El Libro del Destino

II

Por Quirón Alvar



Capítulo 6

En España y durante muchos años, hubo grandes familias. Eran los tiempos del terror, un terror invisible, pero que muchos lo veían, pues debían de ser paranormalistas o algo de eso. El jefe de ese terror era un señor de cuyo nombre impronunciable nadie se quiere acordar. Tampoco hay que exagerar, no era nada del otro mundo; construyó España y alguna bobada más, pero sin importancia.

Cuando llegó la esplendorosa democracia, la mayoría de esas grandes familias se fueron directamente al garete y se dieron a conocer como "familias venidas a menos". También se les llama así por otras razones, pero no importan en este momento.

Una de esas familias venidas a menos conocí yo. Estaba formada por el conjunto habitual de siete miembros, o sea, una familia numerosa; cinco de esos miembros eran los que la hacían ser excepcional. Eran excepcionales por la sencilla razón de que la Armonía era el principio activo de su unión.

La madre era una gran persona, a la que yo quería mucho, no como si fuera mi madre, no, mucho más, como una Amiga. El padre era un tipo formidable, sencillamente eso, formidable, y un Amigo también.

Los hijos eran portadores de la Amistad, lo cual lo dice todo. Eran grandes Amigos de los que sabían que eran eso, y yo, era un amigo suyo. Es más trascendente de lo que parece; no éramos conocidos, se trataba de algo que unía nuestras vidas como algo milenario.

Durante unos años nuestra unión tenía como puente ese centro de masas que mal se llama "centro de estudios"; instituto, universidad, colegio, pero si pasas y sobre pasas esa falsedad, sacas provecho como sea; yo es lo que hice.

Un día no asistieron a clase. Por no sé muy bien qué razón, me dio la sensación, tuve la terrible intuición de que no era porque estuvieran enfermos o algo semejante. Les llamé a su casa. Su padre había muerto repentinamente de un ataque al corazón.

Esa vez sí que se me vino el mundo abajo, pues mi pensamiento había evolucionado, y el Libro del Destino estaba más que ojeado, lo tenía en mi sangre, en mi alma.

Puse manos a la obra. A los pocos días me fui a la casa de mis deshechos amigos y de la más que deshecha madre, que aunque era muy obvio que estuviera como estaba, era mi obligación como amigo de su alma, estar allí.

Jamás había sentido tánto la desaparición de alguien, y jamás había acompañado a alguien en el sentimiento de esa manera en la que me sentía obligado a hacerlo.

Indefectiblemente todas nuestras almas se abrazaron y sentimos que algo nos hacía permanecer unidos y con fuerza, por mucho que nos separásemos; todo, menos el alma.

En el futuro debimos de separarnos, pero la unión Anímica continua su trayectoria, pues de lo contrario a nada vendrían estas palabras.

Pero el trabajo más arduo estuvo en el alma precoz de la que en el anterior capítulo comentaba a modo de preámbulo de este. Era el menor de todos, menor, pero sabio, menor, pero inteligente.

No sé muy bien cómo se le comunicó la desaparición de su querido padre y a la vez amigo. El pequeño decía que se había ido, y que estaba enfadado por ese motivo.

Tenía razón, y le comprendía, y no sólo porque yo a su edad también perdiera a un gran amigo, que era mi abuelo, sino que sencillamente le entendía hasta el mismo fondo de la cuestión: Ha tenido el desafortunado error de morirse.

La situación era más delicada de la que yo mismo pudiera imaginar. Se trataba de que comprendiera lo sucedido, pero no desde un ángulo vulgar, sino desde el sentido trascendente, puesto que se trataba de una jovencísima Alma Viviente.

¿Cómo hacerlo, si supuestamente era un niño pequeñajo ignorante de todo a ojos de todo el mundo?

Para un Predestinado es un trabajo complicado, pero no imposible.

Para un humano más, es fácil:

"Que tu papá se ha muerto y debes de comprenderlo, Guille."

(Guillermo era su nombre y de seguro que seguirá siéndolo aunque su espíritu tenga otra alma.)

Yo no le quería hacer ver el hecho de esa forma tan cruel y mezquina.

Para él había terminado absolutamente todo , e inexplicablemente quería morirse. Él mismo habló de la muerte, él mismo. Eso hacía más difíciles las cosas.

