Políticas
Durante muchos siglos anteriores al siglo XVI, La Iglesia Católica
no había sido sólo una organización religiosa,
sino también una gran potencia política que hallaba facilmente
motivo de choque con otros estados políticos. Sus dignatarios Papas,
Obispos, Sacerdotes y monjes pretendian ser independientes de los gobiernos
temporales y superiores a ellos. Poseian extensas propiedades, habitualmente
exentos de toda contribución tributaria a los gobiernos temporales.
Imponian directamente tributos a todos los fieles sin intervención
alguna a la potestad civil. Juzgaban en sus tribunales propios, sin tolerar
recursos a otros tribunales laicos todos los asuntos que concernían
al clérigo y ciertas clases de ellos que afectaban a seglares. Esta
jurisdicción política de la Iglesia fue necesaria en los
tiempos feudales, pero en el siglo XVI, los Monarcas laicos reprimían
el feudalismo; crecía entre los seglares la ambición política;
el orgullo local se iba ensanchando hasta llegar a ser patriotismo nacional.
Surgían en Europa Occidental fuertes estados nacionales, y en otros
puntos crecía la demanda popular de los mismos. los Monarcas Nacionales
y presuntos leían autores como Maquiavelo y aspiraban
un despotismo. Se iba estableciendo la Soberania Nacional y lo único
que faltaba para completarla era someter a la religion al dominio
nacional. Los monarcas reales deseaban tener las riqueza
e influencias de la Iglesia; codiciaban sus tierras, sus tributos y sus
tribunales. Los patriotas de los países que no tenían aún
Monarquias Nacionales se sentian inclinados a ver en el poder político
de la iglesia el principal obstaculo a sus naciones aspirantes.