La principal responsabilidad del Contador es para con la sociedad, no para el cliente. Esta responsabilidad esta definida por el numero de beneficiados con el trabajo del Contador. No es ético aceptar proposiciones del patrón, en el sentido de alterar las cifras de los Estados Financieros para cualquier fin obscuro; entiéndase evasión de impuestos, obtener ganancias o perdidas imaginarias o evadir cualquier otro tipo de responsabilidad.
También es importante recordar que el Contador se desenvuelve en cinco campos de acción, a saber; la Contabilidad propiamente dicha, el área Fiscal, el área de Costos, las Finanzas y la Auditoria. Cada una de estas áreas representa un mundo de oportunidades de triunfo o un mundo susceptible de realizar fraudes y evasiones. Depende de la calidad moral del Contador elegir entre ambos mundos.
Un profesionista aprende a desenvolverse dentro de un marco legal y, al hacerlo, conoce las consecuencias de actuar fuera de dicho marco. Todos somos humanos al fin y somos susceptibles de cometer errores, pero si por voluntad propia se infringe la ley, nuestro mayor castigo no será la cárcel, sino el quebrantamiento de nuestra reputación y la de nuestra familia; tanto afectiva como profesional. Un buen profesionista debe saber negarse a realizar actos contrarios a las leyes. Debe saber que una reputación y el orgullo de nuestros hijos por nosotros no se compra con ninguna cantidad.