapagar, me resulta doloroso tener que
señalarle cosas negativas porque soy el causante de que sea figura
del toreo....
¿Cómo la ven desde ahí mis amigos? ¿Sabian Uds. pues,
que José Tomás tiene el sitio que ocupa en la Fiesta de los
Toros, porque Navalón resultó ser la causa del efecto producido
por el arrollador triunfo del jóven torero?. Ah.... pues entonces
sépanlo y que no se les vaya a olvidar..Bueno, si no tienen cultura
y sensibilidad tal como lo exige el crítico, seguramente
la memoria les jugará una mala pasada.
Exagerado o grandilocuente. Apasionado o merecedor del aplauso, para mí
simplemente un payaso, sólo un triste payaso como cantaba Javier Solis.
¿A quien se le puede creer semejante barrabasada, por no decir de otro
modo?. ¿Cuándo en la historia del torero durante la etapa que
Uds. recuerden, los críticos son los causantes que los
toreros que se la juegan limpia y gallardamente, hagan delirar a los
públicos y salgan en hombros; les deban el favor a tan brillantes
plumas?. El tal Navalón, como se dice por acá, ¿es ó
se hace?. Por favor, creo que todos lo hemos visto, José Tomás
es una figura del Toreo con, sin y afortunadamente pese a Navalón,
¡Ah, pa favorcitos¡.
Pero bueno, después de todo yo creo que por ejemplo Fernández
Román en ocaciones dice: la espada ha caido apenas un
pelín...cuando el acero aparece bastante abajo, También
en ocaciones se percibe tendencioso su proceder, puesto que según
se afirma tiene sus gustos particulares al involucrarse monetariamente con
los protagonistas de la Fiesta. Recuérdese que el año pasado
vino a nuestra ciudad, con los gastos de primera totalmente pagados, y ya
para venir de allá, exigió determinada suma de dólares
libres de polvo y paja para dar realce al Encuentro de Ciudades
Taurinas. Cosas semejantes de dicen en el mundillo acerca por ejemplo de
José Carlos Arévalo, quien encontró el modo de hacer
su negocito, virtud del encuentro monetario que tiene con una
editora que al parecer manejan en nuestro país ganaderos de bravo
entreverados con potentados industriales . Sin embargo, a éste personaje
personalmente le agradezco el haber escrito una de las crónicas más
bellas que he tenido en mis manos. Total, si fue por encargo económico,
diría que justificó y de sobra la paga por el trabajo, y si
fue espontáneamente como al parecer el propio autor lo dice, mucho
mejor para él y de todos modos muchas gracias.
Como se aprecia, también saben cocer habas quienes nos mantienen hasta
cierto punto informados de los acontecimientos que se registran en España.
Sin embargo, repruebo totalmente, que Alfonso Navalón so pretexto
de no sumarse al coro de alabanzas agreda y ofenda en aras de justificarse
como el que más sabe, como el que todo lo puede, incluso habla de
cuestiones de técnica taurina en un nivel que yo creo sinceramente
que sólo corresponde hacer a quienes se han plantado en una
arena frente a un toro. Pero claro, desde luego ignoro si lo ha hecho, lo
que si supe, es que tiene una ganadería de reses bravas y que lidia
en España. Creo recordar que entre ganaderos hay un dicho que establece
que los toros reflejan en mucho el comportamiento de sus criadores, por lo
que puedo deducir con cierta facilidad que los astados que provienen de
Navalón deben ser unos auténticos galafates, sobrados de jiribilla,
que no de bravura, con peligro y muchas malas ideas con más de siete
felinos en cada animal.
III.- EL PUBLICO, JOSE TOMAS Y LOS OTROS.
El público español, por ahora según refieren las notas
y los propios asistentes al pasado ciclo de San Isidro, pasa por momentos
realmente preocupantes, bueno no para todos. Parece ser que hasta ahora,
fíjense Uds. hasta ahora se han dado cuenta del llamado aficionado
integrista. Entiéndase el que va con todo y contra todos,
obsesionado por encontrar que todo esta mal, y claro desde luego que el que
busca encuentra, y luego los frentazos no se hacen esperar. En un trabajo
de hace tiempo, al referirme al público, ya comentaba que todos los
aficionados somos diferentes, y que depende3 muchas veces de nosostros mismos
el poder disfrutar el triunfo, el asimiliar el fracaso, e sentir el miedo,
etc. Fiinalmente todo va de acuerdo con lo que sentimos por dentro y así
como todo en la vida, nos la hacemos fácil ó difícil.
Sin embargo, yo estoy convencido que el público de toros tiene tendencia
a la decepción, parece que ya vimos lo que nos interesaba ver, lo
que deseábamos ver, y ya vimos dentro de nosotros la faena, la única
e irrepetible, y luego como que ya no podemos verla de nuevo , como que parece
imposible. En otro texto yo manejaba la idea que muchas veces los aficionados
como que ya sabemos lo que queremos de la Fiesta de los Toros, pero al mismo
tiempo parece ser que oscura e inconcientemente también sabemos que
no lo tendremos jamás.
