19 Julio 2000 Realización: La Princesa de las Alimanias **ROSA** La rosa es un mundo en sí misma; tiene la perfección de la esfera y es como un compendio de todos los misterios de los productos vegetales. Es el rojo de los labios de las muchachas, luz de los setos vivos y laboratorio secreto del más exquisito perfume. Faltan palabras para describir tantas gracias.¿Cómo se puede hablar sin caer en el tópico, del inigualable terciopelo de sus pétalos, de la impecable geometría de su follaje esmeralda, o del oro de sus estambres, agrupados en el hueco húmedo de su corola? La rosa fue, hace veintisiete siglos, coronada "Reina de las flores", por la más apasionada de las poetisas griegas, la divina Safo... Pero la rosa no es todo un mundo solo para los poetas; lo es también para los naturalistas, los químicos, los fitoterapeutas y todos los que pretenden servirse de sus asombrosas propiedades. Existen nada menos que setenta especies de rosales silvestres(gavanzos) de las que unas cuarenta corresponden a Europa. Las varieddades cultivadas se cuentan por miles. Hubo un tiempo en el que podía decirse que los orticultores creaban una cada noche. Y hay en la paleta de los magos jardineros una extraordinaria sinfonía de púrpuras negros, rojos, rosas impalpables, amarillos y anaranjados radiantes, violetas más luminosos que la amatista,rubíes y zafiros como nunca se vieron en la corona de un emperador. Tanta diversidad se paga. Unas pierden el perfume. Otras tienen la irreal hermosura de moribundas. ("Y, como rosa, vivió lo que viven las rosas, apenas una mañana"). Otras, por último, maltratadas por las sucesivas hibridaciones, rociadas de pesticidas y excesivamente abonadas con productos químicos, pierden definitivamente sus preciosas virtudes medicinales. Nos limitaremos a hablar aquí de la rosa roja, ya que si se habla de todas, esto sería inacabable. Rosa roja: Es la rosa de Francia, "rose de Provins" o rosal castellano.Es quizás la más hermosa, la reina de las reinas. La han cantado los poetas, la han ensalzado los libros sagrados. Su perfume estaba reservado exclusivamente a los reyes. Se encontraron varios ramos de rosas intactos en el sarcófago del faraón Tutankamón, depositados por la esposa del joven, hace más de treinta siglos, en testimonio de amor... En estado natural, la especie frecuenta las tierras calcáreas de la cuenca del Mediterráneo; aquí es donde elabora a la perfección los principios activos de sus grandes flores rojas, engastadas en ramas de hojas oscuras, gruesas y brillantes, de tres a cinco folíolos dentados. Los cruzados -Teobaldo de Champaña o Robert de Brie- la trajeron de oriente y la introdujeron en el norte de Francia. Después, los jardineros extrajeron de ella tres de las más hermosas razas hortícolas que existen: la rosa de cien pétalos, la rosa blanca y la rosa de todo el año. Los médicos griegos la conocían ya perfectamente y la recomendaban como tónico. Las bellas romanas, después del baño, se frotaban con polvos de rosa, hacían brillar sus párpdos con el aceite esencial de la flor y , para conservar fresco el aliento, masticaban pastillas de pétalos de rosa, de mirra y de miel. Los médicos árabes no tenían más que alabanzas para la planta: Avicena afirmaba haber curado vómitos de sangre con el solo empleo de confitura de rosas (azuccar o zuccar). Los boticarios de la Edad Media la administraban a los pobres tísicos a libras. La esposa de un virrey portugués, fue salvada de la tuberculosis en siete meses, gracias a verdaderas orgías de conservas de rosa (y hasta se dice que ganó un nueva belleza con el tratamiento). Y no hace mucho hubo un caso de una joven tuberculosa bastante grave que durante un año estuvo atracándose de pétalos de rosa y miel, y después quedó de maravilla. En afinidad de ocasiones se han podido observar los efectos admirables de la reina de las flores. La infusión ligera de pétalos de rosa, bebida a tiempo, es prodigiosa contra el dolor de garganta, la destilación nasal, la bronquitis, las inflamaciones rebeldes del sistema digestivo, las diarreas y la disentería. Las personas cuya flora intestinal ha sido destrozada por los antibióticos, deben recurrir a esta cura. Las mujeres que padecen leucorrea o pérdidas anormales de sangre se sienten generalmente aliviadas (las duchas vaginales son muy eficaces en estos casos). La infusión concentrada y el jarabe de rosas constituyen excelentes reconstituyentes pulmonares al mismo tiempo que grandes tónicos generales. Se recomiendan especialmente a los habitantes de las ciudades con molestias pulmonares, a convalecientes y personas en la tercera edad. Los niños delicados hallarán en ellos, sin duda, ayuda para superar ciertos estados difíciles del crecimiento. La miel rosada y la confitura de rosas se utilizan de forma análoga, pero su acción es más vital, más directa... aunque no brutal, pues en nuestra amiga "reina de las flores" todo es suavidad. La rosa es todavía más admirable en aplicación externa. Los tratamientos por osmósis con rosa, son increibles. Un rico industril tenía la costumbre de echar en el agua de su baño varios puñados de pétalos de rosa (como se echaban antes en la cama de las recién casadas), y observó que sus dolores reumáticos desaparecían.La rosa tiene tantas propiedades...La infusión de sus pétalos (con agua o con vino), el vinagre rosado y la decocción de sus flores, utilizados como loción, son sumamente beneficiosos para el hígado, los intestinos y los nervios. La rosa y la