Libro de las Preguntas, Cuarta Parte



LI

Por qué detesto las ciudades
con olor a mujer y orina?

No es la ciudad el gran océano
de los colchones que palpitan?

La oceanía de los aires
no tiene islas y palmeras?

Por qué volví a la indiferencia
del océano desmedido?

LII

Cuánto medía el pulpo negro
que oscureció la paz del día?

Eran de hierro sus ramales
y de fuego muerto sus ojos?

Y la ballena tricolor
por qué me atajó en el camino?

LIII

Quién devoró frente a mis ojos
un tiburón lleno de pústulas?

Tenía la culpa el escualo
o los peces ensangrentados?

Es el orden o la batalla
este quebranto sucesivo?

LIV

Es verdad que las golondrinas
van a establecerse en la luna?

Se llevarán la primavera
sacándola de las cornisas?

Se alejarán en el otoño
las golondrinas de la luna?

Buscarán muestras de bismuto
a picotazos en el cielo?

Y a los balcones volverán
espolvoreadas de ceniza?

LV

Por qué no mandan a los topos
y a las tortugas a la luna?

Los animales ingenieros
de cavidades y ranuras

no podrían hacerse cargo
de estas lejanas inspecciones?

LVI

No crees que los dromedarios
preservan luna en sus jorobas?

No la siembran en los desiertos
con persistencia clandestina?

Y no estará prestado el mar
por un corto tiempo a la tierra?

No tendremos que devolverlo
con sus mareas a la luna?

LVII

No será bueno prohibir
los besos interplanetarios?

Por qué no analizar las cosas
antes de habilitar planetas?

Y por qué no el ornitorrinco
con su espacial indumentaria?

Las herraduras no se hicieron
para caballos de la luna?

LVIII

Y qué palpitaba en la noche?
Eran planetas o herraduras?

Debo escoger esta mañana
entre el mar desnudo y el cielo?

Y por qué el cielo está vestido
tan temprano con sus neblinas?

Qué me esperaba en Isla Negra?
La verdad verde o el decoro?

LIX

Por qué no nací misterioso?
Por qué crecí sin compañía?

Quién me mandó desvencijar
las puertas de mi propio orgullo?

Y quién salió a vivir por mí
cuando dormía o enfermaba?

Qué bandera se desplegó
allí donde no me olvidaron?

LX

Y qué importancia tengo yo
en el tribunal del olvido?

Cuál es la representación
del resultado venidero?

Es la semilla cereal
con su multitud amarilla?

O es el corazón huesudo
el delegado del durazno?

LXI

La gota viva del azogue
corre hacia abajo o hacia siempre?

Mi poesía desdichada
mirará con los ojos míos?

Tendré mi olor y mis dolores
cuando yo duerma destruido?

LXII

Qué significa persistir
en el callejón de la muerte?

En el desierto de la sal
cómo se puede florecer?

En el mar del no pasa nada
hay vestido para morir?

Cuando ya se fueron los huesos
quién vive en el polvo final?

LXIII

Cómo se acuerda con los pájaros
la traducción de sus idiomas?

Cómo le digo a la tortuga
que yo le gano en lentitud?

Cómo le pregunto a la pulga
las cifras de su campeonato?

Y a los claveles qué les digo
agradeciendo su fragancia?

LXIV

Por qué mi ropa desteñida
se agita como una bandera?

Soy un malvado alguna vez
o todas las veces soy bueno?

Es que se aprende la bondad
o la máscara de la bondad?

No es blanco el rosal del malvado
y negras las flores del bien?

Quién da los nombres y los números
al inocente innumerable?

LXV

Brilla la gota de metal
como una sílaba en mi canto?

Y no se arrastra una palabra
a veces como una serpiente?

No crepitó en tu corazón
un nombre como una naranja?

De qué río salen los peces?
De la palabra platería?

Y no naufragan los veleros
por un exceso de vocales?

LXVI

Echan humo, fuego y vapor
las o de las locomotoras?

En qué idioma cae la lluvia
sobre ciudades dolorosas?

Qué suaves sílabas repite
el aire del alba marina?

Hay una estrella más abierta
que la palabra amapola?

Hay dos colmillos más agudos
que las sílabas de chacal?

LXVII

Puedes amarme, silabaria,
y darme un beso sustantivo?

Un diccionario es un sepulcro
o es un panal de miel cerrado?

En qué ventana me quedé
mirando el tiempo sepultado?

O lo que miro desde lejos
es lo que no he vivido aún?

LXVIII

Cuándo lee la mariposa
lo que vuela escrito en sus alas?

Qué letras conoce la abeja
para saber su itinerario?

Y con qué cifras va restando
la hormiga sus soldados muertos?

Cómo se llaman los ciclones
cuando no tienen movimiento?

LXIX

Caen pensamientos de amor
en los volcanes extinguidos?

Es un cráter una venganza
o es un castigo de la tierra?

Con qué estrellas siguen hablando
los ríos que no desembocan?

LXX

Cuál es el trabajo forzado
de Hitler en el infierno?

Pinta paredes o cadáveres?
Olfatea el gas de sus muertos?

Le dan a comer las cenizas
de tantos niños calcinados?

O le han dado desde su muerte
de beber sangre en un embudo?

O le martillan en la boca
los arrancados dientes de oro?

LXXI

O le acuestan para dormir
sobre sus alambres de púas?

O le están tatuando la piel
para lámparas del infierno?

O lo muerden sin compasión
los negros mastines del fuego?

O debe de noche y de día
viajar sin tregua con sus presos?

O debe morir sin morir
eternamente bajo el gas?

LXXII

Si todos los ríos son dulces de dónde saca sal el mar?

Cómo saben las estaciones que deben cambiar de camisa?

Por qué tan lentas en invierno
y tan palpitantes después?

Y cómo saben las raíces que deben subir a la luz?

Y luego saludar al aire con tantas flores y colores?

Siempre es la misma primavera la que repite su papel?

LXXIII

Quién trabaja más en la tierra,
el hombre o el sol cereal?

Entre el abeto y la amapola
a quién la tierra quiere más?

Entre las orquídeas y el trigo
para cuál es la preferencia?

Por qué tanto lujo a una flor
y un oro sucio para el trigo?

Entra el Otoño legalmente
o es una estación clandestina?

LXXIV

Por qué se queda en los ramajes
hasta que las hojas se caen?

Y dónde se quedan colgados
sus pantalones amarillos?

Verdad que parece esperar el Otoño que pase algo?

Tal vez el temblor de una hoja
o el tránsito del universo?

Hay un imán bajo la tierra,
imán hermano del Otoño?

Cuándo se dicta bajo tierra
la designación de la rosa?

Sergio Leapfrog

orejilla@hotmail.com
Monterrey, Nuevo León
Mexico

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