¿A que viene todo esto?. Pues a que el público de Madrid hoy
más que nunca me decepciona, y eso que según se dice ya no
hay tantos japoneses en la plaza. Vamos a mis razones. Más voluble
que nunca, pude ver por la T.V. como se esforzaba César Rincón
para tratar de agradarles, y parecían más frios que un helado,
qué lástima no se estaba partiendo literalmente la madre un
robot, era según lo sé, un torero que años atrás
haciendo las mismas cosas hizo vibrar al entendídisimo cónclave
y ahora ni volteaban a verlo., literalmente le dieron la espalda. Por su
parte Enrique Ponce remó contra la corriente, y le ha costado enormidades
no caerse del todo, pórque se cayó y eso es cierto, después
de lo hecho por José Tomás y no tuvo respuesta inmediata. Por
el contrario, acabó exhibido, prácticamente desnudo y sin poder
esconder por más tiempos las ventajas que le dan sus grandes capotes
y muletas, sus cites muchas veces amanerados donde echa al toro para afuera
en lugar que lo meta a la cadera, y si a ello agrega su incesante movimiento
de pinreles, reponiendo mucho entre pase y pase, pues imagínense lo
que pasó. Ahora sucedió una cosa con ese torero, como le pasa
a muchos, al paso del tiempo dejan de ser visibles sus cualidades y comienzan
por asomarse muy frecuentemente sus defectos, lo cierto es que no sólo
para él, sino para otros toreros., José Tomás les ha
colocado la etiqueta de ventajosos que durante mucho tiempo tal
vez cargarán muy a su pesar, son de ahora en delante los
otros.
Paréntesis sobre Ponce y el público. Me comenta Luis de la
Rosa, exnovillero y litigante actualmente, que los que van a Madrid son un
compendio de tauromaquia según ellos. Y por cierto tienen la
impresión que nosotros, sí Uds. y un servidor, seguramente
somos tontos. Ahí les vá. Me refiere que durante las faenas
de Ponce, (la televisión no lo dice, sólo se escucha al narrador)
que de los tendidos reprobaron su actuación y le decían Vete
a México, con esto allá sí.. En fín, me
acuerdo de Pepe Abraham Ramírez cuando dice creen que somos
pendejos... ¡Pero no lo somos!.. cuando se habla de trucos taurinos.
No se si ellos, ó tal vez nosotros hemos tardado en darnos cuenta
que Ponce ciertamente es un gran torero, pero que utiliza engaños
muy grandes, que zapatea mucho, y liga muy poco, que yo en lo
personal de todas las temporadas que ha venido a México, por quietud
, relajamiento de cuerpo y ligazón, me quedo con la faena que
realizó en la México la temporada pasada en el mano a mano
con Zotoluco. No nos hagamos bolas como dijo el que hace poco
salió más vivo que nunca en la televisión..
Pero eso no es todo, ciertamente José Tomás los ha vuelto locos,
pero parece ser que hasta de atar respecto de otros toreros. Tal parece que
en otros les parece ventajoso si el torero deja un poco la muleta en la cara
del toro para reponerse y tirar de él. No, de ninguna manera, tiene
que terminar el muletazo, medio despatarrarse y citar de nuevo, aunque no
exista ligazón alguna. Pero eso no es todo, lo que acabo de decir
puede ser una tarde, y para las siguientes dos o tres puede dejar de tener
vigencia para ellos, y luego volver a retomar el caminito de la
cátedra. ¿Se imaginan Uds. las que ha de pasar un torero,
digamos de media tabla para arriba en el escalafón que aparezca colgado
en tres carteles de la Feria, en fechas espaciadas? ¿Necesitará
cucharaditas de Pasiflorinne para tratar de dormir, pensando
cuáles serán las reacciones de quienes hoy otorgan pleno valor
a una cosa, y al día siguiente eso mismo les vale madres? Imaginen
el escenario para los otros toreros.
De José Tomás, se ha dicho todo. Acaso conviene ahora establecer,
que si la última puerta grande de Madrid con la Beneficiencia televisada
a América, fue algo benévola a decir de Navalón y de
algunos más, yo creo que no hay que asustarse de nada. Se repiten
con él, lo que ha sido con otros en cuanto a que si el público
va predispuesto a ver en grande a un torero, con poco que se aparezcan las
condiciones acaba por verlo así. Por el contrario, cuando se va con
cierta animosidad a ver mal a un torero, también acaba por verse mal,
es más, creo que hay veces que hasta modificamos a nuestro antojo
las circunstancias para lograr el propósito, y si no, como está
eso que vemos aburridos y con pocas ganas de salirle al toro a nuestros veteranos
coletas nacionales.
REFLEXION FINAL.
No todo lo que brilla es oro aunque lo parezca. Tampoco todo es bazofia aunque
también lo parezca,. No hay que creer todo lo que se diga. Si las
circunstancias de la vida cotidiana nos enseñan que hay una fuerte
tendencia a ver a los despreocupados como seres raros hoy día, en
materia taurina más que nunca cobra vigencia el que todo, ó
casi todo hay que tomarlo CON LAS DEBIDAS RESERVAS. Claro está, salvo
lo que Uds. piensen. Muchas gracias. |
|
|