Sentirse a tan joven existencia atraído por el más terrible de los hechos humanos es algo que a uno le hace pensar mucho. Traté de hacerlo.

En diferentes momentos quiso precipitarse por cuestas y barrancos, y tuve la suerte de seguirlo, de perseguirlo y evitar una desgracia.

Sus propios hermanos tuvieron que estar así durante mucho tiempo, y no podían dejarlo solo ni un instante, menos mal.

Pero ¿Por qué no dejarle actuar de la manera en que él lo viese propicio? Yo mismo he dicho que se trataba de un alma inteligente, que por muy pequeño que fuera sabía lo que había y lo que no había. Pero algo te dice que no debes de dejar actuar así a alguien que tiene amor en su interior.

Cuando estaba conmigo, cuando por fin se tranquilizaba, llegaba el momento de su desahogo, y no de lágrimas, sino de palabras. Me parecía estar ante alguien que había vivido incontables milenios; su voz se tornaba lúcida, y sus ojos transmitían una brillantez esplendorosa.

Yo no sabía nada, pero sí sabía que debía de estar con él hasta que fuese necesario.

Cuando el alma pequeñita salía de esa brillantez esplendorosa, su mirada se dirigía hacia el cielo y se convertía en un humano normal, pues sus palabras, acompañadas de su dedo índice, decía; "Allí está mi padre."

Yo le negaba eso, y se lo negaba rotundamente por muy niño que fuera; yo también lo era, quizá más que él.

"Tu padre está aquí", y le tocaba su pequeño pecho. No dijo nada, y su sabiduría se desplomó. No era un sabio.

El tedioso camino continuó, tanto el espiritual, como el físico.

Ya en las calles de la ciudad, y luchando como un titán para robarle la idea de la muerte, echó a correr como poseído por un demonio. Su velocidad era exagerada, y su engaño había hecho tranquilizarme. Le perseguí, y a tan solo unos centímetros, lo aparté de las garras de la muerte, convertida en mastodóntico autocar.

Nadie fue testigo de lo acontecido, tan solo mi alma y mis ojos, que no pudiendo más, se convirtieron en un río salado.

Años más tarde la familia se trasladó a su Galicia natal. Guille superó la prueba y su sabiduría continuó el camino predestinado, escrito en las páginas del Sagrado Libro del Destino, en las hojas donde habla del Amor, de la Armonía y de la Belleza.

Nuestro abrazo se hizo grande cuando nos volvimos a ver. Nuestras estaturas físicas eran lo de menos, nuestras edades, menos todavía, y nuestras almas, nuestros espíritus, más en lo alto que nunca y comprendiendo, Guille, que debía seguir en el Glorioso Libro, salvando otras vidas, acompañando otras Vidas.



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Capítulo 7

Siento que todo se está desvelando en torno nuestra de manera muy especial, y que estamos haciendo cosas interesantes e importantes.

¿Está todo esto escrito en el Libro del Destino? Sí, y además muy fresquito y muy lozano, como deben de ser las cosas de ese Presente Perfecto tan bien explicado de nuestro estimado Manú.

Por eso, intento dejar claro que no cuento meros recuerdos de mi vida. Cuento cosas que pasan en la Vida, y que teniéndolas en cuenta, podemos descifrar hechos que a veces se nos escapan de nuestros ojos, los del rostro y los de la mente.

Se trata de ir abriendo un Libro, donde uno mismo es dueño de lo que está escrito, donde uno mismo plasma sus deseos en hechos; el esfuerzo-suerte en una constante transcendental y piramidal, y donde de verdad, uno se une al abrazo del Destino, en su Nombre Haiar.

Con cariño, aplomo y honestidad, al Destino se le comprende a la perfección, no hace falta maldecirlo ni demonizarlo; Uno mismo ha de ser el Destino, uno mismo ha de ser Haiar, ese mito, convertido en Realidad nuestra.

"¡ Quiero coger al destino por el cuello !"

El la historia de la Historia, en la de ese pasado que pasa y pasa a medida que avanzamos a pasos agigantados, ha habido mucha gente importante, unos más que otros, unos más afortunados que otros. Las diversas citas y frases de esas gentes importantes en diversas medidas han sido muchas, y no tenemos por qué sabérnoslas ni en broma. De hecho esa cita que pongo ahí arriba por no sabérmela bien la he mirado en el libro donde viene escrita para poder explicar lo que quiero explicar de manera que no quede mal del todo. No para quedar bien ante vosotros, que muy bien hubiera puesto yo esa frase tal y como me acordaba de ella: "Cogeré al destino por el cuello.",sin tánta énfasis como le puso quien lo dijo.

