INFORME PARA EL DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN
LINGÜÍSTICA DE LA ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO “MANUEL BELGRANO”, SOBRE SESIÓN DEL
CONSEJO ACADÉMICO
07 – 10
– 2003
ORDEN
DEL DÍA
a.
Concursos
2004 – 2005.
b.
Abordaje
de la cuestión del “malestar” institucional en la Escuela.
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a.
Concursos
2004 - 2005
En base a la
Ordenanza 2/95, la cual establecía el compromiso asumido por la Escuela a
continuar con la realización de concursos para titularizar horas-cátedra en
2004, el Consejo Académico se abocó al estudio de los criterios a seguir para
los llamados a concursos.
Se partió del
principio de que sólo las horas interinas entrarían en juego para concursarse:
no las titulares, ni tampoco las suplentes. Se distribuyó una grilla, que puede
verse en un enlace al final, en la cual constan las horas titulares, interinas
y totales en todos los departamentos de la Escuela. Como puede verse en tal
grilla, no figuran las horas suplentes. Se parte del principio de que todo “suplente”
lo es de alguien titular o interino, de
manera que, en vista a un eventual llamado a concurso, no cuentan las horas
suplentes.
Por otra
parte, se consideró conveniente no llamar a concurso por el total de las horas
interinas de las que dispone un profesor, sino sólo por hasta un máximo del 60%
de las mismas, salvo que tal profesor, motu proprio, desee poner en
juego el total de sus horas. Asimismo, a fin de que un profesor no tenga que
rendir varios concursos, dado que las horas pueden corresponder a distintos
cursos o ciclos, se tenderá a concentrar las horas interinas, de modo que se
pueda hacer, en lo posible, un solo concurso en la ocasión. También se consideró
que los programas para concurso deberían ser por ciclo, a fin de optimizar el
aprovechamiento de las capacidades individuales de los docentes. Para todo esto
se asume el principio de movilidad en función de las necesidades de la Escuela,
teniendo en cuenta siempre, en primer lugar, lo académico. Es por esto último
que el tema está siendo tratado, y se tratará en lo sucesivo, en primer lugar
en Consejo Académico y luego en Consejo Asesor.
El Consejo
Académico estima que sería conveniente llamar a concurso en primer lugar donde
haya muchas horas interinas en juego; y en segundo lugar, en aquellos
departamentos en los cuales no haya habido concursos recientemente. Teniendo en
cuenta que esta problemática tiene rasgos diferentes en distintos departamentos
y en distintas asignaturas, requiere a los coordinadores generales que
trasladen estos temas a sus respectivos departamentos para abonar la discusión
de la futura sesión del Consejo con los aportes de los profesores que son, en
definitiva, los involucrados e interesados directos. Todo esto en vista a
definir los cursos de acción más deseables y convenientes.
b. Abordaje de la cuestión del “malestar”
institucional en la Escuela.
En relación
con el tema del “malestar” institucional en la Escuela, sobre el cual ha habido
una larga discusión en todos los estamentos institucionales; y teniendo en
cuenta las distintas posibilidades de abordarlo, a saber: una “jornada de
reflexión” o el un aporte profesional externo, la Dirección, con el acuerdo del
Consejo Académico, optó por la segunda alternativa. Se consideró que la sola “jornada
de reflexión”, más allá del valioso efecto de “catarsis” que pudiera tener, no
parecería ser el mecanismo más conveniente para encarar la solución del
conflicto, dada la naturaleza intrínseca del mismo.
La segunda
opción consiste en requerir una mirada profesional externa, a fin de lograr
luego una reflexión global superadora. Para tal fin la Dirección ha invitado a
la Lic. Mónica Pan, a quien acompaña la Lic. Marcela Aragonés, como parte de un equipo de destacadas
profesionales especialistas en Análisis Organizacional, con abundantes
antecedentes en nuestro medio, tanto en la órbita pública como privada, cuyos
currículum están disponibles en Dirección para quien se interesara en
informarse.
La Lic. Pam
expuso a este Consejo Académico los objetivos y la metodología que piensa implementar en nuestra institución,
requiriendo asimismo nuestra propia mirada para ajustar las pautas generales a
nuestra situación particular. En realidad en esta sesión hizo sólo una
introducción y escuchó nuestras primeras opiniones sobre el trabajo a
realizarse. El próximo martes 14 este Consejo la invitó a una sesión especial
para abocarse al tratamiento en detalle de la propuesta.
En rasgos
generales la misma consiste en generar espacios de reflexión, en la existencia
de una diversidad de espacios, espacios grupales de reflexión, espacios “abiertos
al pensamiento”. Hizo hincapié en el principio de “distancia profesional” de
los distintos agentes involucrados en el conflicto, principio obvio para
cualquier tratamiento exitoso del mismo. Planteó su propia participación en
reuniones en estos distintos espacios, en carácter de una observación no
participante a fin de no interferir en el desarrollo natural de las
interacciones. Por ello mismo, manifestó su preferencia por “no sacar a los
distintos agentes de su órbita natural del hacer” para poder obtener así una
mirada más objetiva y eficiente, requisito fundamental para un ulterior análisis
y una ulterior sistematización del material. Hizo la salvedad de que, cuando se
requiriera la mirada de los alumnos, en ese solo caso no se promovería una “interacción
natural”, tomándolos como un todo, dada la imposibilidad práctica emergente del
número involucrado. Por eso, en este caso, se haría por muestreos parciales.
Planteó luego
la “devolución estratificada” de los hallazgos o resultados emergentes, por
estamento y, finalmente, ahora sí, una “jornada de trabajo” o cierre. Se
manifestó interesada en hacer una devolución “cara a cara” en todos los casos,
como opuesta a un informe escrito, el cual suele a menudo resultar, en su opinión,
inoperante.
Requerida por
este Consejo se autodefinió como ecléctica, en cuanto a la tradicional oposición
en el rubro entre los “institucionalistas” y los “organizacionalistas”,
aclarando que la dicotomía clásica se considera hoy en gran medida superada.
Admitió su formación en la primera de las escuelas, de raigambre más europea,
pero recogiendo aportes de la segunda, más popular en los Estados Unidos.
Destacó la
importancia de lograr en el trabajo un
espíritu de colaboración y confianza mutuas.
Recalcó que
su aporte podía definirse como “un dispositivo de trabajo” donde los mismo
actantes encontraran los caminos a una solución, más que una “receta” de
aplicación directa...
Se planteó un
periodo de dos meses para realizar el trabajo. Dijo que habría primero un “periodo intenso” de
reuniones y luego un tipo de “impasse” para procesamiento y ulterior devolución
.
En general el
Consejo Académico manifestó una favorable acogida a la propuesta, quedando
muchos detalles de implementación a tratar en la próxima sesión.
Algunos
consiliarios manifestaron una preocupación por la eventual “recarga de trabajo”
que pudiera resultar de la aplicación de este dispositivo, especialmente en
vistas a la de suyo recargada actividad de fin año. Hubo un acuerdo total sobre
que toda acción involucra un costo, en términos de trabajo o energía puestos en
juego. De todas maneras se pensó también en el costo de no hacerlo, en términos
de costo institucional.
En este orden
de cosas, importante fue el pronunciamiento de los Regentes, quienes se
comprometieron a regular la demanda de obligaciones a los profesores en
compromiso con la aplicabilidad de este esquema de trabajo, sobre una base de
sentido común y respeto a prioridades.
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Éste es un
resumen general para informar al Departamento. Será un gusto para mí explicitar
en detalle sobre cualquiera de estos puntos a quien lo requiriere.
Osvaldo
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