¿Cuál crees tú, que deba ser la relación de la canción -al menos la que tú haces- con la realidad
A mi modo de ver, la realidad no es simplemente lo obvio, lo que se ve. La realidad comprende todo lo objetivo y lo subjetivo, o sea, todo lo que uno sabe -e incluso lo que imagina- sobre ella. Esto en cuanto a las posibilidades de especulación artística.
Por otra parte, en un arte tan manipulado y deformado como es la canción popular, resulta difícil romper las reglas establecidas. Estas reglas las impuso el mercantilismo de la radiodifusión capitalista, que a través de la canción de consumo estandarizó los gustos y convirtió ese arte en un instrumento de alienación masiva. Para el capitalismo esta es la función de la canción con la realidad. En esas sociedades el compromiso de los cantores es una lucha a muerte, porque, por una parte, sus canciones hablan de justicia social, y por otra, muchas de estas canciones no se ajustan formalmente a los esquemas mimados por la oferta y la demanda.
En nuestra sociedad la primera parte de la batalla esta ganada. La sociedad socialista es una garantía para que la canción asuma la problemática del hombre con toda profundidad. Sin embargo los viejos hábitos auditivos, el compromiso afectivo con una seudo-estética de consumo, inoculada durante años, también coloca a la canción en un ámbito de lucha de clases. Creo que el hombre que habitará el comunismo no podrá llegar a su plenitud con elementos culturales alienatorios O sea, que esta lucha por mejorar la canción -el hombre-, por barrer con los cánones impuestos, es también una lucha por el comunismo. Lucha importante, ya que se desarrolla en el terreno del arte, que también es un frente de combate ideológico.
Nosotros -los pioneros de la nueva trova- tuvimos al principio tantas señales de rechazo, que algunos llegamos a pensar que estábamos trabajando sólo para un futuro lejano. Pero el desarrollo acelerado de nuestra sociedad -y por supuesto nuestra política de principios- nos hizo ver que no era así. La nueva canción demuestra cada vez más su valía y su vigencia, y cada vez gana más legionarios para su causa. Hemos aprendido que nuestra lucha no será de días, pero también sabemos que no es una quimera, siempre que se trabaje bien y tenazmente.
Por eso creo que la canción no debe dejar de ser audaz, profunda, sincera. La canción, como todo arte, debe proporcionar disfrute, goce y enriquecimiento. Pero diversión en el enorme cauce de las riquezas del espiritu, y creo que no hay nada más divertido que aprender
Que levante la Mano la Guitarra 1986