¿Quién lo dijo? Bueno, vais a pensar que soy un obsesionado; pensarlo, porque entre otras cosas lo soy, y lo soy por motu propio, no así sin querer.

La dijo Beethoven. ¿A como que va a resultar que todo este trajín de Destino para aquí y para allá desemboca en la Música y para más inri en Beethoven? Algo hay, algo hay.

Desde que comencé con la idea de escribir sobre el Destino después de la Experiencia Vivida, se me pasaban por la cabeza casi todos los fragmentos gloriosos de la Quinta Sinfonía de ese Genio-Dios del que tánto os he hablado. Y no es para menos. Tener por la venas auditivas esa música es casi esencial, como tener una especie de motivo especial para continuar luchando por la Vida de cualquiera al que Ames de verdad. Y es que la Quinta Sinfonía es esencial para la vida:

La Victoria, el Emperador, la Riqueza de Espíritu, el Imperio Nuevo, el Futuro de los dioses encarnados. Todo eso está plasmado en esa música, y si la llevas dentro, llevas todos esos conceptos y más en tu vida, y si los llevas, llevas contigo la salvación de esos seres amados.

Puede ser una excusa tontísima, pero si todos los médicos del mundo, todos los sanadores del mundo, todos aquellos que tienen que salvar vidas a seres queridos tuvieran en su alma una meta, una idea, un pensamiento más grande que ellos mismos, algo que tener que superar, el mundo, Arrakis, sería de otra manera, todo funcionaría a las mil maravillas, o sea, como ha sido escrito en el gran Libro del Destino.

No me es nada difícil imaginar mentalmente y auditivamente todos los hechos que han acontecido en los capítulos anteriores con la Música de fondo de esa gloriosa Quinta Sinfonía, la del Destino, la de Horus siempre renaciendo en nuestro interior, pues todos han sido momentos de renacer aunque muchos de los personajes decidieran marcharse; marcharse para volver, pues aunque no los haya vuelto a ver, sé que han vuelto, que han renacido, que han dado los Tonos Mágicos de esa Sinfonía en su corazón, para seguir en la Lucha de ese Ideal Accesible.

La Calma de la Sinfonía en los momentos de la compañía de Sara, y de otros seres calmados y deseosos de tener un fin en la Vida. Los momentos de tensión en la Vida de mi tío Manolo o de la amiga del alma que perdía algo importante. Los momentos gloriosos de cuando Guille se arrebataba de sí mismo la idea de la muerte.

Llamada del Destino, despertar de Horus. Contemplación de la Victoria. Despegue hacia el Mundo Futuro. Constatación de un Mundo Creado para los Dioses: Arrakis.

Cuatro momentos, cuatro movimientos, cuatro partes para una Vida llena de mil vidas.

No tenemos otro deber, que el de continuar escribiendo nuestro propio y sagrado Libro del Destino.



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Capítulo 8

Destinos grandes y pequeños.

Hasta el momento hemos hablado de destinos particulares de personas que pueden servir como ejemplo a muchas otras personas, que a lo mejor, han vivido situaciones análogas.

Si nos damos cuenta, las personas que deciden morir es porque les pasa algo o les ha pasado algo muy interno que les deja tarados de alguna manera. Uno no se muere porque sí, tiene que haber una razón más grande que él mismo para que todo desemboque en esa fatalidad. Que sí, que se muere el cuerpo y Nosotros transmutamos, pero no me fastidies, que eso todavía es un atraso, luego hay que comenzar de nuevo y de muchas cosas uno se olvida.

Lo importante es el Amor, con el Amor podemos hacerlo todo, transfigurar el Destino según nos plazca, para que de esa manera nunca se convierta en ese destino minúsculo que todo el mundo lleva en la boca.

Si Amamos y nos Aman, la muerte no tiene ningún sentido; sería una irresponsabilidad irse cuando hay al menos una Alma que nos Ama. Pero hablo de todo ser Viviente. Estoy seguro que nuestros animalillos de compañía jamás se querrán ir si nosotros los queremos de la manera más sincera y afable.

