Se pierde más tiempo tratando de inventar maneras de disfrutar la vida que disfrutándola en sí. La vida es difícil, aunque no imposible. Son muchas las cosas bonitas que de una forma u otra nos acercan unos a los otros. Alguien dijo (y nosotros repetimos hasta la saciedad): "Lo mejor que Dios ha hecho es un día detras del otro".
Pienso que mientras más seamos nosotros mismos más
podemos compartir esa riqueza acumulada por los siglos en forma de conocomientos
y verdades, sentimientos y pensamientos, sin olvidar que la vida vale la
pena vivirla, disfrutarla hasta el último cabito. Y luego
en la próxima la seguimos disfrutando también.