9 Septiembre 2000 Realización: La Princesa de las Alimanias Métodos de relajación ( Primer Bloque ) ¿Qué es relajarse? Relajarse es descansar bien, es hacer de nuestro reposo obligado una fuente de aguas vivas que nos revivifique por dentro y llene nuestro cuerpo y nuestra mente de nuevas energías para volver a la actividad. ¿Sabe usted sacarle el máximo partido a su descanso? ¿Se siente usted totalmente relajado cuando termina su descanso? ¿Sabe cómo hacer descansar su mente? ¿Su sueño es autenticamente reparador? ¿Se levanta cada mañana como nuevo y renacido? ¿Sabe usted dejar los problemas del trabajo en la oficina? ¿Sabe liberarse de las tensiones y de la trepidante velocidad que marca la vida moderna? Si usted ha contestado a todas estas preguntas negativamente es seguro que necesita relajarse porque en su caso el inevitable período de reposo que necesitamos todos después de una actividad no está cumpliendo satisfactoriamente. Cada movimiento que hacemos a lo largo del día, por muy pequeño que sea y aunque implique muy poco esfuerzo por nuestra parte, necesita poner en tensión alguno de nuestros músculos. Y si usted los mantiene en permanente tensión, tarde o temprano va a aparecer el cansancio en ellos. Si tensionamos permanentemente los músculos que menos dominamos como, por ejemplo, la nuca, poco a poco esa falta de distensión , esa falta de reposo que debe seguir siempre a una actividad (ponerse en tensión es par un músculo su trabajo, es su actividad), provocará en él una acumulación de ácido láctico que terminará por endurecerlo. Eso hará que lleguen a dañarse los huesos de las cervicales. Por tanto, es necesario también hacer descansar nuestros músculos, saber relajarse, aflojarse. ¿Por qué han de permanecer en actividdad constante? La mente recibe permanentemente información. Millones de datos se van acumulando en su memoria. Trabaja constantemente, desde que usted se levanta hasta que se acuesta, durante el sueño, e incluso cuando usted logra realmente unos minutos de descanso físico. Los pensamientos fluyen sin interrupción, cambian de rumbo, se ocupan de una y mil cosas a la vez. ¿Nunca ha sentido la sensación de desconectar la mente a ver qué pasa? ¿Ha logrado alguna vez dejarla totalmente en blanco, en silencio? Pues de vez en cuando, y mucho más a menudo de lo que usted se imagina, ella también necesita reposar. Sólo con la relajación usted podrá, al principio lograr relantizar su trabajo mental y hacer que se aquiete su mente, y más tarde, con mucha práctica, incluso logrará que descanse al menos por unos segundos, dejándola totalmente en silencio, consiguiendo de esta forma una sensación de libertad y de bienestar total que nunca antes había experimentado. Su mente le agradecerá este momento reparador mostrándose más despierta, más receptiva y más clara. ¿Qué ocurre si no descansamos? Aunque quisiéramos hacernos los valientes y permanecer continuamente activos, no lo lograríamos. Prueba de ello es que a pesar de las ofertas de diversión noctámbula permanentes, el hombre sigue necesitando reposar; el robarle horas al sueño (al descanso) trae como consecuencia el mal humor, agotamiento físico y poca claridad mental. Pero no hace falta llegar al extremo de no dormir lo suficiente para sufrir las consecuencias de una falta de descanso reparador, que auténticamente nos libere de las tensiones emocionales y mentales y logre aflojar y ablandar todos nuestros músculos. Si no logra descansar bien y cumplir con el binomio actividad-reposo que necesita su vida, seguro que usted sufre algunos de estos síntomas: -Cada vez se siente más agotado. Aunque no trabaje o haga poco ejercicio físico, se siente siempre cansado y eso le da una actitud de abatimiento general con tendencia a la depresión. -Rinde poco en el trabajo, sea éste físico o intelectual. -Duerme mal, o le cuesta mucho conciliar el sueño. Sufre insomnio e incluso puede necesitar pastillas para dormir. -Tiene poca fuerza de voluntad. -Se ahoga en un vaso de agua. No sabe hacer frente a las dificultades aunque sean pequeñas. -Tiene miedo y se asusta por todo. Se siente inseguro, irritable con frecuencia y tiene un carácter bastante inestable. -Tiene poco poder de concentración, lo