Autonomía Universitaria
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Qué tanto hay que hablar de la autonomía? Dicen que a buen entendedor pocas palabras bastan...En la Universidad no existe. Eso no es un secreto. La ley que la rige permite que cada vez que un partido político gane las elecciones el gobernador nombre a personas de su confianza para que administren la Universidad.
Esas personas, usualmente ajenas a la Universidad, tienen entonces el poder de la ley para nombrar al resto del
>equipo de confianza= del partido que ganó las elecciones.En el caso de la UPR, desde las elecciones del 92, el partido nuevo progresista enmendó la ley e impuso un cuerpo rector (la Junta de Síndicos) compuesta principalmente por DIEZ personas de confianza del gobernador y del partido que ganó las elecciones. Ellos deciden quién es el presidente de la Universidad, quien a su vez tiene la última palabra sobre quiénes pueden o no ser rectores que a su vez decidirían quiénes serían los decanos de cada facultad...
De igual modo tienen la potestad de votar a quien les de la gana, como lo hicieron recientemente con el rector Efraín Gonzalez Tejera que, como es sabido por tod@s, no es del PNP. Este era tal vez la única ficha política que le quedaba al PPD en el principal centro docente del país y ya le tumbaron la cabeza. Pero eso es historia sabida...
De la misma manera este >equipo de confianza= del partido político en el poder tiene la autoridad de decidir si entra o no la policía al recinto a hacer lo que ya sabemos que suele hacer. Este detalle no lo debemos olvidar pues es clave para entender qué tipo de autonomía es la que queremos.
Todo esto es lo mínimo que la comunidad universitaria debe saber para hablar de autonomía: )Cómo afectan estos procesos la vida universitaria? )Para qué exigir una verdadera autonomía? )Es democrático el proceso de elección vigente o, además de anacrónico, nefasto para nuestra comunidad? )Cuánto estamos dispuest@s a dar para lograr esa autonomía de que tanto se habla?
Ya en la pasada Asamblea General de Estudiantes auguramos el despido del rector. Lo hicimos precisamente exigiendo que se respetara la autonomía universitaria. Y, según acordamos que la intervención de la fuerza de choque, provocada por la secretaria de Estado Norma Burgos, fue una abierta violación a esa mentada autonomía, acordamos que no permitiríamos que el gobierno de turno consolidara su poder en la Universidad, no sólo al expulsar injustificadamente al entonces rector, sino al nombrar un nuevo rector para así cerrar el círculo de confianza del partido político gobernante.
El problema de la autonomía no es nuevo. Sólo que cada vez es peor, pues es siempre la misma mierda. El movimiento estudiantil lleva años manifestando su indignación y su repudio a estos chanchullos politiqueros. De igual manera a intentado por todos los medios posibles impulsar una verdadera reforma universitaria que contemplara como principio rector la Autonomía, o sea el derecho de la comunidad universitaria a elegir su propia administración sin que intereses privados, político partidistas o ajenos a la comunidad se inmiscuyeran indebidamente. No podemos perder de perspectiva que en 1995 se utilizaron todos los recursos legales para impulsar una Reforma Universitaria. Proceso que de hecho contaba con la participación de los diversos sectores que componen nuestra comunidad y que en el momento en que se consolidaban acuerdos y consensos entre profesores, trabajadores y estudiantes fue detenido por la administración de Roselló sin tan siquiera dar visos de ser considerado, o por lo menos tomado con cierta seriedad. Innumerables manifestaciones, foros, conferencias de prensa, artículos, ponencias, paros, piquetes, boletines, etc., acompañaron este proceso.
