13 Agosto 2000 Realización: La Princesa de las Alimanias **ARCILLA** Un método de tratamiento naturista es el de la arcilla, ya practicado en los tiempos antiguos en todas partes del mundo y, actualmente de nuevo en auge por obra de algunos especilistas. La arcilla , o creta, tiene propiedades radiactivas naturales, y se le conocen especiales capacidades de absorción de las sustancias venenosas y tóxicas. Según muchos naturistas la arcilla "bombea el mal" del organismo. Su acción antibacteriana ha sido demostrada científicamente; puede comprobarse poniendo una cuchrada de arcilla en una jarra de leche, y se verá como ésta se conserva inalterada durante varios días, incluso en verano, dado que la creta la ha esterilizado de una forma totalmente natural. Un profesor de la universidad de Berlín se expresó en los siguientes términos acerca de las propiedades de la arcilla: "Estoy persuadido de que se llegará a un uso corriente de la arcilla, porque ella constituye un potente obstáculo a la propagación de los bacilos. He podido comprobar que, introducida en el aparato digestivo, ejerce inmediatamente una acción antibacteriana lo mismo que sobre las heridas y las úlceras". Por su parte, Oudinot escribe: "Si bien las propiedades curativas de la arcilla parecen gozar de un crédito excesivo, después de una cuidadosa experimentación, dichas propiedades son innegables y, por lo tanto, no somos contrarios a su uso". La Association Fraternelle Internacionale de París, resume así las normas a seguir para efectuar un tratamiento con arcilla: "La arcilla puede y debe ser empleada cuando se ha extraido de la cantera, después de haber sido desembarazada de piedras, raíces, partículas de paja, y otras impurezas que pueden eventualmente encontrarse". Como sea que la arcilla resulta ser antibacteriana, o sea que destruye cualquier microbio que se ponga en su contacto, podemos, pues, usarla con plena confianza. Nosotros la estamos usando desde hace 25 años y no podemos más que agradecer a la naturaleza el habernos proporcionado un medio tan poderoso para curarnos. La arcilla o creta es la mejor tierra curativa y también se la llama barro o tierra de modelar. Se emplea en la fabricación de ladrillos, cerámica, etc. Se la encuentra casi en todas partes. Con frecuencia basta excavar un fosa bastante profunda en nuestro jardín pra encontrarla. Existe en diversos tonos, rosa, amarilla, verde, etc. Todas son buenas, pero generalmente la verde es la más activa. En los casos urgentes puede emplearse cualquier creta, pero solamente para uso externo. La arcilla, previamente desecada (con preferencia al sol), será puesta tal cual en un recipiente (de madera, barro cocido, metal esmaltado o de otros materiales, pero nunca de metal desnudo). Se cubre con agua natural y se deja reposar durante algunas horas. Se diluye por sí sola. La pasta resultante debe ser bastante compacta. Se pone sobre la masa una toalla o un trozo de tela bastante grande, previamente plegado en cuatro, se extiende generosamente el emplasto de arcilla por medio de una espátula o de un cuchillo, dando a este emplasto, por lo menos dos centímetros de espesor. Es muy importante que la cataplasma sea muy espesa, cuanto más espesa, más enérgica será la acción curativa. Esta compresa debe ser bastante más ancha que la parte que debe tratar. Se lava bien la parte enferma con agua pura, antes de aplicar la compresa. Se coloca la compresa sobre la parte afectada, con la arcilla en contacto directo sobre la superficie de la piel. Si la compresa está destinada a una parte vellosa, se interpondrá una delgada gasa entre la arcilla y la epidermis. Se mantendrá la compresa o la cataplasma en su lugar mediante vendas y se envolverá después con un trozo de franela o lana. En general, la compresa debe dejarse sobre la parte enferma durante dos horas, aproximadamente. Pero si se trata de una llaga abierta o infectada, etc., no se pasará de una hora y media. Cuando se trate de dar fuerza al cuerpo, vitalidad, radiactividad, se hará una pasta menos densa y se dejará la compresa durante dos o tres horas como máximo. Después se quita de golpe. Cuando la arcilla ha terminado su labor, se desprende por sí sola; si existen