HISTORIA DE LA TRINCHERA NORTE

SEGUNDA PARTE: "U" Norte

Capítulo I.- El Éxodo

La barra Norte había empezado a despertar la curiosidad del periodismo, dirigentes y público en general. Ya los periódicos hablaban de una "Barra U Norte" que era tanto o mas fanática que la de Oriente, y que ya estaban protagonizando algunas peleas callejeras, sobretodo, contra los archirrivales de toda la vida: los grones.

Hubieron ciertas conversaciones de parte de los dirigentes y barra oficial del Club Universitario por organizar y oficializar la barra U Norte, pero todas fueron rechazadas por la barra.

"U" Norte es del pueblo, y de nadie mas!" rezaba una pancarta que se desplegaba siempre exactamente debajo de la Torre. "Nosotros contra el mundo", rezaba otra.

Y sucede un hecho trascendental, que marcaría el inicio formal de la barra "U" Norte como se le conoce hasta hoy.

Sabido era por todos que la barra de Oriente en aquel entonces era de las mas organizadas en el ambiente deportivo nacional. Sus integrantes, todos, tenían años integrándola; estaban inscritos oficialmente en los libros del Club, y gozaban de ciertas prerrogativas que éste les daba, como por ejemplo el carnet de la barra, polos, maderas para hacer el clásico sonido doble que acompañaba al famoso: "Y dale U!", y una serie de cosas mas. Todas eran personas decentes, trabajadores, empleados públicos, profesionales, y también algunos estudiantes. La mayoría, por lo mismo que tenían años en la barra, eran personas mayores, padres de familia.

Al principio se mantuvieron al margen de las provocaciones que siempre armaban los de la barra sur. Pero llego un momento en que estas fueron muy agresivas, entonces cayeron en el juego, con desastrosos resultados para Oriente. Se armaba la bronca, y empezaban las peleas, pero estas llegaban a un punto en el que la mayoría de la barra de Oriente, padres de familia y personas mayores, no podían mantener, y empezaban a retirarse. Los pocos entradores que habían, descubrían que intempestivamente, se encontraban solos, y no había otra solución que escapar. De allí nace el absurdo apodo que los de sur le ponen a los de Oriente: "gallinas". Y lógico, ningun padre de familia ni persona de edad en su sano juicio va a enfrentar a una pandilla de jóvenes armados con cadenas, palos y hasta verduguillos que los de "la fuerza de choque" de la barra sur tenían. Se llegaba al extremo de perseguirlos por entre las calles, a pesar de que algunos tenían que cargar a sus hijos para protegerlos de las piedras que empezaban a arrojar. Por supuesto que habian pequeños grupos que se colocaban en la zona alta de Oriente con banderolas y pancartas, pero a la hora de la pelea estaban tan desorganizados que era muy facil para los de sur en dos o tres oleadas sucesivas romperles la defensa, dividirlos, embolsarlos y acabarlos. "...recuerdo un día que estaba con Gustavo y Javier, mis dos hijos de 12 y 10 años respectivamente", cuenta un atribulado padre, "nos esperaban a la salida del Estadio, empiezan a arrojarnos piedras, y una le rompe la ceja izquierda a Gustavo. Al ver la cara ensangrentada de mi hijo me enfurezco, les empiezo a gritar y me les enfrento. Resultado: una semana internado en el Hospital del Empleado por fracturas y contusiones severas en cara y tronco..."

Las correteadas llegan a convertirse en cosa común después de un clásico. Muchos dejan de ir al Estadio y otros optan por dejar a sus familias en casa. A pesar de los continuos reclamos de la barra y del Club hacia el alianza lima, sus directivos hacen oídos sordos. Las cosas continúan así, sin que haya alguna reacción oficial que termine con esto. Se había repetido una y mil veces que no había que fomentar la violencia, que había que respetar al adversario, aún si éste había perdido. Pero eso se tomaba en la práctica como índice de cobardía. "Gallinas!" volvían a repetir los de Sur, que salían a perseguir a los de Oriente. "Vamos a cazar gallinas!", "vamos a pisarlas!", "la única gallina buena es la gallina muerta!", y cosas por el estilo. Inclusive la policía entró en el juego, a hacerse de la vista gorda cuando, muchas veces frente a las comisarías, se arrinconaban a los de Oriente y se les pegaba.

La situación continuó por mas de dos años. Por un lado se hablaba de no incitar la violencia en los Estadios. Estaba fresco el incidente entre los equipos del Liverpool y el Inter, y los famosos hooligans ingleses encontraban eco entre los mas avezados integrantes de la barra sur.

Pero por otro lado, nadie movía un dedo para frenar esa violencia, que en esa época, estaba en pañales. Ni el ejemplo en otros países sirvió para que las autoridades deportivas y policiales, con un mínimo de inteligencia, previsión y sentido común, hiciera algo. Ya se había demostrado que la moda importada tarde o temprano llegaba, sea buena o mala, se acriollaba y hasta podía mejorar o empeorar, de acuerdo a las circunstancias. La aparición de los torsos desnudos, el bombo, el papel picado y los condometros. En fin, ejemplos sobraban para demostrar que las peleas callejeras, producto de la violencia en los estadios, ya estaban entrando en el país, y se irían a quedar.

