La cita era a las 19 horas en José Vasconcelos 125, en Comicasa La Moira, donde más de 60 artistas trabajaron en un proyecto colectivo de historieta en tercera dimensión. Y llegamos puntuales sólo para encontrar al grupo de creadores e invitados mirando con impotencia y enojo los sellos de clausura que las autoridades de la delegación Miguel Hidalgo colocaron a las 13 horas. Erick Fritsche, organizador de la actividad, explicó que María Antonieta Merino prestó su casa en apoyo al proyecto, encantada de que un grupo tan nutrido de artistas jóvenes trabajara sin más pretensiones que la de montar una exposición alternativa. Habían solicitado el permiso en la delegación para realizarla, pero allá los remitieron con la presidenta de manzana, la señora Cristina Bologna, quien se negó rotundamente dar el permiso argumentando que "eso" no era arte. Luego supuso que la Comicasa pintaba para galería ilegal o disco-bar, y que de ser así habría problemas de tránsito y molestias para los vecinos. Pero en ningún momento tuvo la curiosidad de asomarse a su interior y constatar que en realidad se trataba de una muestra artística. EN su lugar mandó a tres inspectores que llegaron sorpresivamente hace un par de semanas, mientras se pintaba la casa, exigiendo ver las salidas de emergencia. El trece de septiembre, cuando prácticamente las obras estaban terminadas, los organizadores mandaron a la delegación una carta aclaratoria en la que informaban que se trataba de un acto privado y gratuito, pero no obtuvieron ningún tipo de respuesta. José María P. Noriega (Piru), diseñador gráfico miembro del grupo Sicorrealista que participó en la colectiva, comentó que era imposible la clausura de un foro que cuenta con el respaldo de José Luis Cuevas. El pinto no sólo había apadrinado al grupo, sino que tuvo la generosa puntada de hacer un boceto en una de las paredes prometiendo encabezar la inauguración. Con estos antecedentes, el 21, d«‰ de la inauguración, las autoridades de la Miguel Hidalgo colocaron sellos de clausura. Dejaron una copia de la orden. No es la primera vez en la que vecinas de algunas zonas mueven sus influencias para cerrar espacios culturales, como ha sucedido en Arcano, EL Antro y Lucc. Buscamos a la señora Cristina Bologna, pero misteriosamente había salido de viaje. Y esperamos al maestro Cuevas para preguntarle su opinión, pero al parecer nunca llegó..