Realización: La Princesa de las Alimanias **ABETO Y PINO** El abeto es el símbolo de la eterna unión entre los hombres y los vegetales. A la locura del mundo actual él opone su sabiduría, su fuerza tranquila, su calma y su generosidad. Èl nos ofrece la sombra de su espeso ramaje en verano y el abrigo de sus ramas cuando llega la estación fría. Y además nos cura. La resina, los retoños, la esencia que se le extrae (o que se le roba a su primo el pino) tiene mil virtudes medicinales.Han sido utilizadas desde la más remota antigüedad. Y todas se cuentan hoy día entre las armas favoritas de los fitoterapeutas. Nuestros bosques, sometidos a la locura de nuestros madereros, ya no son lo que eran.En unos cuantos decenios se han contraido como una piel de zapa. De todos modos, aún abundan en ellos la gran conífera, reina de la Tierra en la Era Secundaria, de la que el abeto y el pino son los representantes más majestuosos. La lista completa de todas las especies y subespecies de este árbol sería fatigosa: abeto blanco (o abeto plateado, abeto negro, abeto de los Vosgos), picea, piño piñonero, pino marítimo, pino albar o silvestre, pino negro o negral, estos no son sino unos cuantos representantes de este gran grupo vegetal. Aunque todos son útiles, el abeto blanco, llamado también abeto común europeo y el pino albar o silvestre, son los que más virtudes poseen. Se utiliza principalmente la resina del árbol, los retoños del pino silvestre y la esencia de trementina. Un célebre fitoterapeuta decía que la resina es la sangre de las coníferas y que, en cierto modo, puede convertirse en nuestra propia sangre. Tenía mucha razón. No es solo que las "perlas" que brotan de las heridas del abeto y del pino exciten todas las secreciones y activen las glándulas endocrinas (las "dueñas de nuestro organismo"), sino que, además, actúan beneficiosamente sobre la mayor parte de órganos. Zimmermann, un médico alemán del siglo pasado, recomendaba contra la tuberculosis una cura a base de resina exclusivamente. Exageraba, desde luego, pero no tanto como pudiera creerse. En realidad, la resina da excelentes resultados contra la bronquitis (crónicas o agudas), pulmonías y pleuresías. Nuestra época dispone de antibióticos para curar estas afecciones; pero nada impide recurrir a los viejos métodos para ayudar a los nuevos y limitar sus inconvenientes... La resina es eficaz contra infinidad de trastornos. Puede emplearse con éxito para corregir el mal funcionamiento de las vías urinarias, cistitis, cálculos de vegiga, leucorrea y blenorragia. Hace maravillas en los cólicos hepáticos. Calma dolores reumáticos y la ciática. Las bolitas, pomada y píldoras de resina combaten las lombrices parásitas. Puede recurrirse también a esta sustancia en caso de hemorragia o aflujo anormal de la sangre (especialmente las mujeres, durante la menstruación). Finalmente, la resina es un antídoto en la intoxicación con fósforo y puede prestar grandes servicios en estos casos, (recuérdenlo si viven cerca de una fábrica que lo produzca). Pero la resina tiene también sus inconvenientes. No hay que abusar de ella para no exponerse a trastornos desagradables (vértigos, náuseas, etc.). Los retoños de abeto y de pino, en especial estos últimos (para ser exactos los del pino albar),no presentan tales peligros sin que por ello pierdan su eficacia. No solo pueden utilizarse para combatir las enfermedades del aparato urinario (inflamción de riñones, cistitis, blenorragia, etc.) sino que ,además, se muestran activos contra la tos,la gripe,la tos ferina,los trastornos pulmonares y el asma. También dan excelentes resultados contra el escorbuto, provocan el sudor y calman los espasmos del estómago y los intestinos. Una fricción enérgica ,un masaje o un buen baño de retoños de pino pueden curar el acné y las enfermedades cutáneas en general, "entonar" a la persona deprimida, neurasténica o apática, reanimar el corazón fatigado o dejar como nuevo el hígado agotado por los excesos. Pueden esperarse los mejores resultados de los baños de vapor a base de brotes de pino. Se recomiendan a las personas anémicas y a los niños raquíticos. Este tratamiento, aunque popular, no deja de ser reconocido por las máximas autoridades médicas.