LOS JÓVENES COSTARRICENSES, ENTRE 16 Y 18 AÑOS DE EDAD, AUMENTARON EN CASI UN 3% EL CONSUMO DE ALCOHOL DE 1990 A 1995, PESE A QUE LA VENTA DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS ESTÁ PROHIBIDA PARA ELLOS, DETERMINÓ UNA INVESTIGACIÓN DEL ESTATAL INSTITUTO SOBRE ALCOHOLISMO Y FARMACODEPENDENCIA (IAFA). EL ESTUDIO SERVIRÁ DE BASE PARA LA "TOMA DE DECISIONES INSTITUCIONALES, APOYAR LA COMPRENSIÓN DEL FENÓMENO, LAS ESTRATEGIAS Y LOS PROGRAMAS PREVENTIVOS" DEL ESTADO.
UN PROBLEMA SOCIAL NO ATENDIDO. El IAFA determinó que, en 1995, la edad promedio en comenzar el consumo de bebidas alcohólicas fue de 18 años, mientras que en 1990 era de 17 años. Sin embargo, en 1995 el 33.2% de los jóvenes de 16 a 18 años consumió alguna vez alcohol, mientras que cinco años antes lo hacía el 30.5%.
La investigación, que se realiza cada cinco años, se llevó a cabo con una muestra total de 3,009 personas de 12 a 70 años de edad en todo el país en 1995, muestra que se escogió con base en la población registrada en 1988 (2.3 millones de habitantes). La población de Costa Rica en 1996 es de 3.2 millones, según fuentes oficiales.
De los entrevistados de 12 a 20 años que alguna vez probaron el licor, el 14.3% son consumidores activos que han tenido experiencias de crisis etílicas (tandas, según el término popular) con episodios de embriaguez de dos o más días continuos de ingesta. De ellos, un 5% han bebido durante treinta días continuos.
La muestra --en la que el 95% son costarricenses, el resto de otros países centroamericanos y de México-- no incluyó a las poblaciones privadas de libertad o las que estaban internadas en centros hospitalarios, ni personas deambulantes o sin residencia fija. Entre los entrevistados, el 51.3% de zona urbana y el 48.7% del área rural, se indagó su conocimiento sobre la magnitud del problema, consumo en conocidos, instituciones que trabajan en este campo, legalización de drogas y despenalización del consumo, entre otros.
A los encuestados se les preguntó también sobre problemas de salud y el 55% señaló que no los tenía. De los que indicaron sufrir algún deterioro en su salud, el 58.2% reportó problemas cardiovasculares, 4.3% respiratorios, 7.3% digestivos. El 2.3% mencionó depresión y ansiedad, prevaleciendo en este grupo las mujeres entre 31 y 50 años, casadas y amas de casa.
Casi el 60% reportó sufrir estados de tensión durante 1995, con más frecuencia mujeres de 20 a 40 años de edad, aunque su relación con el consumo de alcohol, tabaco o marihuana es débil y un poco más fuerte con respecto a cocaína o crack.
La investigación también indicó que el consumo en los menores de 12 años fue menor en 1995 (9.7%); mientras que en 1990 era de 15%. Los investigadores atribuyen esa disminución a las campañas de prevención. En 1996 la Gobernación de San José clausuró 400 locales comerciales que vendían licor a menores y por otras razones que no fueron precisadas, informó el funcionario del gobierno local, Raúl Rivera.
LOS VARONES EMPIEZAN A TOMAR MÁS TEMPRANO. El IAFA determinó que el 33% de los varones entrevistados iniciaron la ingesta de alcohol a los quince años. En tanto que el porcentaje de mujeres en esta edad se situó en 10.6%, cifra bastante menor a la de cinco años antes (18.2%).
Como bebida de inicio, los entrevistados reportaron la cerveza. El consumo per cápita de cerveza, en 1990, fue de 43.21 litros; en 1994 la cifra ascendió a 53.49. Entre las personas que empezaron a tomar antes de los 18 años, un 44.1% lo hizo con cerveza, el 27.6% con guaro y el resto con otras bebidas. En 1995 el 70% de los entrevistados señalaron que preferían la cerveza, porcentaje más alto que el 43.7% que lo hacía cinco años atrás.
También ha variado el tipo de bebedor (abstemio, moderado, excesivo, alcohólico y exbebedor); entre éstos el que ha aumentado es el grupo de alcohólicos. Mientras que en 1990 este último grupo representaba al 5.47%; en 1995 subió al 6.9%. Los exbebedores eran el 6.02% de la muestra y ahora son el 21.1%. Los tomadores excesivos eran el 9.64% y en la actualidad representan el 9.7%.
Sobre la manera de beber de la mujer, la investigación determinó que dos de cada tres bebedoras moderadas prefieren la cerveza, un número igual son amas de casa y un 20% tiene algún nivel de educación universitaria. Entre las bebedoras excesivas están las que prefieren la cerveza, el guaro y el whisky. En esta categoría dos de cada diez son universitarias.
El IAFA señaló que existe una "asociación significativa entre tener problemas con el consumo de bebidas alcohólicas y haber iniciado la ingesta a temprana edad." Un 55% de los alcohólicos iniciaron el consumo antes de los 15 años.
Las provincias en las que se encontró un mayor consumo de alcohol fueron en las zonas urbanas de Guanacaste, la parte del país en la que se encuentran las más hermosas playas del Pacífico y que limita al norte con Nicaragua. Las otras provincias señaladas son Limón y la central San José. Las autoridades policiales de Costa Rica han señalado a Limón, ubicada en el Atlántico, como uno de los lugares "puente" de drogas ilícitas provenientes de los carteles de Colombia, cuyo destino es prioritariamente Estados Unidos.
Para los investigadores del IAFA, Guanacaste resultó una sorpresa en su alto consumo, atribuido al desarrollo turístico que ha tenido la provincia en los últimos años, ya que recibe más del 71% de los turistas que visitan Costa Rica. En ese lugar empresas internacionales han construido importantes desarrollos turísticos. El IAFA recomienda que el impacto del turismo en determinados hábitos de consumo de drogas sea "objeto de mayor exploración".
La incidencia del consumo de alcohol en Costa Rica es de 120 por mil, mientras que cinco años atrás era de 116. Por lo tanto, entre junio de 1994 y junio de 1995, 104,000 personas se iniciaron en el consumo de alcohol, con el agravante --según los investigadores-- de que la incidencia entre los jóvenes de décimo y undécimo años de educación secundaria es de 461 por mil.
Zaida Rojas; San José, Costa Rica