Silvio:¿Para qué se canta?
He leído que, en sus inicios, el canto fue un complemento del trabajo. Más o menos así lo plantea George D. Thomson en su libro Marxismo y poesía. Del trabajo surge un sentido del ritmo y, de éste, la canción y la poesía.
Desde entonces el mundo ha dado vueltas y revueltas. La vida se ha complejizado y, con ella, las funciones y motivaciones del canto. Tanto es así que se ha llegado a cantar por el puro placer de hacerlo, por sencillo deleite estético y sonoro. Pero esto no se queda ahí, porque puede afirmarse que hoy en día también se canta tanto para adormecer como para despertar al hombre. Y ambas intenciones también se apoyan en el relativo placer que se experimenta ante la canción.
Yo canto por goce y por conciencia. O sea, que disfruto cantando lo que invento. Incluso a veces me parece que vale la pena que cante a los demás algunas de las cosas que se me ocurren. Pero yo soy un hombre con su visión del mundo, un hombre que ha tomado partido. De lo que resulta que estoy invitando a todos a sumarse a mi bando, que es el bando de la Revolución y la belleza.
Que Levate la Mano la Guitarra. 1986