Pero el gobierno, muy hábilmente se dio cuenta de que el movimiento de reforma estaba cogiendo forma y decidió aplastarlo con una promesa de que se reiniciaría luego de ganar las próximas elecciones. Las ganaron y se hicieron de la vista larga. La comunidad universitaria no debe perder esto de perspectiva. Resulta ingenuo creer que nada ha pasado y que se trata de un >nuevo comienzo=, de un simple >borrón y cuenta nueva=. )Cuántos foros, marchas y piquetes más hacen falta para recordar esta larga historia? La comunidad universitaria, desde l@s estudiantes y profesor@s hasta l@s trabajador@s, no pecan de ingenuidad. La voluntad política que caracteriza la administración de Rosselló está bien marcada en las prácticas habituales de su gobierno, en sus promesas y >compromisos (in)cumplidos=. Además, el mensaje del gobierno de turno está bien claro: la Legislatura y el Senado de Puerto Rico están copadas y controladas por las mismas personas que gobiernan la Universidad, son del mismo partido político, responden a los mismos intereses ideológicos, son tod@s parte de un mismo >equipo de confianza=. Y aunque entre ellos se insulten y hasta se maten por sutilezas y tonterías (como suele pasar), si algo está claro es que a ninguno le interesa >entregar= la universidad a l@s universitari@s. )Que posibilidades tenemos l@s estudiantes de que estas mismas personas (que ya se burlaron de nosotr@s) consideren genuinamente nuestras propuestas de Reforma Universitaria, de Autonomía y democratización? Ninguna. )Cuál es la viabilidad real de que la Asamblea Legislativa tome ahora en serio un anteproyecto de ley de reforma universitaria (como el sometido por la Junta Estudiantil Nacional)? Ninguna. )Cuanto más tiempo estamos dispuest@s a ceder?...
El principio de autonomía se reafirmo en la pasada asamblea de estudiantes. )Cuánto más queda por decir? De hecho, se llegó a la conclusión de que no toleraríamos más estos procesos antidemocráticos y que por primera vez en la historia íbamos a nombrar nuestro propio Rector o Rectora. La pregunta no es sobre lo que nos queda por decir, sino sobre lo que nos falta por hacer. )Cómo hacerlo? Démosle poder a nuestra imaginación...
Sin duda con foros esporádicos y papelitos llenos de retórica hueca no se va a lograr. Va a haber que meter mano en serio. Se trata de un choque entre una voluntad democrática (la de l@s universitari@s) y una terquedad abusiva (la de los partidos políticos gobernantes). Ya hemos dejado constar en innumerables ocasiones nuestra indignación. Pero, )acaso basta seguir amontonando quejidos? )Cuántas gavetas más de comunicados de prensa queremos llenar? Demás es sabido que ningún gobierno local ha dejado de entrometerse en las cosas que tienen que ver con la Universidad.
Ante este cuadro habitual de intransigencia por parte del gobierno y de la administración universitaria a reconocer y respetar la Autonomía Universitaria, el Frente Estudiantil propone:
1. Que el movimiento estudiantil no reconozca los procedimientos mediante los cuales se eligen actualmente a l@s administrador@s universitari@s y exija que seamos los diversos sectores que componemos la comunidad universitaria (estudiantes, profesor@s y trabajador@s) quienes debemos elegir a l@s administrador@s (rectores, decanos, etc.).
2. Que se inicie un proceso de consulta para elegir al nuevo rector o rectora del recinto de Río Piedras, que sería elect@ por la comunidad universitaria y no por cuerpos externos como la Junta de Síndicos. (Los criterios de elección deben de ser aprobados por consenso entre l@s diversos sectores universitarios y, sea como sea, no debe hacerse a puerta cerrada por un pequeño grupito de gente.).
3. Que se denuncie el despido arbitrario del rector saliente y la indebida intromisión de la Junta de Síndicos y del Presidente Maldonado en este acto.
4. Que no se reconozca la composición actual de la Junta de Síndicos y se exija la renuncia de los integrantes de dicho cuerpo, incluyendo no solo a los electos por el gobernador, sino también a los representantes claustrales como al compañero representante estudiantil en dicho cuerpo.
5. Que la comunidad universitaria reinicie un proceso para determinar cuál va a ser el cuerpo rector de mayor autoridad que el recinto está dispuesto a reconocer, su composición, su contenido y sus límites así como la relación que debe haber entre Universidad y gobierno.
En cuanto al gobierno, exijámosle que deje sus manos sucias afuera. Pero las va a meter sea como sea. Demostremos con firmeza nuestra integridad y nuestras convicciones: los derechos justos no lo son si se practican sólo a medias. Tampoco nos van a caer del cielo o de la buena voluntad del gobierno de turno. Hay que luchar por ellos. Hay que ganarlos. (Hay que imponerlos! Los principios democráticos no pueden ser negociados, o los tenemos o no. La Universidad de Puerto Rico no tiene Autonomía. )Creemos en ella? (Atrevámonos a imaginarla! )La queremos? (Inventémosla! )Nos la niegan? (Tomémosla!
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