hermosura femenina han ido siempre de la mano y sí lo atestiguan poemas escritos en todas las lenguas de oriente y Occidente.Para los cuidados cotidianos del cutis, la limpieza del rostro, la prevención y supresión de arrugas, nada más eficaz como el agua de rosas. Y nada más activo contra la seborrea, el acné o los "puntos negros". Pero no es eso todo: el agua de rosas es ideal contra heriditas, contusiones, esguinces y torceduras. Nada, salvo tal vez el aciano, proporciona un mejor colirio para los ojos enfermos que rezuman humores. RECOLECCIÓN: Los que vivan en regiones de cigarras y collados calcáreos inundados de luz podrán recogerla en pleno campo- donde la naturaleza haya logrado resistir los venenos que la humanidad se empeña en producir. Pero, generalmente, el rosal castellano se cultiva. Forma setos, se apoya en las paredes o se agrupa en macizos. Plántese en terreno ligero, después de haber refrescado las raices con el secador , y cortado el tallo a la altura de la primera o segunda rama. Los pétalos se cogerán en capullo, con tiempo seco. Se quitan los estambres, se corta la base del pétalo y se secan rápidamente a la sombra: si la preparación es buena, conservarán su color vivo y su aroma se hará cada día más puro. Se guardarán en caja de hojalata o envase de vidrio de color que cierren herméticamente, sin olviddar que los vegetales pierden la mayor parte de sus propiedades curativas en tres o cuatro meses. PREPARACIÓN Y EMPLEO: **Infusión: -Ligera: echar medio puñado de pétalos de rosa frescos en un litro de gua hirviendo. Dejar reposar unos minutos.Tomar una taza antes de cada comida. -Concentrada: echar un puñado de pétalos de rosa secos en un litro de agua hirviendo, dejar en infusión cerca del fuego para que no se enfríe durante 24 horas. Filtrarla con un lienzo y dejar cocer lentamente con una libra de azúcar. Tomar de dos a cuatro cucharadas soperas al día. **Miel rosada: Echar 10 puñados de pétalos secos en un recipiente. Mojarlos con dos litros de agua hirviendo. Dejar en infusión cerca del fuego 12 horas. Pasarla por un lienzo. Mezclar el líquido obtenido con 1´5 kg de miel blanca, cocer a fuego lento, quitarle la espuma y filtrar. Tomar a modo de gargarismos, enemas, etc. **Vinagre rosado: Dejar macerar 10 puñados de pétalos secos en 4 l del mejor vinagre rojo y exponer el recipiente al sol durante 15 o 20 días (o téngase un mes a temperatura suave) y fíltrese. Se usa de forma interna o externa en lociones, gargarismos( contra inflamaciones de boca y garganta), colirios... **Conserva de rosas: Machacar pétalos secos en un mortero con una cantidad de azúcar equivalente al triple de su peso y agregar agua de rosas hasta obtener un pasta cremosa con la consistencia de la miel. Añadir dos o tres cucharadas de glicerina oficial. Tomar de 2 a 5 cucharadas soperas al día. **Confitura de rosas: Cocer los pétalos tiernos durante 2 ó 3 horas a fuego lento, con una cantidad igual de azúcar y un poco de agua pura. Al terminar la cocción, añadir a la mezcla el zumo de un limón. **Ungüento rosado o pomada rosada ((par la belleza del cutis, especialmente en verano, cuando el sol agrieta la piel, o en invierno, contra los cortes producidos por el frio): Tomar media libra de manteca de cerdo y media libra de rosas frescas, mezclar y dejar en maceración durante 6 ó 7 días. Cocer a fuego lento, exprimir a través de un lienzo, procurando obtener un producto lo más puro posible. **Rosas cocidas en vino(contra las úlceras): Dejar en infusión durante media hora una parte de pétalos de rosa secos por 16 partes de vino tinto hirviendo. Usar en aplicaciones externas. **Agua de rosas: Coger las corolas de las rosas más perfumadas. Dejar secar ligeramente. Disponerlas en capa gruesa sobre un lienzo fino colocado encima de una jarra. Cubrir con varias hojas de papel grueso. Poner encima del papel una tarrina de barro lleno de brasas. Por efecto de calor, la preciosa agua de rosas se filtrará gota a gota en el recipiente inferior. El agua de rosas se usa para todos los cuidados de belleza: arrugas, ojos hinchados, piel enferma... y para quitar el maquillaje. **Tratamiento de la irritación de los ojos, legañas, inflamación de párpados y ojos cansados: Coger un puñado de pétalos frescos y poner en infusión durante media hora en 300-400 cm cúbicos de agua. Se lavan los ojos con este líquido y se preparan compresas empapadas en él, que se aplican directamente sobre las partes afectadas durante 8-10 minutos, o, a veces, en periodos más cortos. Las aplicaciones de lavado se hacen al ir a dormir y al levantarse. Se aplica esta fórmula unos días, hasta que desaparezca el mal. **Tratamiento de la piel (prurito, acné, eczemas, quemaduras solares): Preparar en un recipiente medio litro de agua destilada de lluvia o de manantial. Agregar 50 gramos de pétalos frescos o 15 gramos de los secos. Una vez todo junto, poner en maceración. Si los pétalos son frescos, macerar durante 24 hors y si son secos, durante 48 horas. Algunos lo maceran durante dos días, tanto si se trata de pétalos secos como frescos. Después, colar por expresión a un frasco y ya queda listo para ser usado. El tratamiento consiste en aplicar sobre las zonas afectadas 3 ó 4 lociones al día con una gasa o paño empapados en el líquido. Seguir con el remedio hasta que desparezca el mal. M.Messèguè, Peter Köhler, J.M.Alfaro y otros. ************************************ Disfrutemos de la Reina de las flores abrazos rosados **Princesa de las Alimanias**