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Hubo un tiempo en que el Mundo era oscuro
I see the gate and door are opening, --Faust; Johann Wolfegang von Goethe
Hubo un tiempo, niños y niñas, cuando el mundo no era tan lindo como ahora. Hubo tiempos cuando hombres malignos comenzaban guerras, cuando las mujeres eran suprimidas, cuando la religión era un acertijo. Existían tiempos cuando naciones se aliaban entre sí para comenzar guerras con países lejanos ante el prospecto de ganancia material. Hicieron todo esto ante el pretexto de rectitud, gritando la palabra moral. Llamaron a éstas guerras "Las Cruzadas". Si, eran malos tiempos. Los ricos se aprovechaban de los pobres, y eran mayormente estos nacidos ricos que se volvían ricos. Un tiempo cuando homosexuales eran rechazados, negados de sus derechos humanos básicos; llevados a ocultarse. Eran tiempos cuando las personas eran controladas por mentiras y miedo. Se les decía en qué creer y ellos lo creían. Si, el diablo reinaba en esos tiempos, pero ahora las cosas están mucho mejor. Este es un tiempo de iluminación. Ya no hay otro enemigo más que el que creamos nosotros mismos. El miedo es esparcido por señales aéreas ahora; las personas están ante un control mucho más eficiente. Las mujeres son suprimidas más reservadamente; se les ha dado la ilusión de libertad para mantenerlas calladas. La religión es mucho más sincera ahora: stickers, imanes, brazaletes. Las personas son mucho más tolerantes ante otras religiones también, ya no son pegadas y linchadas en la calle. Ahora, son alejadas de la sociedad abierta, forzados a practicar su fé ocultos de los ojos excluyentes de la sociedad. Ellos, también, han sido dados la ilusión de libertad. El gobierno dice que somos libres de adorar como queramos, pero eso no significa que a todos alrededor tuyo no les gustaría verte convertido o muerto. Tus vecinos ocultan a sus hijas de los paganos; siempre se olvidan de ocultar a sus hijos. Las guerras en estos tiempos de iluminación tienen casi todas sus bajas a un lado. Las cruzadas son mucho más eficientes y lucrativas. Los ricos se siguen aprovechando de los pobres. Qué es que hace estos días gloriosos tan diferentes de las indecentes eras oscuras? Hay una cosa, talvez la parte más importante. En el pasado oscuro y vil, aquellos que trataban de seguir la fé verdadera eran engañados por el diablo. Mortificaron su carne con látigos, y torturas. En estos tiempos gloriosos, sin embargo, los fieles mortifican sus almas.
2004 :: Frank Veverka A. | Información
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