¿Acaso no se observa el extraño fenómeno de que el vapor da a la orina el olor a violeta cracterístico de la resina? Tales son las virtudes de mis queridas plantas... La esencia que se destila de la trementina, es decir, la resina purificda y deshidratada, tiene múltiples aplicaciones. Una buena parte de la producción anual es absorbida por la industria farmacéutica. Este medicamento se conoce desde hace mucho tiempo , pues ya se utilizaba en la alta Edad Media con el nombre de aqua ardens, "agua ardiente". Nada nos impide hoy estudiar sus cualidades. En lo externo- y únicamente en lo externo-, la esencia de trementina es un revulsivo a un rubefaciente eficaz (se lleva la sangre de las partes dañadas , para aliviarlas, o la atrae hacia ellas para acelerar la intervención de los "defensores" del organismo, los glóbulos blancos). No sólo cura las úlceras y quemaduras, sino que calma las neuralgias. Todos los reumáticos, todos los que padezcan ciática o lumbago pueden recurrir a ella. También una buena cataplasma empapada en esencia de trementina puede lograr unos buenos resultados contra la bronquitis, las anginas, la tos ferina y la pulmonía. Sin duda, son el abeto y el pino, árboles con una asombrosa gama de propiedades. Existe así como magia en los efectos medicinales de las coníferas. Son vegetales muy generosos. !Qué ingratitud la de los hombres que talan bosques enteros por dinero! Habría que detener el saqueo de la Naturaleza...¿Dispondremos de fuerza y medios suficientes? Porque ya se va haciendo tarde. **RECOLECCIÓN: Es conveniente recolectar los retoños de pino albar (y, eventualmente, de otros pinos, la picea o el abeto) en primavera, cuando están tiernos e impregnados de resina fresca. Hay que tratar de conservarlos el mayor tiempo posible resguardados de la humedad. Es también en primavera cuando está más fresca la resina. Hacer una incisión en un tronco pra recoger las lágrimas. La esncia de trementina nunc falta en las buenas herboristerías. Basta que se garantice su pureza, que no contenga coadyudantes químicos. Si se desea, también se pueden recoger las hojas (agujas) jóvenes y utilizarlas como retoños, aunque son menos activas. Finalmente, mientras estén en el bosque, nada les impedirá hacer una provisión de... oxígeno. Y si acaso sea est la mejor garantía del éxito de l cura. **PREPARACIÒN Y EMPLEO: -BOLAS: Bolas de resina: ingiérase diariamente el equivalente a un lágrima de resina pura durante 7 días. (Cura de primavera contra las enfermedades del aparato respiratorio). -PÍLDORAS: Píldoras de resina (contra las enfermedades de las vías urinarias): mézclense 3 cucharadas soperas de resina y 6 cucharadas soperas de regaliz en polvo, amásese y tómese el equivalente de un grano de café al día. -POMADA: Pomada de resina (para todas las aplicaciones por vía externa): mezclar 4 partes de aceite de almendras dulces y 4 partes de resina. Calentar ligeramente al baño maría y añadir una parte de cera de abeja. -INFUSIÒN: Infusión de retoños: echar un puñadito de retoños en un recipiente y volcar sobre él agua hirviendo(1 litro). Dejar reposar de 3 a 5 minutos. Tomar de 2 a 3 tazas al día. -DECOCCIÒN: Decocción de retoños (para uso externo): echar un gran puñado de retoños en 1 litro de agua. Dejar cocer unos minutos. El líquido resultante se aplica mediante compresas, masajes...). -MANILUVIOS Y PEDILUVIOS: de retoños: Las mismas proporciones que las de la receta anterior. Entonces, con este líquido, que esté caliente, se dan baños a los pies y a las manos de 2 a 3 veces al día. -VAPOR: Vapor de retoños: Hacer hervir durante varias horas una olla grande de agua con retoños, en una habitación pequeña y bien cerrada (tipo sauna). -FRICCIONES: Fricciones con esencia de trementina: Pueden hacerse con esencia pura o disuelta en aceite de alcanfor. *******************************************