todavía partes adheridas, se hace pasar un poco de agua entre la arcilla y la piel. Se lava después la parte enferma con agua fresca o, si se trata de una llaga, con agua salada. La arcilla que ya ha servido, está cargada de toxinas, por lo que ya no puede usarse más y se tirará. Las telas que han servido para confeccionar la compresa, se lavarán inmediatamente. Las compresas destinadas a las zonas sensibles al frío, pueden calentarse previamente mediante una ligera exposición al vapor, al sol, encima de una olla con agua hirviente o sobre una fuente de calor, pero nunca directamente al fueggo. No obstante, es preferible emplear la arcilla en frío, para provocar una acción beneficiosa. En determinados casos, como dolores reumáticos, artríticos, o neurálgicos, lumbalgias, ciática, neuralgias, etc., es útil dar un baño de vapor local, o aplicar compresas de vapor acuoso antes de aplicar la de arcilla. Basta tomar una toalla, mojarla en agua caliente, escurrirla y aplicarla. En caso de existir alguna dificultad que se oponga al empleo de la arcilla, puede utilizarse el vendaje envolvente empapado en agua fangosa. No hay límites en cuanto a la cantidad y al intervalo de las cataplasmas que, en los casos graves, deben sucederse continuamente. En los casos crónicos, sin úlceras, la aplicación de dos o tres compresas al día constituirán un precioso coadyuvante. La acción de la arcilla varía según el temperamento y el grado de intoxicación del enfermo. Para algunos, el alivio, e incluso la curación pueden ser inmediatos, para otros, podrá darse un recrudecimiento superficial del mal porque la arcilla no permite la cicatrización de las llagas hasta que todas las sustancias perjudiciales han sido expulsadas del cuerpo. Existen enfermos que no soportan las cataplasmas de arcilla. En este caso no debe insistirse, sino actuar con otras cataplasmas calientes. Cualquiera que sea el mal, tumor, llaga supurante, eczema, luxación, mordedura por animales enfermos o venenosos, etc., la arcilla puede aplicarse sin temor directamente sobre la lesión. Entre todos los modos de tratamiento de una llaga, solamente el tratamiento con arcilla no deja ninguna huella de cicatriz, porque es la naturaleza la que actúa. **Si la arcilla da magníficos resultados en uso externo, ciertamente su eficacia no es inferior en USO INTERNO. Su radiactividad, su poder absorbente, bactericida, vitalizante, hacen maravillas en todas las afecciones del aparato digestivo. Sus sales minerales son preciosas para los anémicos, linfáticos, desmineralizados, para los niños y para las mujeres durante el período de la maternidad. En el tracto intestinal absorbe y neutraliza lo gases pútridos , las fermentaciones y las infecciones. Para el uso interno, se procede de la siguiente forma: Se toma arcilla buena, limpia y untuosa, se seca al sol, se rompe a trozos y se limpia, reduciéndola a continuación a polvo y pasándola por un tamiz para utilizar solamente la parte pulverizada. Se pone una cucharadita de café de este polvo en medio vaso de agua, por la noche; a la mañana siguiente, en ayunas, se mezcla bien y se bebe; o bien se prepara por la mañana , para beberla por la noche, un cuarto de hora antes de la cena. Si es necesario, se toma una cucharadita de café por la mañana, otra al medioía y otra por la noche. Para los niños es suficiente media cucharadita cada vez. Cuando al principio, la arcilla tomada por vía bucal produce estreñimiento, constituye un signo de una fuerte intoxicación intestinal; en este caso es necesario beber frecuentemente agua de arcilla entre las comidas, a pequeñas dosis. Se combatirá el estreñimiento con una tisana purgante. A los niños muy pequeños, en caso de diarrea o de estreñimiento, es también conveniente dar de vez en cuando una pequeña cucharadita de agua de arcilla, turbia pero no fangosa. Debe recordarse que la arcilla es un excelente vermífufo. El uso del agua arcillosa en lavajes internos (enemas) es aconsejable en los estreñimientos pertinaces. También puede utilizarse en baños, gargarismos, lociones para los tratamientos de belleza, etc. Debe dejarse siempre la arcilla expuesta al sol. V.Menassé -------------------- **Princesa de las Alimanias**