In xóchitl in cuicatl.
Ernesto Cardenal.


In xóchitl in cuícatles poesía en náhuatl.
Literalmente Flor-Canto, o flores y cantos; doble metáfora
con que nombraban la poesía,
que es esencialmente metáfora.

Ometéotl (ome, dos, téotl, dios) "Dos dioses" o
“Dios Dual”, era el Ser Supremo, concebido corno
el principio Masculino-Femenino. Y la poesia era
la manifestación de Dios en la tierra, y un medio
para llegar a él, la Metáfora Suprema,
la Suprema Poesía.

Al Dios de la Dualidad, sólo con metáforas.
A la Metáfora Suprema, unión de lo distinto,
Señor y Señora de la Dualidad,
... de donde vienen nuestros ancianos,
sólo con metáforas, Flor-Canto.

La poesía es divina, viene de arriba.
del interior del cielo.
De la pareja suprema de donde proceden todas las parejas.
El principio Masculino-Femenino inventó a los hombres
como los tlamatinimes inventan sus pinturas-poemas.
Y por pinturas-poemas, la palabra de los tlamatinimes,
la historia de esa creación, trasmitida
de generación en generacion...
Por eso la poesía es divina, palabra “diosada”.
La poesía es el “camino”.
Los poetas, los sabios, los tlamatinimes,
ellos son los que saben.
Los que conocen lo que está sobre nosotros
y la región del misterio.
Los poseedores de códices.
Sintieron que la vida es como un sueno.
Y esta vida-sueño de la poesía
el camino para conocer a Dios.

Y a imagen del Dios-Dos,
hombre y mujer, noche y día, muerte y vida
era la dualidad de la metáfora, la poesia.
¿Acaso no fue trasmitida la palabra?
Aquel que es nuestro padre y nuestra madre,
el que está allá en el horizonte, donde se juntan
el cielo con algodones y
las aguas color de pájaro azul.

El sacerdote Quetzalcóatl
hacía su dios a algo que está en el interior del cielo
la que está vestida de negro, el que está vestido de rojo
(oh tú vestido de rojo y vestida de negro)
como la tinta negra y roja de los códices.
La que sostiene la tierra, el que la cubre de algodón.
Hacia el lugar de la Dualidad
oraba Quetzalcóatl.

Un solo principio dual:
que engendró a los dioses, al mundo y a los hombres.
El que a sí mismo se inventa.
Se concibió a sí mismo en la noche de los tiempos
“cuando aún era de noche”
(el dios dialéctico)
Creó el mundo con flores y cantos, con la poesía
in xóchitl in cuícatl
la poesía es la metáfora de Ometéotl aquí en la tierra.
La belleza de la tierra una pintura de la belleza de Dios.
La belleza, el in xóchitl in cuícatl, flor-canto, es
el poema de Dios.
Las flores, creadas por el Canto (el Dios Dos)
metáforas del Canto
las flores son tu canto oh Dios.

Temilotzin dice: “Soy poema de Dios,
me envía como mensajero, transformado en poema,
a mi, Temilotzin
para realizar la solidaridad humana.”
Anáhuac, la tierra, es la casa de Dios
en ella se oyen sus cantos.
El arte, la poesía: la manera de conocer la verdad.
La belleza: lo único real.

El artista, tolteca, tenía a Dios en su corazón.
Corazón endiosado para endiosar las cosas.
Del interior del cielo vienen los cantos.
Canto las flores, florecen mis cantos.
No en anáhuac, en verdad, tiene su origen el canto.
Con cantos / con flores
doy honor al Dador de la Vida.
Mi oración es de flores.

Pero las flores perecen. Ansiamos
el lugar de la aurora.
¿Dónde veré tus flores, Dador de la Vida?
Y0 busco cantares.
Tú que estás cerca, tú que estás junto.
En anáhuac te elevamos cantos.
¿Acaso nunca estaré contigo?
¿Junto a tus cantos?
Tú nos hablas con esmeraldas, plumas de quetzal...
Dialoguemos los dos con tus flores de cantos.
Dicen que hay un lugar dentro del cielo.
Que allí hay alegría.
Allí hay atabales.

En el jardín de Tecayehuatzin.
poeta y señor de Huexotzinco
dialogan los poetas
mesa redonda sobre In xóchitl it] cuícatj
bajo las enramadas de chayotes;
cantan los chichitotes entre los chayotes
al son de los atabales aromados de flores
y cantan los Poetas.
El zacuanloche bota flores como breves muchachas.
Caen las flores sobre las esteras.
Fugacidad fragante
en el jardín de Huexotzinco
“De adentro del cielo vienen las flores, los cantos”
canta el joven Ayocuan•

¿Pero como las flores que perecen nos iremos?
Al menos flores 7 cantos.
No terminarán aquí las flores, no terminarán los cantos.
Y canta Cuauhténcoz, poeta de Huexotzinco. “La tristeza
la tristeza es la que hace sonar mi tambor”

¿Son verdaderos los hombres
como pirámides?
¿Mañana todavía estarán nuestros cantos
como pirámides?
Motenehuatzin toma la palabra y dice:
“In xóchitl in cuícatl quita la tristeza.”
Y Monencauhtzin:
“In xóchitl in cuícatll refleja Su belleza.
Las flores abren sus corolas al Dador de la Vida
y responde tus cantos
Aquel que tú buscaste.”
¡Ah anáhuac no es el lugar de la felicidad!
Tamoanchan (“La casa de Dios”)
la casa del parto
sitio de donde vienen los hombres:
allí está el Árbol Florido de donde proceden
las vidas de los hombres y los cantos.
La casa de Tláloc el dios de la lluvia
donde todo está verde como plumas de quetzal
el lugar del florecimiento del cuerpo.
Allí hay transformación.
Los hombres vienen del cielo como la lluvia,
los niños goteados en el vientre como las lluvias de Tláloc.
De la mansión del Dios de la Dualidad vienen los hombres.
Ometéotl mete a los niñitos en el vientre.
Los mete la Pareja de la Dualidad.

El canto proviene de la patria de la vida.
Allí están los poetas reunidos
como en sus academias y concursos literarios aquí en la tierra.
Reunidos bajo el Árbol Florido
como mariposas.
Allá están las flores verdaderas.
(Si mi canto no tiene actualidad
qué le vamos a hacer.)
Flores que perduran
no produce aquí la primavera.
Hay que ir a otra parte.

El esperado de los poetas, el que escucha la poesía.
El que se hace presente en flores y cantos.
A él ofrezco flores y libros pintados.
Los atabaLes del cielo disipan mi tristeza.
Tamoanchan: donde las casas están a la orilla del agua.
Nunca se marchitarán allá los cantos floridos.
No acabarán mis flores
no acabarán mis cantos.

Dejad poetas el pulque de la guerra.

"Los ovnis de oro"
Ernesto Cardenal
Siglo XXI Editores, 1988
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Más reciente revisión: Abril 5, 2002.