Excelentísimos
Presidentes visitantes que nos honran, su Alteza Real, el Príncipe
de Asturias
Sus
excelencias, ex presidentes de la República de Panamá y señoras
Su
Excelencia José Luís Varela, Presidente de la Asamblea
Nacional de Diputados y Señora.
Su
Excelencia Harley Mitchel, Presidente de la Corte Suprema de
Justicia y Señora.
Honorable
Señora Marta Linares de Martinelli, Primera Dama de la República.
Su
Excelencia Juan Carlos Varela, Vicepresidente de la República y
Señora.
Sus
Excelencias Señores Jefes de Delegaciones de Países Amigos que
han Concurrido a esta ceremonia y Comitivas.
Su
Excelencia Reverendísima, Monseñor José Dimas Cedeño,
Arzobispo de la Arquidiócesis de Panamá.
Honorables
miembros del Cuerpo Diplomático, Consular y de Organismos
acreditados en la República de Panamá.
Honorables
Diputados de la Asamblea Nacional y señoras.
Honorables
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Señoras.
Honorables
Magistrados del Tribunal Electoral y Señoras.
Honorable
Señora Procuradora General de la Nación.
Honorable
Señor Procurador General de la Administración.
Honorable
Señor Defensor del Pueblo.
Honorable
Rector Magnífico de la Universidad de Panamá.
Señores
Invitados Especiales y aquí quiero dar un caluroso aplauso a
los compañeros de Juan Carlos Varela que han venido de la
universidad de Georgia Tech, a mis compañeros de escuela
secundaria que han venido desde muy lejos de la Staunton
Military Academy,
Damas
y Caballeros…
Hoy,
ante Dios que nos protege y mi país, estoy parado aquí,
honrado por la confianza que el pueblo nos ha dado.
Estoy
entusiasmado por el trabajo que nos espera.
Esta
transmisión de mando es algo que todos valoramos.
Lo
que celebramos hoy es prueba que en Panamá la voz de cada
ciudadano es escuchada. Y que los principios democráticos que
nos unen, son más poderosos que cualquier diferencia.
Aunque
no están aquí, le quiero dar las gracias al Presidente
Torrijos y a la ex Primera Dama, Vivian de Torrijos, por su
servicio a nuestro país.
Les
agradezco a ellos también su cooperación y apoyo tan generoso
en esta transición. Juntos hemos demostrado que este pueblo
respeta la dignidad política de cada ser humano.
También
quiero aprovechar la oportunidad para enviarle al presidente
Endara, nuestros deseos de una pronta recuperación.
Aquí en Panamá tenemos una tradición democrática, que es tan
sólida como una roca.
Estoy
honrado que la comunidad internacional esté aquí para celebrar
con nosotros este gran momento.
Nunca
hemos tenido tantos visitantes, de tantas partes del mundo.
Todos son bienvenidos y les damos las gracias por participar hoy,
en nuestros primeros pasos hacia el nuevo Panamá, que vemos en
el horizonte.
Nuestro
país es único en muchas cosas:
Tiene
la isla inhabitada más grande del litoral pacífico.
Panamá
es el único lugar en el Caribe que tiene pueblos indígenas.
Esta
ciudad fue la primera construida por los españoles aquí en el
Pacífico. Aquí Vasco Núñez de Balboa descubrió el Mar del
Sur.
Pero tenemos algo más que nos distingue. Hemos crecido hasta
llegar a ser la llave de paso de la economía del mundo.
Si
Marco Polo hubiera vivido en nuestra época, hubiera utilizado a
Panamá como su ruta de las especias modernas.
Desde siempre los panameños hemos jugado un papel importante
para nuestros vecinos y el mundo.
Y
ahora nos toca hacerlo otra vez.
En
estos 5 años, nos toca demostrar cómo nuestro modelo económico
y de gobierno puede ser un ejemplo para todos los que aspiran
prosperidad y progreso.
Juan
Carlos Varela y yo somos dos empresarios que hemos incursionado
en la política, para cambiar la manera de hacer las cosas.
Vamos a agarrar nuestras experiencias en el sector privado y
ponerlas a trabajar donde nunca se han visto: En el gobierno.
Vamos
a desburocratizar el Estado. “Desburocratizar” es una
palabra un poco difícil de decir, pero el que va a trabajar
conmigo en este gobierno, más vale que la aprenda.
En
el mundo de los negocios yo camino en los pasillos, hago
preguntas, abro gavetas.
Yo
aprendí que a los problemas se les da la cara.
Tal
como lo notó mi gran amigo y mentor político Samuel
Lewis Galindo, en el gobierno de Ricardo Martinelli, se va
actuar con firmeza y educación, pero sin finezas.
Yo
creo que el tiempo es oro y muy corto.