que dificulta su trabajo o sus estudios. -Padece usted fobias y tiene ideas obsesivas. -Tiene usted un mayor riesgo de padecer enfermedades nerviosas, úlcera de estómago, trastornos cardíacos, sufrir alguna alteración respiratoria. Si usted padece ya alguno de estos síntomas, necesita relajarse, porque es obvio que no descansa bien y que no le saca todo el provecho que debiera a sus horas de reposo. **ALTERNATIVAS PARA DESCANSAR** Se puede lograr un descanso reparador y gratificante con estas tres alternativas: 1. SUEÑO PROFUNDO Usted mismo comprobará que su sueño es realmente reparador al levantarse de buen humor por las mañanas, pleno de energía y de ganas de hacer cosas. Si su sueño le ha descansado realmente, tanto su cuerpo como su mente estarán en plenitud durante todo el día, y serán capaces de superar cualquier dificultad que aparezca y de mantenerse frescos y enérgicos por muchas horas. Este tipo de sueño suelen tenerlo aquellas personas que, además de no padecer problemas de salud, han realizado suficiente ejercico físico durante todo el día y, además, no se llevan a la cama asuntos pendientes laborales, afectivos, emocionales... Cuando no es posible olvidar los problemas antes de irse a dormir, unos minutos de relajación pueden lograr que se calme la mente. 2. RELAJACIÓN Alguno de los sistemas de relajación que describiremos en siguientes capítulos, pueden ser su método para lograr un descanso reparador. Busque el que mejor se adapte a su tiempo y a sus condiciones físicas e intente seguirlo con disciplina y regularidad. 3. CAMBIAR DE ACTIVIDAD Si está descansado mentalmente, cambiar una actividad intelectual por otra física dará descanso a la mente. Por tanto, al ejecutivo que pasa la jornada laboral exprimiendo su mente para hacer más rentable su negocio, de nada le va a servir llegar a casa y sentarse a leer el periódico y ver como van las cotizaciones de bolsa o la política del país. Seguro que le relaja más ponerse a hacer algo de bricolage, sorprender a su mujer con una buena cena, o ¿por qué no? fregar los platos del mediodía. El caso es cambiar totalmente de ocupación, para ir alternando el ritmo de nuestra actividad. No hay nada que relaje y que descanse más a muchos, que cuidar del pequeño jardín. Para el que realiza una actividad exclusivamente física, un buen descanso puede significar la lectura de un libro o el estudio y reflexión sobre un proyecto. Algo que haga trabajar concienzudamente a su mente, para que así pueda descansar su cuerpo. Si nuestra actividad es emocional o afectiva, también hay que descansar. ¿Y cómo? Si hemos vivido un estado de profunda tristeza, de miedo o de amor..., hay que sustituir también esta actividad emocional-afectiva por otra de tipo físico o mental. Salir a correr, hacer bricolage, dedicarse a estudiar, o preparar cualquier proyecto o trabajo, descansará nuestro ánimo y proporcionará una mayor tranquilidad a nuestro espíritu. Pero lo importante cuando se quiera descansar cambiando de actividad es que nuestra mente se desconecte de lo anterior. De poco servirá aspirar el fresco aroma de la hierba recién cortada del jardín, si mientras lo hace, está intentando resolver ese proyecto de energía alternativa para Sudán que dejó sin resolver. Tampoco le servirá de nada correr 10 kilómetros al cirujano si en la carrera continúa repasando mentalmente las operaciones que tiene que hacer mañana. El minero que intenta descansar leyendo un libro o estudiando su curso de inglés por correspondencia, poco descansará si mientras realiza esa actividad mental mantiene todos los músculos de sus brazos y sus piernas en tensión como si estuviera trabajando en la mina, y la persona que después de una fuerte actividad emocional sale a dar un largo paseo, poco descansará si va repasando sus sensaciones y se va revolcando en los pensamientos que le traen los recuerdos de emociones pasadas. Así que el truco no sólo está en cambiar, sino en cambiar desconectando la red de nuestros pensamientos, y poniéndolos en otro canal. Cada uno tiene que descubrir su propio método de descanso. Ya que lo que relaja y descansa a unos, irrita y molesta a otros. T.Enriquez -------------------- **Princesa de las Alimanias**