El Nuevo Día - jueves, 18 de junio de 1998

Timbra la huelga en la Telefónica

Por BENJAMIN TORRES GOTAY DE EL NUEVO DIA

EN CUALQUIER momento de la madrugada de hoy, unos 6,400 empleados de la Compañía Telefónica abandonarán sus labores para iniciar una huelga indefinida que, según sus dirigentes, no concluirá hasta que el Gobierno desista de vender la lucrativa corporación pública o la transacción fracase por cualquier otro motivo. En respuesta al anuncio, hecho oficial en la tarde de ayer luego de meses de advertencias y preparativos, la gerencia de la Telefónica activó desde anoche un plan de contingencia mediante el cual espera mantener al menos parcialmente la mayoría de las operaciones de la dependencia. Carmen Ana Culpeper, presidenta de la Telefónica, dijo en una conferencia de prensa que, además, los directivos de la empresa estatal evalúan varias vías legales para obligar a los miembros de sus dos principales sindicatos a que regresen a sus labores a la mayor brevedad posible. José Arroyo, vicepresidente asuntos legales de la Telefónica, dijo que tan pronto la huelga sea decretada acudirán a la Junta de Relaciones del Trabajo del Departamento de Trabajo con una querella por prácticas ilícitas contra la Unión Independiente (UIET) y la Hermandad Independiente de Empleados Telefónicos (HIETEL).

LA QUERELLA, explicó Arroyo, se fundamenta en que la huelga viola las cláusulas de los convenios colectivos que disponen que será ilegal cualquier interrupción de labores. Si la huelga se extiende, podría presentarse en el Tribunal de Primera Instancia una demanda de daños, que incluiría una petición de interdicto que obligue a los trabajadores a volver a sus labores. "La petición de interdicto no la podemos descartar si, como se espera, aquí se afecta un servicio esencial, que es de las telecomunicaciones, o hay episodios de violencia", dijo Arroyo. José Juan Hernández y Annie Cruz, presidentes de la UIET y de la HIETEL respectivamente, garantizaron ayer que, en lo que a ellos respecta, la huelga, convocada en protesta por la intención del Gobierno de vender la Telefónica a un consorcio encabezado por la multinacional estadounidense GTE, será pacífica. Dijeron, además, que no tiene mérito el pleito que tiene intención de presentar la gerencia de la Telefónica, porque su huelga no es motivada por discrepancia alguna con la empresa directamente, sino por la política de privatización impulsada por el Gobierno. "Nosotros nos estamos cobijando en el derecho a la huelga consagrado en nuestra constitución", dijo Cruz.

LOS LIDERES sindicales dijeron que la huelga comenzará hoy, pero no precisaron hora por cuestiones de estrategia. Ayer se difundió ampliamente el rumor de que los empleados no iban a regresar a sus labores una vez cobraran su cheque quincenal a eso del mediodía, pero una fuente que conoce los planes de las uniones dijo que el paro indefinido empezaba a las 6 de esta mañana. Otra fuente dijo a El Nuevo Día que desde anoche la gerencia telefónica estaba acuartelando a sus empleados gerenciales en diversas instalaciones de la corporación, como estrategia para sortear la situación. Culpeper no se refirió a ese asunto en su conferencia de prensa, pero aseguró que servicios como el sistema de información 411 y la atención a los clientes en las oficinas comerciales iban a seguir llevándose a cabo hasta con la huelga. "Lo único que se va a afectar es la instalación y reparación de teléfonos", dijo la funcionaria. Richard Carrión, presidente del Banco Popular, cuya empresa matriz, Popular Inc., comprará el 5 por ciento de las acciones de la Telefónica, ofreció un mensaje televisado al país anoche en el que volvió a defender la transacción y su participación en ésta.

CARRION destacó la participación que ha tenido el Banco Popular en el desarrollo de la Isla y el paralelismo de su crecimiento con el crecimiento de la Telefónica. Reconoció, además, que sabía que se exponía a las críticas de algunos sectores por esta decisión. Hernández y Cruz aseguraron que están listos para permanecer en huelga hasta que logren abortar la transacción de venta, que está en sus etapas finales y se llevará a votación en la Legislatura esta semana, pero aseguraron que el sistema telefónico del país no aguanta dos semanas y que, por lo tanto, antes de eso habrá una solución al conflicto. A la huelga se espera que se unan otros sindicatos eventualmente y ayer la Hermandad de Empleados del Fondo del Seguro del Estado decretaron un paro de 24 horas en solidaridad con los telefónicos.

La UIET y la HIETEL agrupan a la mayoría de los empleados de la Telefónica. Los gerenciales no habían decidido si apoyarán el llamamiento a abandonar labores.

Mientras tanto, la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), que agrupa a la mayoría de los empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica, podría imitar a los telefónicos en huelga en algún momento. 

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