LOS PLANETAS.

Quinta Parte.

Saturno, el Portador de la Inmortalidad.

(En versión de Holst es algo impronunciable.)

(AVISO: Para escuchar el midi en condiciones subir bien alto el volumen de
los altavoces, parlantes o bafles; al principio suena muy bajito muy bajito
muy bajito, y a eso de los dos minutos y medio empieza a subir; tiene
altibajos de todos modos; estar al tanto. Fue un aviso de la L.P.P.A (Los
Planetas y Planetas Asociados.))

Saturno, la Inmortalidad, la representación de la Konsciencia, el resplandor
de los Dioses Renovadores de todo, del Futuro; el Misterio absoluto, la
lejanía y al mismo tiempo lo que conecta con otras mentes, con otras
civilizaciones.

Ahora que estamos leyendo sobre Marduk gracias al amigo Iván, ni que decir
tiene la conexión que tienen estos dos Arquetipos; ambos representan la
Sabiduría, puesto que la Trascendencia les implica, y no hay Trascendencia
si por medio no asoma la Inteligencia y viceversa.

Esta parte de la Obra de Holst es la menos conocida; cuando ponen algo en
los medios públicos audiovisuales de Los Planetas, suele ser o bien Marte o
Júpiter, puesto que son los que más "marcha" tienen y puede pensarse que por
esa razón llega más al común de los mortales. No lo creo.

Pero sí es cierto que a partir de Saturno, Nuestro querido y admirado
Planeta Kronos, apenas se conoce; y no es completamente extraño, puesto que
se trata de una Música llena de novedades; es más Sonido o Sonorización que
Música o Musicalidad, y por lo tanto nuestros sentidos auditivos no están
del todo acostumbrados y adecuados/educados para este nuevo orden de cosas.
Hay que tener en cuenta -y eso ya lo dijimos al principio-, que Holst vivió
en una época rodeada de locos ruidoseros, por lo tanto tiene aún mucho más
mérito su creación ante esa ilógica de los dodecafoniqueros.

Saturno, Kronos, a parte de todo, es el Planeta más misterioso en todos sus
sentidos. La maravilla de sus anillos no tiene explicación alguna, y si la
ciencia de los astrónomos todavía no ha encontrado una explicación
"razonable", -para ellos sobre todo, para los científicos me refiero-, ¿por
qué hay que buscar la racionalidad en esta Música increíble? Es como el
adelantamiento de la Nueva Era; aunque a decir verdad Holst vivió justo
hasta los comienzos de la Era de Acuario, por lo tanto nada más lejos de la
Realidad.

Cuando entramos en el minuto 6 de esta indecible Obra de Arte, parece que
estuviéramos oyendo otro espacio, no el caótico de ahí afuera. Es la
perfecta idealización del Universo, de lo que hay ahí afuera; de ahí afuera,
pasa a aquí adentro, dentro de nosotros mismos. ¡Dichosa la Inteligencia que
dijera "El Universo en la palma de mi mano"! Porque seguro que estaba
sintiendo algo tan sublime como al escuchar estos sonidos musicales.

Y a medida que nos vamos acercando al final de nuestro trayecto, que será
Neptuno, último Planeta en la época de Holst, nos iremos dando cuenta de lo
minucioso que es a la hora de expresar esa congoja de lo desconocido.

Dicen, esto es "dicen", que unos cuantos hombrezuelos llegaron a la Luna. Yo
no me lo creo. Pero pongamos que es cierto cien por cien. Vale, pues de ahí
no se ha pasado, porque lo máximo que han hecho "dicen", es enviar satélites
hasta Marte, "dicen". Yo no me lo creo. Pero este personaje que nos acompaña
estos días, ha llegado, con el solo Instrumento de su Imaginación e Ingenio,
¡¡hasta Neptuno!! Y nos lo ha mostrado. Claro, no lo podemos ver con los
sojos de la cara, pero si ponemos atención a los Ojos que tenemos en la
Mente, en nuestra Alma, nos maravillaremos de su profundidad, de su riqueza
de colores, del aura traslúcida que le rodea; nada de oscuridades.

Con la Música se puede viajar tan lejos como se quiera, no hay límite
conocido. (¡Una Cita!)

Preparemos el viaje a Plutón. Plutón se quedó sin Música, ¿es que puede ser
posible que nadie se haya dignado a poner Música a ese cuasi engendro
gaseoso que ni si quiera se sabe si de verdad existe? Pongámosle Música
nosotros, los Hijos de Kronos.

Quirón Alvar



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