Aunque no soy perfecto quiero ser tu amigo. Compartiré tus alegrías y tristezas y las sentiré como mías. Te llamaré para animarte y dejarte saber cuánto vales para mí. Si me mudo te dejaré saber en dónde estoy: mi nuevo teléfono, dirección física y postal, en fin, los datos necesarios para que no se interrumpa nuestra comunicación. La comunicación fortalece la amistad.
Aunque no soy perfecto puedo ser tu amigo. Cada día trae una nueva esperanza de interacción. Como no soy perfecto puede que mi amistad trascienda y se convierta en amor. ¿Qué hay de malo en eso? Si fuésemos perfectos, no habría nada de malo. Como soy un ser imperfecto quizás no entiendas que quiera besarte y abrazarte cuando tú sólo quieras decirme: ¡Hola! ¿Cómo estás?
Probablemente no entiendas que sólo vea a través de tus pupilas mientras tú estás pensando que quieres seguir estudiando o que deseas ir a bailar durante el fin de semana.
Jamás entenderías por qué mi corazón late apresuradamente de tan sólo verte sonreír mientras tú te deleitas en ignorarme.
Nunca comprenderías la agonía de esperar tu llamada, una carta o un mensaje electrónico que no llegan. Día tras día esperando impaciente sabiendo que no quieres llamar, ni escribir y mucho menos recibir mis mensajes.
Sé que no soy perfecto. Aún intereso tu amistad. ¿Aún quieres ser mi amiga?
Aunque no soy perfecto trataré de esconder mis sentimientos para que mi amistad te haga feliz. Intentaré darle un nuevo significado a mi vida para que no interfiera con la amistad. ¿Prefieres un amigo?
Tendrás el mejor de los amigos: capaz de amarte sin dejártelo saber (aunque me esté muriendo por dentro) para no herir tus sentimientos; capaz de darlo todo sin esperar nada a cambio…
Pensarás que tendrías a un perfecto idiota por amigo. Te equivocas. La amistad se mide por la sinceridad de las personas y la aceptación de nuestras limitaciones individuales para que éstas no interfieran con la felicidad que queremos propiciar en la otra persona.
¿Qué haré cuando vuelva a verte? ¿Cuándo volveré a verte? ¿En agosto de este año, el año que viene, de aquí a tres o siete años? No tengo la respuesta a ninguna de estas interrogantes. ¿Qué haré cuando vuelva a verte? Depende más de tu reacción que de la mía. En los últimos meses tu reacción hacia mí ha sido frustrante, a nivel de rompecorazones, ignorando mi existencia, jugando con mis sentimientos hasta hacerlos picadillo, no contestando mis mensajes, sin recibir una llamada… De tu parte a la mía ha sido un total silencio que yo traduzco como que no te interesa mi amor, mucho menos mi amistad, a pesar de las muestras de cariño mutuo…
¿Qué haré cuando vuelva
a verte? Aunque no soy perfecto trataré de que te sientas
bien.