Todo ser Viviente ha de Amar y ser Amado, y si esa regla fundamental no se cumple es que el ser que sea es un ser netamente mortal y ya muerto. No olvidemos que no solo por el hecho de que los seres se muevan y respiren ya quiera decir que estén Vivos. Se mantienen si acaso unas constantes vitales biológicas que engañan a nuestras percepciones, pero no quiere decir que tenga un Alma llena de vitalidad; sueños, deseos, quehaceres, hechos, etcétera.

En los grandes Espíritus ya no nos debe de caber ninguna duda, ahí hay Amor a raudales, capaz de crear con ese Amor Gigantesco, mundos que nadie antes ha imaginado, y por ende, es Amado de igual manera, con la misma fuerza y con un Poder creativo que ayudará a Crear esos nuevos mundos sin ningún tipo de complicación. Porque un gran Espíritu, por muy grande que sea, necesita de compañía, pues solo no puede hacer nada, simplemente se auto destruiría. Antes obviamente busca todos los recursos habidos y por haber, pero si no encuentra una mala compañía que llevarse a su alma, no hay nada que hacer.

Ahora mismo el mundo que habitamos, el futuro Arrakis, nos describe un destino muy poco optimista, bueno, más bien tirando a negro con sombras ennegrecidas acarbonadas que tira para atrás. Pero ¿de qué destino se trata? Del más bajuno, del más espantosamente humano. Es el pobre humano insapiens el que va consiguiendo poco a poco ir dejándolo todo bien esquilmado. Pero tampoco vayamos a inferirle demasiado poder, que por no poder no puede ni saber qué destino le depara.

Nosotros los acuarianos, los predestinados, los que ya no somos humanos ni nada de eso, sabemos que el Destino se está dibujando muy alentador, donde la Justicia Divina, o sea, la nuestra, se está adentrando cada vez más en donde debe adentrarse.

Hablamos pues de un Destino muy pequeño, o sea, del destino vulgar y corriente. Porque no vayamos a pensar que el ser humano común, es dueño del Destino de Arrakis, eso no está escrito ni en un mal cuadernillo de apuntes de un mal aprendiz de dios. No.

Arrakis ya lo estamos dejando bastante clarito cada día que nos pertenece a Nosotros, pues somos Nosotros quienes le amamos, pues hay muchas cosas, personas y seres que merecen Amor, Armonía y Belleza, la Santa Triada de hacedor de pentauniversos, que solo habita en Espíritus trascendentes y con ganas de Vivir trescientos mil eones.

Las ONG, los grupos de médicos sin fronteras y todo tipo de agrupaciones del mismo calado, lo que de verdad quieren es divertirse, pero salvar al mundo les importa un carajo, y salvar a la humanidad aún más carajos.

El mundo, Arrakis, debe de ser Amado en su Estructura Trascendente, debe de ser Reinado de manera altiva, y de esa manera, el Destino despide Honores Imperiales, nada de milongas humanistas ni salvadores de la nada.

El destino vulgar y corriente dibuja trazos muy ridículos, donde unos pocos mequetrefes quieren juzgar a "personas malas" que han hecho un mal atroz a... ¿cuantas personas? Unas pocas que en su momento quisieron distorsionar el orden público y social, basurilla. Sin embargo hay viles seres endemoniados que en cualquier momento pueden amenazar a su libre antojo con exterminar a millones de personas que no han hecho absolutamente nada que ataña a nadie, pero como se creen con el poder, un poder falso y mezquino, se podrán divertir con la "hazaña".

Qué esplendoroso Destino para esos que hagan esas cosas. Un Destino que será el simple borrón y cuenta nueva, y aquí no ha quedado ni el más mísero ápice de seres destructores de inocencia y de sueños que nada tienen que ver con la simple vida de un occidental, que por no tener no tiene ni un mal deseo, ni una mala creencia, NADA.

El Destino está más claro que una profecía de Nostradamus, que no sé si en el séptimo mes del año que viene pasará algo o no, pero en cualquier momento se puede cernir por encima de las cabezas de los malditos hostigadores de la falsa justicia, mil huracanes Mich, que no dejará ni rastro de impurezas en el futuro y esplendoroso Arrakis.

Que se haga, que se haga.



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Capítulo 9

Las vivencias y los recuerdos están separadas entre sí por grandes muros de titanio, o de algo aún más fuerte y resistente a todo. Es por eso que los predestinados no quieren saber nada del pasado camuflado en recuerdos. Los recuerdos entontecen al alma y la conducen por caminos equivocados.

