Habla con sinceridad y claramente.
No se oculta de ti.
Te deja saber dónde está.
Se alegra de saber de ti.
Quiere recibir cartas y llamadas telefónicas
tuyas.
Se alegra cuando otro(a) amigo(a) interviene
para que se reencuentren.
Trata de comunicarse frecuentemente.
No juega con tus sentimientos.
Está contigo en las buenas y
en las malas.
Es feliz cuando tú eres feliz.
Comparte tus metas y alegrías,
así como tus fracasos y tristezas.
Te consuela cuando estás triste.
Ríe contigo cuando estás
alegre.
No da por sentado que tú entiendes
lo que piensa, sino simplemente te lo dice para compartir y evitar malos
entendidos.
Está comprometido(a) con tu
felicidad aun cuando él (ella) no sea feliz.