FASES SENSIBLES Y LA FORMACION DE UN DEPORTISTA A LARGO PLAZO

 Eugenio Ducoing(*)

El mejoramiento progresivo del rendimiento físico es un objetivo que tiene un deportista al desarrollar un entrenamiento en las diferentes etapas de su vida deportiva. Si la aplicación de los estímulos de entrenamiento son inadecuados a la edad correspondiente podría producir una falta de motivación, un abandono temprano del deporte, lesiones crónicas o finalmente limitaciones en la obtención de un máximo rendimiento deportivo.

En la formación de un deportista existen ciertas fases durante las cuales el organismo está más receptivo y tiene ritmos de desarrollo que son distintos para las diferentes cualidades de velocidad, fuerza, resistencia, flexibilidad y técnica, estas son las llamadas Fases sensibles. Existen fases de mayor sensibilidad en diferentes edades para cada una de las cualidades físicas que se deben aprovechar para obtener un mayor rendimiento en esos períodos y garantizar un resultado deportivo a largo plazo. Como por ejemplo, el desarrollo de la fuerza tiene una fase más sensible para obtener el máximo de rendimiento en una edad diferente a la cualidad de resistencia o bien de la velocidad. El aprendizaje de los gestos técnicos se deben desarrollar al máximo en las edades correspondiente a la fase prepuberal, la velocidad de reacción se debe desarrollar al máximo en edades tempranas y no en edades juveniles. Muchas veces por insistencia de ciertos entrenadores, desarrollan en los deportistas en formación el máximo potencial de cualidades físicas a una edad más temprana del que su organismo este preparado para ello. Muchos deportistas en edades infantiles y juveniles abandonan prematuramente el deporte por la presión de un entrenamiento inadecuado para esas edades en las cuales no están preparados.

En la formación de los deportistas a largo plazo se deben desarrollar las cualidades en las fases correspondientes y con la duración de tiempo requerido para ello evitando una perdida de tiempo, tiempo que se ve disminuido cada temporada por el aumento de horas del colegio y una reducción de sus horas libres. Esta es una realidad que los entrenadores deben asumir y saber gestionar el tiempo que resta en distribuir y economizar en aplicar estímulos precisos de entrenamiento en las etapas correspondientes y de esta manera evitar una perdida de tiempo.

Posterior al conocimiento y la aplicación de las fases sensibles en la formación del deportista se deben planificar un volumen e intensidad adecuado en cada una de las fases sensibles aplicadas que garanticen un entrenamiento máximo en edades adultas. Algunos deportistas en su etapa madura han sufrido lesiones reiterativas en la competencia del alto rendimiento deportivo, posiblemente a causa de que en ciertas edades no tuvieron un desarrollo adecuado de las cargas de entrenamiento en determinadas cualidades. Forzar los procesos de desarrollo aplicando cargas superiores en ciertas edades puede conducir al detenimiento del progreso deportivo como también a alteraciones en los sistemas funcionales del organismo que podrían aparecer en etapas posteriores donde se intensifica aún más el entrenamiento.

La formación de un deportista de alto nivel es un proceso fundamental basado en leyes biológicas de maduración donde las planificaciones anuales, las cualidades físicas y las cargas de entrenamiento se relacionan e interactúan entre sí, con la finalidad de obtener logros efectivos en la edad de máximo rendimiento.

 

A continuación algunas consideraciones para la construcción de un deportista a largo plazo, teniendo en cuenta que cada una de las sugerencias presentadas se pueden analizar y profundizar cada una de ellas en próximos escritos sobre el tema.

Después de nombrar algunas sugerencias para una buena formación de un deportista a largo plazo, debemos tener presente constantemente que para lograr un máximo rendimiento de un deportista en la edad propicia para el deporte seleccionado, dependerá fundamentalmente de respetar los diferentes procesos que se suceden en la formación de un deportista. El rendimiento máximo de un deportista se obtendrá solo si ha alcanzado una madurez biológica y competitiva, por lo tanto no hay razón alguna para aplicar cargas superiores adelantando procesos que pueden provocar alteraciones irreversibles en el deportista.

"En el entrenamiento deportivo no se debe dar el segundo y el tercer paso sin antes de haber dado el primer paso. Los pasos deben tener un orden regular y funcional". Martín , 1982.

Profesor de Educación Física

Universidad de Santiago

 

(*) El autor es chileno y entrenador de natación, actualmente se encuentra relizando el Master de Alto Rendimiento Deportivo en el Centro de Estudios Superiores del Comité Olímpico conjuntamente con la Universidad Autónoma de Madrid.