Teniente segundo graduado del Huáscar, fue el único tripulante peruano muerto durante el combate naval de Iquique. Este valiente joven se desempeñaba como oficial de señales sobre cubierta y durante la aproximación del Huáscar con la Esmeralda y durante el tiempo que ambos permanecieron muy cerca, recibió el nutrido fuego de la fusilería chilena y muchas bombas de mano. Según algunos, resultó muerto cuanto intentó contener el abordaje del capitán Prat y el sargento Aldea. Otras versiones señalan que pereció al encarar el abordaje del teniente Serrano.
De el dijo Grau en su parte de guerra:
“Debo significar el noble comportamiento y arrojo con que este oficial conservó su puesto en la cubierta, al pie del pabellón, hasta ser víctima de su valor y serenidad”.