"Don Bosco vivió una típica experiencia en su primer oratorio, que para los jóvenes fue casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que encamina hacia la vida y patio donde se comparte la amistad y la alegría".
Estas hermosas palabras de las Constituciones Salesianas son el verdadero programa de trabajo pastoral para los hijos de Don Bosco y el criterio permanente de su acción en favor de los jóvenes en cualquier tipo de obra que realicen. Pero la obra clásica y característica sera siempre la de los ORATORIOS FESTIVOS, que todo salesiano ama y lleva en la sangre.
EN LOS COMIENZOS DE LA OBRA SALESIANA EN EL PERU
Apenas habían transcurrido 4 años de la muerte de Don Bosco, cuando,llegaron los salesianos al Perú y, después de algunos meses de ambientación, el 8 de DICIEMBRE de 1891, como primera obra fundaron el Oratorio del Rímac. Eran los 50 años del primer Oratorio de Valdocco.
Los salesianos no se instalaron en el centro de Lima o en las zonas aristocráticas. Ellos vinieron para los hijos del pueblo y por ello radicaron en BAJO EL PUENTE.
Cerca de la Alameda y del Paseo de Aguas, la Beneficencia Pública de Lima dio unos locales para que los salesianos y las Hijas de María Auxiliadora empezaran su obra.
El padre Riccardi escribió al beato Miguel Rua: "Este barrio es pobre al máximo y completamente abandonado,se parece al Valdocco de Don Bosco. Bajo el Puente parece hecho para el trabajo salesiano".
El 8 de diciembre, día de la Inmaculada, día en que también Don Bosco empezó su obra, los Salesianos del Perú iniciaron el Oratorio que pronto llenó de vida los barrios bajopontinos.
En el oratorio se hicieron talleres de sastrería, carpintería, zapatería. Justamente no faltó la banda de música, el teatro y todo lo que hace que un oratorio, mientras se preocupa de la formación general del muchacho, tenga también ese tono de alegría que le ha merecido el nombre de FESTIVO.
Pronto el oratorio dio sus frutos: uno de los primeros oratorianos fue el futuro obispo de Cahchapoyas, el Siervo de Dios monseñor OCTAVIO ORTIZ ARRIETA, cuya causa de beatificación y canonización está en curso.
Otro ilustre hijo del oratorio fue el excelentísimo monseñor FORTUNATO CHIRICHIGNO, primer obispo de Piura y Tumbes.
Entre los años 1896 y 1898, los salesianos tuvieron que dejar el Rímac y se trasladaron a Breña, donde, junto con otras obras, se dio inicio al famoso 'ORATORIO SANTA ROSA', que hizo un beneficio enorme a los muchachos del pueblo de Breña. Mucho auge le dieron los sacerdotes padre Vicente Rasetto, padre Scalerandi, padre Quirce, entre otros. No había muchacho del barrio que no hubiera frecuentado este oratorio.
Pero la obra salesiana empezó su expansión incontenible por todo el Perú y se abrieron oratorios en Arequipa, Puno, Cusco, Yucay, Huancayo, Ayacucho, Huánuco, Chanchamayo, Piura y en diversas zonas de la capital, como en Barrios Altos, Magdalena, Breña, Chosica, y muy floreciente el del Callao. Estos oratorios eran dirigidos por los salesianos los de varones y los de niñas por las dinámicas Hijas de María Auxiliadora.
En el año 1937, acercándose el cincuentenario de la muerte de Don Bosco, los salesianos optaron por regresar al barrio bajopontino. Aprovechando una llamada de la Beneficencia Pública de Lima, se hicieron cargo del 'INSTITUTO LEONARDO PFLUCKER Y RICO', en los locales del antiguo oratorio y junto con la escuela nocturna, reiniciaron el nuevo. Fue encargado de la dirección el carismático sacerdotre padre JUAN BERTA, tan recordado y querido en el Rímac.
El Oratorio del Rímac sufrió otro momento difícil cuando en 1973 la Beneficencia optó por transformar el local del jirón Madera 267 en el asilo para ancianos que aún hoy existe.
Por fortuna, en unos terrenos de una vaquería colindante con el antiguo oratorio, los salesianos reiniciaron por tercera vez el antiguo oratorio bajopontino. Era director el padre Agustín O'TooLe.
En 1980, el Capítulo Inspectorial, en uno de sus acuerdos, decidió la prioridad de crear un ORATORIO PILOTO EN LA INSPECTORIA y optó por el del Rímac, donde hoy está lleno de vigor y frecuentado por ingente cantidad de muchachos.
Faltan aún locales y estructuras que esperamos se hagan pronto, así como la iglesia a San Juan Bosco.
También es digna de mencionar la labor realizada en Piura por el benemérito padre ALVAREZ (el querido padre 'GOOD' como lo conocen hasta ahora los piuranos) que logró un florentísimo oratorio, que hoy camina velozmente a realizar una gran labor oratoriana en el lugar denominado BOSCONIA.
Otro gran pionero de los oratorios fue el padre JOSE MIGUEL MIRANDA, cuya labor en el Oratorio de Arequipa es muy digna de ser mencionada y admirada.
Pronto surgieron oratorios así llamados 'satélites', por estar unidos a una obra salesiana. Entre salesianos e Hijas de María Auxiliadora existen hoy más de 50 oratorios y en 1988 tuvieron un hermoso Congreso de Oratorianos donde los muchachos decían: "TODOS LOS ORATORIANOS NOS SENTIMOS MAS HERMANOS".