Las vivencias en cambio sirven al predestinado para no volverlas a vivir y no errar en el caminar. Tener en cuenta los fallos que se cometen es tener una buena herramienta de trabajo.

Los pasados, ese tipo de gente que recuerda y recuerda y nunca avanza, jamás serán capaces de presentarte una alternativa nueva, un intersticio de futuro por pequeño que sea. Siempre te harán recordar aquellos tiempos en que... ¿Qué?

Los pasados son pequeños demonios que quieren llegar hasta el momento justo en que el caos era lo absoluto. Un caos feo y sin moralidad ni ética alguna que no te deja ver más allá, no sólo de la Luz que protege tu alma, sino de esa Luz que incluso está fuera y tiene forma de persona, de nuevo amigo, de nuevo compañero de viaje y que te puede ofrecer alternativas distintas y llenas de vida.

El Destino es algo Divino. No por ello es algo inalcanzable. Es inalcanzable para mentes obsoletas y llenas de miedo. El miedo es el peor compañero de viaje, pues reprime la auténtica Libertad del ser a Amar, a hacer Armonía, a Crear Belleza con aquellos seres que se merecen esas tres dádivas.

Esos Seres que se merecen esas dádivas son los Inmortales, los dioses encarnados. Son Seres que a la vez son capaces de hacer eso mismo con los que le aman, pues no es un dar sin recibir nada a cambio, eso es una mentira. Que uno no espere nada a cambio es una cosa, pero siempre se recibe algo, pues entre Seres Amantes siempre hay un intercambio de Divino Amor, de lo contrario se convierte en una mera relación etérea que se pierde como esa misma etereidad.

Si un predestinado amante ama de verdad a alguien, y ese alguien no es capaz de devolver con algo, aunque sea mínimo, ese Amor, la magia se rompe. No es daño, no es dolor, es otra cosa, ni si quiera rencor ni pena, es olvido. Por eso los dioses encarnados deambulan de un lado para otro durante tántos eones sin encontrarse a alguien por el camino, a alguien verdadero y honesto, porque tan solo quieren Amor, puro Amor, y eso el común de los mortales no sabe ni lo que es.

El dios encarnado es un solitario, un solitario que a veces encuentra a alguien, pero es un alguien de poca monta. Pero cuando se encuentra con ese Alma Gemela, ese Alma que es capaz de Amar por encima de todas las cosas, ya no hay maldad sobre Arrakis que separe ese Amor del Amor del otro.

El Amor Reina. Que es lo contrario de lo que dicen los malditos de este tiempo que por fin se acaba en forma temporal, con número redondo y además equivocado. Pero para los que vivimos una Época, una Era de forma sincera, sabemos que el Amor Reina desde siempre, aunque el Polvo lo arrasara todo y quisiera comerse a todo lo Bello y Hermoso.

El Amor Reina, y son esos predestinados, esas buenas gentes los que hacen Real esa fundamentación primordial. Quizá se hayan salido del tiempo, y no quieran ni hayan querido saber jamás de los tiempos del Polvo, de ese Polvo analista que todo lo ausculta para sonsacar la bondad y convertirla en vulgaridad. No pronunciaré su nombre aunque me torturen, ni pensaré más en él.

El Amor Reina, y por ese Amor crearemos a los Inmortales totales, de cuerpo y espíritu, truncaremos todas las leyes de los gusanos mortales que quieren hacer ver que es ley de "vida" que la muerte se lleve a los que amamos.

La única y grandiosa Ley de la Vida, es VIVIR, y hay que hacerlo por encima de todos los peligros habidos y por haber.

No habrá ya más despedidas ni "hasta la vista", ni más delirios de dolor tonto. El dolor se ha ido, y sólo aquel que lo evoque será el portador del mal.

Seamos portadores de Vida, y lo que nuestros ojos miren y vean, sea Vida Eternamente. Y lo que nuestros pensamientos piensen e imaginen, sea Vida Eternamente. Que lo que nuestros Corazones sientan y presientan, se convierta en Amor y Vida Eternamente.

Eso es lo que Hacemos en Kronos, en el Nuevo Mundo que se despliega a toda velocidad por entre los Corazones amantes.



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Quirón Alvar

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Parte III

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