No solamente eso. El terrorrismo y el narcotráfico, la corrupción gubernamental, estaban en todo su apogeo, y eso contribuyó a que "problemas menores" fueran relegados, por un lado, y por otro, para que la juventud peruana empezara a crecer viendo todo ese ejemplo, viendo a la violencia como una manera de liberar frustraciones y deseos reprimidos, como algo normal que sucedía a diario en el Perú.

Y la repuesta no se hizo esperar. Muchos jóvenes integrantes de la barra de Oriente, cansados de no ser escuchados en sus continuos reclamos sobre lo que sucedía, cansados de estar escapando después de un clásico, cansados de ser tachados de "gallinas", y deseando un poco de justicia, aunque sea por mano propia, deseando una revancha, devolver todas las afrentas anteriores, optaron por unirse a los de Norte.

Poco a poco, semana a semana, decenas de nuevos jóvenes llegaban a Norte procedentes de Oriente, animados por esas ganas de cantar y de bullicio que ya había en Norte, envalentonados por esa rebeldía que allí era tan característica. Y sobretodo, porque Norte había demostrado en el Estadio y en las calles, que no se le corría a Sur. Por el contrario, habían empezado a corretear a la barra aliancista, sobretodo cuando el clásico era en el Nacional.

Compuesta por ese tipo de jóvenes ya descrito anteriormente, sin problemas de ser padres de familia o tener mucha edad, sin tener la responsabilidad de estar representando oficialmente al club, se entregaban en cuerpo y alma a la barra.

Merengue, merengue, merengue,
merengue de mi corazón,
esta es tu barra de Oriente
, que quiere verte,
quiere verte.... CAMPEON!

sería la última canción famosa que saldría de Oriente. Ya era un hecho que el verdadero "bullicio", la verdadera "juerga", estaba en Norte. Y de ello también se dio cuenta la barra del alianza, que a partir de entonces, dejaría de tomar en cuenta a la de Oriente para dedicarse exclusivamente a la Norte.

El éxodo continuaba, y surgían dos teorías: la primera, arraigada en la plana mayor de Oriente, decía que estaba bien que se fueran todos "los malandrines" de su barra al otro lado, así se mantendrían la "tradición" y "cultura" del Club. La segunda, arraigada en la gente joven de Oriente, que ya era hora de lavar el honor de la barra, y que estaba bien que se fueran a Norte, donde no había nada oficial todavía, así en los problemas que se susciten no habría participación ni de la barra oficial ni de sus dirigentes.

En cualquiera de los dos casos se veía con buenos ojos que "los malos elementos", aquellos "rebeldes sin causa", salieran de la tribuna oficial de Oriente y se fueran para Norte, todavía conocida en los círculos oficiales como la "zona franca", "la tierra de nadie", donde todo estaba permitido y cualquier cosa podía pasar.

Empiezan a aparecer banderas y pancartas identificando a su dueño con esta tribuna: "U" Norte es el Perú!" rezaba una. Se impone la moda de las banderolas puestas encima del alambrado que separa Norte del gramado. Se hace popular la cancion:

A Norte desde Oriente
el éxodo comenzó.
cuidense negros huevones,
la puta que los parió!

Sin embargo, aún "U" norte no era reconocida oficialmente por la dirigencia del Club. Es así que sucede una situación que marcaría el nacimiento oficial de la barra "U" Norte.

Tras continuas discusiones entre los dirigentes y barristas del Club, entre si aceptar o no a la barra "U" Norte, hay un enfrentamiento verbal entre los directores de la barra de Oriente. "Pollo ronco" y su gente abogan porque la representación oficial de la "U" sólo puede ser su barra de Oriente. Otros dicen que no, que la verdadera barra, la que se pelea y defiende el honor y los colores del Club es la "U" Norte. Se tachan de "delincuentes" y "rosquetes". Hay un conato de bronca rápidamente detenido. Como resultado, un grupo de barristas, encabezados por "Bonilla", "chato", "burro" y "el profe" se van para Norte, conversan con los dirigentes, y se crea en forma oficial, el 5 de Noviembre de 1,988, en una tarde soleada y fresca en Odriozola..... la barra "U" Norte.

Nota crema12 : oficialmente la barra es fUndada el 8 de Noviembre de 1988.......

Empieza pues, desde esa fecha, a tener representación oficial y a ser reconocida por todos, nuestra querida barra "U" Norte. Se hace famosa la canción:

Salimos de la nada
a crear un buen ambiente,
"U" Norte es la cagada
y el orgullo de su gente.

Copyright © 1996. Todos los derechos reservados.


Regresa al Índice Anterior --> Primera Parte Cap. III Siguiente --> Segunda Parte Cap. II