Ni
Juan Carlos ni yo aceptamos este trabajo para quedarnos sentados
detrás de un escritorio.
Soy
un hombre simple, sencillo y directo. Si fallo en algo de
protocolo, les pido que me disculpen. Pero no nos eligieron para
sumarle más páginas al libro de protocolo.
Este
pueblo nos dio un claro mandato para traer un cambio a este
gobierno, de arriba a abajo, y eso es lo que vamos a hacer.
La costumbre de que los políticos ponen sus intereses
personales sobre los del pueblo, se terminó.
El
juego de tener un gobierno gordo y un pueblo flaco llegó a su
fin.
La
era de los políticos que entran limpios y salen millonarios se
acabó.
En
mi gobierno se puede meter la pata. Pero no se puede meter la
mano.
Por
eso hoy, inauguramos un gobierno que va a poner los intereses
del pueblo primero.
Sabemos
que vienen tiempos difíciles. Ahora es cuando el gobierno tiene
que ser más ágil, más transparente y más eficiente.
No es un secreto que estamos al principio de una crisis económica
mundial. Es una crisis que no causamos, pero la vamos a sufrir
todos.
Es
la peor crisis desde la Gran Depresión de los años 30.
En
esta tormenta todos estamos en el mismo barco, y en el mismo
barco la vamos a enfrentar.
La
verdad es que nuestro gobierno no va a tener los recursos que
tuvo el gobierno anterior.
Pero
eso nos da más razón de actuar con urgencia.
El
panameño trabajador está viendo que la tormenta se le viene
encima.
Los
cambios que hemos propuesto no pueden esperar más.
Las
promesas que hicimos en campaña son buenas ideas. Son un
mandato que este pueblo exige. Pero más que eso, son parte
integral de un plan de estímulo que necesitamos para sacar
nuestra economía a flote.
Mañana
mismo tendremos nuestro primer Consejo de Gabinete.
Va
a ser donde siempre hemos caminado. Va a ser donde el cambio
tiene que suceder. Va a ser en las Garzas de Pacora, no en el
Palacio de las Garzas.
Ahí
es donde se necesitan empleos.
Ahí
es donde necesitamos el metro.
Ahí
es donde hace falta seguridad.
Las
Garzas de Pacora es el punto de partida de lo que vamos a lograr
en los próximos 5 años.
Les
pido que se preparen conmigo, nos remanguemos las mangas y nos
pongamos a trabajar.
Empecemos
con esto:
Vamos
aumentar el salario a toda la fuerza pública, porque están muy
mal pagados.
Vamos
a darle vida a una de las propuestas de Juan Carlos: Daremos 100
balboas mensuales a los viejitos, que no tengan jubilación
Y
para los estudiantes que nos ven por televisión y nos escuchan
por radio, ustedes pueden contar con becas, libros y útiles
escolares gratis. Eso lo vamos hacer para todas las familias
pobres en Panamá.
Empezaremos
el plan masivo de titulación de tierras, así es que les digo a
todos los que me escuchan que tienen sus derechos posesorios,
preparen esos derechos porque van a tener su pedazo de tierra
titulado.
Y
también vamos a empezar el programa de empleo más grande en la
historia de Panamá después de la expansión del canal. Vamos a
empezar la licitación para la construcción del nuevo Metro que
le dará al pueblo panameño una mejor calidad de vida.
Pero
esto es solo el comienzo. Tenemos muchas más cosas que hacer.
Nada
es más importante que bajar el costo de la comida.
Por
eso aumentaremos los puntos de venta del programa compita y no más
productos casados.
Vamos
a darle más crédito al sector agropecuario y apoyar las
granjas auto sostenibles. Así vamos aumentar la producción
nacional y ayudamos a nuestros campesinos a producir más comida
y comida más barata.
Hacen
2 años, le construimos una vivienda a un panameño olvidado
llamado Newton Rodney. Newton nos enseñó una lección: que
como el, existen más de 165 mil familias de panameños
olvidados que sufren la tragedia de no tener un techo seguro.
Vamos
a comenzar un plan masivo para construir viviendas populares.
Este programa no solo va a estas familias un techo digno, sino
que va crear empleos para los obreros de la construcción y
reactivará la economía.
Todos
los que viven en Panamá y los que nos visitan, merecen un país
más seguro.
Vamos
hacer que nuestras cárceles sean centros de rehabilitación y
no universidades del crimen.
A
los menores que cometen delitos como adultos, los vamos a juzgar
como adultos.
Y
vamos a darle más recursos y más soporte de inteligencia a
nuestros policías. Proteger el derecho de los ciudadanos a
caminar por calles seguras, es una de las primeras obligaciones
de cualquier gobierno. Esta responsabilidad la vamos a cumplir.
