7 Septiembre 2000 Realización: La Princesa de las Alimanias **GENCIANA** Estas flores maravillosas que llamamos gencianas deben su nombre a Gencio, antiguo rey de Iliria (en la actual Yugoslavia), que fue el primero en descubrir sus virtudes medicinales. Existen en Europa más de veinte especies, desde la soberbia genciana acaula color zafiro a la genciana germánica teñida de amatista, pasando por la genciana púrpura y la genciana moteada. Vamos a hablar de la amarilla, la más grande, la más brava, la más majestuosa. No se da más que en el monte. Es una criatura soberbia, de más de un metro de altura, con grandes hojas ovales opuestas que recogen el rocío como la pila de una fuente y flores en forma de dorada estrella de cinco puntas, agrupadas en racimos en las axilas de las hojas superiores. Sobre todo, no hay que confundirla con su vecino de los pastos de montaña, el mortífero vedegambre, que tiene su mismo porte orgulloso, pero que se distingue de ella por sus hojas alternas, y además, vellosas por el envés. La raíz de genciana , como sabe todo el mundo, sirve para elaborar riquísimos licores (por más que un imprudente dijera que preserva de la borrachera), motivo por el cual algunas personas se dedican a un verdadero saqueo. No las imiten ustedes! Una raíz del tamaño de un puño basta para todo un año y no hay que olvidar que la planta no florece sino al cabo de 10 o 15 años de existencia... No extingan la especie que curará a sus hijos! Porque los curará... Ya los antigguos utilizaban la genciana contra las mordeduras de serpiente (no creo mucho en ello), contra las enfermedades del hígado e intestinos (en esto sí creo), contra toda clase de parásitos (es indiscutible), como estimulante general de las funciones digestivas (lo he comprobado), como febrífugo y como diurético. Los modernos ha agregado a esta lista de virtudes la de aumentar la secreción salival (lo que hace de ella un gran estimulante del apetito), la de tonificar todo el organismo (como todas las plantas amargas) y la de multiplicar los glóbulos blancos, defensores de nuestro organismo contra todos los gérmenes infecciosos. RECOLECCIÓN Si no viven en el campo, pueden comprar la raíz de genciana en una buena herboristería. De lo contrario, arránquenla en otoño (provéanse de un azadón, pues está enterrada muy profundamente): déjenla espuesta a la intemperie durante dos semanas, después de lavarla cuidadosamente, y déjenla secar en el granero o cobertizo. Una buena raíz de genciana puede medir hasta un metro... Si se encuentran en el campo en julio o agosto, no olviden recoger algunas flores de la especie, que secarán a la sombra o al horno. PREPARACIÓN Y EMPLEO: **Infusión y decocción de flores (sudorífica, antiinfecciosa): echar 10 pulgaradas de flores secas en un litro de agua hirviendo. Dejar hervir 1 minuto. Dejar reposar. Tomar taza por taza cada tres horas, únicamente en los accesos de fiebre. **Decocción de raíz: hervir durante 5 minutos un pedazo de raíz del tamaño de una nuez por taza de agua. Tomar una taza por la mañana en ayunas. **Polvo de raíz: tomar de 1 á 3 pulgaradas al día, con miel, durante una semana (como tónico).Se tomará en dos veces siempre con miel, en caso de acceso de fiebre. **Decocción concentrada (para uso externo, como tónico del sistema digestivo en conjunto)): 100 g de raíz por litro de agua. Dejar cocer 5 minutos. Dejar reposar. Aplíquese este líquido en compresas abdominales. **Maniluvios y pediluvios El equivalente a dos nueces de raíz triturada por litro de agua caliente. Dar con ello baños de manos y pies. NOTA: Si se aplica la genciana en uso externo, conviene no abusar, pese a sus interesantes propiedades, ya que a grandes dosis puede entorpecer la digestión y provocar vómitos. M.Mességué -------------------- **Princesa de las Alimanias**