22 Octubre 2000 Realización: La Princesa de las Alimanias Métodos de relajación ( Quinto Bloque ) Medicina Natural **RELAJACIÓN MUSCULAR** SÉPTIMA ETAPA: OBSERVAR LA RESPIRACIÓN. 1. Colocado en la posición de siempre, cierre los ojos. 2. Realice tres respiraciones lentas y profundas. 3. Piense tan solo en la relajación, en que va a relajar todo su cuerpo. 4. Afloje de golpe todos sus músculos. En un sólo instante, usted ya tiene que ser capaz de experimentar una sensación de flojedad profunda en todos los músculos conscientes. Al haber seguido, paso a paso, esta especie de rito, para la relajación, usted conseguirá realizar sus actos de relajación casi de una forma refleja. 5. Ahora que está totalmnte relajado, suelto, dedíquese durante aproximadamente 15 minutos a observar su respiración. Limítese a respirar de forma natural (que ya no será como cuando empezó con el entrenamiento), tal y como lo ha estado haciendo el resto de las etapas. Concéntrese en observar, primero, qué cambios físicos y superficiales se producen en su cuerpo cuando respira. ¿Qué se mueve en su cuerpo cuando inspira? ¿Su abdomen se hace más grande y su pecho se pone tenso y se eleva? Vaya tomando conciencia de lo que es respirar, de lo que ocurre en su cuerpo exterior cuando respira. Después, concéntrese unos minutos en lo que ocurre dentro de su cuerpo cuando inspira y cuando espira. Trate de imaginal mentalmente por dónde pasa el aire que acaba de introducir por su nariz. ¿Hasta donde llegará? No intente corregir su respiración, no se distraiga con eso, aun cuando la encuentre deficiente. Concéntrese exclusivamente en observar su respiración natural, en sentirla, en verla, en vivirla. Después de tanta práctica en su mente, aunque se rebela a veces y se dispersa, es más capaz de concentrarse en el trabajo de la respiración. Si mientras se dedica a observar su propia respiración, sus pensamientos se dirigen hacia otras cosas, trate suavemente de conducirlos de nuevo hacia el objetivo de la relajación. Con un poco de paciencia cada vez le será más fácil. 6. Deténgase durante unos minutos para saborear su propio estado de relajación. Disfrute en la relajación que existe en cada uno de sus músculos. Repase cualquier tensión que le aparezca en su revisión y descanse. Sobre todo, suéltese y descanse. 7. Dirija sus pensamientos hacia la acción de terminar el ejercicio. Piense que va a dejar el estado de relajación y que va a entrar de nuevo en estado de actividad normal. 8. Haga sus imprescindibles tres respiraciones finales. Muy lentas y profundas ya a estas alturas del entrenamiento, y no se olvide de ir aumentando el volumen de la inspiración en cada una de ellas. 9. Después de la tercera respiración empiece a mover lentamente los dedos de los pies y de las manos; doble y contraiga un poco las piernas y los brazos, abra los ojos y váyase levantando lentamente. Ha terminado el ejercicio. Pase a la siguiente etapa solo cuando usted se de cuenta que ha hecho todavía algún progreso más en la profundidad y rapidez con que logra el estado de flojedad global en todo su cuerpo, y cuando logre que su mente no se distraiga en la observación de su propia respiración ni un solo instante. Debe intentar terminar esta etapa con su mente totalmente entrenada, para dedicarse tan solo a la relajación durante los minutos que dura su ejercicio. Después del entrenamiento de las etapas anteriores, seguro que usted ya habrá notado considerables progresos en la concentración de su mente; pero en esta séptima etapa debe hacer todavía un mayor esfuerzo por conseguir que su mente no se distraiga con otros pensamientos. De todas formas, cuando no pueda controlar totalmente su mente, no se impaciente ni cambie sus pensamientos bruscamente. Intente conducir su mente de nuevo hacia la relajación muy suavemente. Besos a todos -------------------- **Princesa de las Alimanias**