Y
para todos los que quieran venir a invertir en Panamá, les hago
saber que nuestras puertas están abiertas. Quiero dejar bien
clara nuestra misión: Vamos hacer de Panamá el mejor lugar en
Latinoamérica para hacer negocios.
Esta
es la mejor manera de generar empleos y tener una mejor calidad
de vida para todos los panameños.
Y
lo vamos a complementar con los Tratados de Libre Comercio,
con los Estados Unidos de Norteamérica y todos los otros
países del mundo, incluyendo Europa y los hermanos
latinoamericanos.
Estamos
orgullosos de nuestra historia y nuestra herencia; de nuestra
libertad de expresión, nuestra libertad de pensamiento, y
nuestra
libertad
de decidir el rumbo de la patria. Panamá tiene que mantenerse
como un líder de libertad y justicia, no solo aquí en nuestra
casa, sino en nuestra región y nuestro continente.
Como
Presidente, haré todo lo que esté a mi alcance para avanzar
los ideales de una economía libre, desafiando el péndulo ideológico
distinto que hay en Latinoamérica.
Vamos
a ser un socio activo con México y Colombia en la batalla
contra los narco-terroristas, que han invadido nuestro país,
trayendo crimen, luto y desesperación a nuestra población
inocente.
Nosotros
empezamos este gobierno con un mandato sin precedente: Un
mandato para el cambio.
Pero este mandato no viene solo.
Viene
amarrado con una gran responsabilidad. La responsabilidad de
trabajar unidos, hombro a hombro, dejando atrás los egoísmos
políticos que nos han dividido.
Por
eso fuimos elegidos.
No
solo por nuestras propuestas, sino también para a cambiar la
manera de hacer gobierno.
Vamos a cambiar el sistema donde un partido político solo busca
lo que le puede quitar al otro.
Donde
el pueblo busca lo que le puede sacar al gobierno.
Donde
el gobierno busca lo que le puede quitar al pueblo.
Es
un círculo vicioso donde todos pensamos que así ganamos. Y créanme
que no es así.
La
verdad es que en este juego, nos dividimos unos contra otros y
todos terminamos perdiendo.
El
gobierno no tiene que ser partidista. Nosotros vamos a gobernar
con los mejores, no importa de donde vengan o su afiliación política.
Estamos
unidos por algo más importante que un partido político.
Estamos unidos por nuestro país. Y así, poniendo los intereses
del pueblo primero, vamos a gobernar.
Algunos
dicen que los retos que nos esperan, son muchos para una sola
persona. Pero no son muchos para un pueblo unido.
Este gobierno va a cumplir todas las promesas que hizo. Este es
mi compromiso. La única promesa que probablemente no voy a
cumplir, es bajar de peso, pero créanme que voy a hacer todo lo
posible
Hasta
ahora hemos aceptado que el destino de nuestro país esté solo
en las manos del gobierno.
Pero
yo creo que nuestras esperanzas dependen de algo más poderoso
que cualquier gobierno. Dependen del sudor y determinación de 3
millones de panameños. Esa es la verdadera fórmula de nuestro
éxito.
En
5 años, otro presidente estará parado aquí celebrando la
transmisión de mando. Pero lo que empezamos aquí hoy no
cambiará, ni en cinco ni en cien años.
Desde
ahora, este gobierno y los que siguen van a caminar en los
zapatos del pueblo.
Desde
ahora, nuestros gobiernos no se enriquecerán del pueblo. Sino
que servirán al pueblo.
Este
es un tiempo de grandes retos y oportunidades. La economía del
mundo está a prueba. Y la de Panamá también.
Quiero
decirles: Yo no soy perfecto. La perfección es algo que Dios
reservó para los seres humanos en otra vida. Y yo sé que vamos
a encontrar obstáculos en el camino.
Pero
las dificultades no nos van a detener. Por el contrario: van a
demostrar nuestra determinación.
Vamos
a superar esta tormenta económica. Vamos a salir preparados
para competir. Preparados para ganar.
Este
es el momento para ser ciudadano de este país, porque las
oportunidades que nos esperan son enormes.
Veo
un Panamá con más hombres y mujeres trabajando.
Veo
una clase media creciendo y ganando más dinero.
Veo
tecnologías nuevas produciendo un crecimiento económico sin
precedente.
Veo
a un Panamá con mejor salud, mejor educación y más familias
unidas y contentas.
Nosotros
podemos hacer cualquier cosa que soñemos.
Entonces,
¿por qué no hacemos con nuestro futuro lo que queremos?
Soñemos
en grande. Nuestros mejores días están por venir.
Somos
panameños, unidos por un cambio.
Y
unidos nada es imposible.
Unidos
nada nos puede vencer!
Les
doy las gracias a todos ustedes y que Dios los bendiga y
que viva Panamá.
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Cortesia
de La Presidencia -- http://www.presidencia.gob.pa/trans_presidente.php
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