Canción de la columna juvenil del centenario

Mientras la ciudad
aún a las cuatro esté encendida
y haya un lugar que te distraiga por ahí,
un humilde lugar,
un pequeño lugar.

No digas no
que estás negando el paraíso
sé donde por años la luz es un farol
y el sueño diversión,
única diversión.

Sé que ahora mismo
mientras entonan cualquier canto
mientras partimos a disipar el calor
se esta luchando allá
¿que va a pagar
la sangre que la tierra absorve?
¿que oro que no es oro de sueños pesa así?
¿que puede valer más?

¿Qué paga este sudor del tiempo que se va?
¿qué tiempo está pagando desde su vida?
¿qué vida está sangrando por la herida
de mirar esta tierra de una vez?

Cuando a las once el sol parte al centro del horror,
cuando consignas y metas piden su paredón,
cuando de oscuro a oscuro conversan con la acción,
la palabra es de ustedes, me callo por pudor


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