Con los dedos en la masa

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CON LOS DEDOS...

EN LA MASA

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Esta es una recopilación de 27 recetas creadas por el autor de este pequeño libro virtual, que de virtual no tiene nada, lo que pasa es que como está de moda decir "virtual", pues lo digo, pero es de verdad de verdad 100% algodón, auténtico absoluto y con su © copi rí y tó. Y el creador soy yo, claro, yo mismo de mi mismidad.

Son un total de 29 capítulos, pues uno de ellos es un comentario sobre las especias, y otro hace referencia a una especie de "poema" de la comida, especie y espacia, especia y transferencia, qué se le va hacer.

Y a día 24 de Enero de este Dosmí incipientoso, te puedo informar de que YA está lista la Segunda Página de "Con los Dedos en la Masa", con otro chorreón de Recetas deliciosas y graciosas, puedes si quieres pinchar tal que aquí, o sea, en el aquí, en este, en el otro, o aquí. Te quejarás.

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Contador por cortesía de

Índice.

¡¡¡Ahhhhh!!! Qué susto de índice, hijo, casi me matas.

1. Cocido Morogoto.

2. Tortilla Dulce Escalfada.

3. Brenjenas con Gabardina.

4. Leches Fritas.

5. Sopa Tapimola.

6. Huevos con Bechamel a la Parmesana.

7. Recetillas caprichosas. (rebanadas con zanahorias etc.)

8. Bizcocho Bizcochoso el Octavo Pasajero.

9. Tortilla Espaciá.

10. Peras Ennatás.

11. Ensortijamineto Crepuscular de Calabacines.

12. Pollo Encanelonado.

13. ¡Flan de Pera!

14. Plato rrrarrro.

15. Pasta a la Nuestranna Formma.

16. Chuleta de Cordero Elegante.

17. Galletas Turronáceas.

18. Cena Navideña.

19. Flan Pasteloso.

20. Buñuelos al Viento.

21. Especias.

22. Galletas Experimento.

23. Pollo a la Carne de Angel Malo.

24. Buúuúuúuúdin de Almendras.

25. Polvorones. (Polvorones Sanos)

26. Dulce Atómico.

27. Cordero Lechoide.

28. Roscón Flanero Pastelosón.

29. Galletas de Piñón, no Eres Nadie Como Tú.

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. COCIDO MOROGOTO.

No he encontrado un nombre mejor, pues no sé cómo se llama, es de invención propia.

Elementos metafísicos más allá de lo increíble:

Mucho Amor, Cariño y Paciencia. Eso es importante porque en la Cocina Improvisada puede pasar de todo. Y porque además como cocinar con Amor no hay nada.

Utensilios indispensables:

Una olla a presión de esas modernas de cierre centralizado y elevalunas eléctrico.

Cuchillos bien afilados, peso, platos, medidores, en fin, esas cosas que hay en las cocinas donde de verdad se cocina.

Material culinario para el cocido Morogoto para dos personas:

Un calabacín de unos 400 gr.

Un preparado de sopa Juliana, no importa que sea de Romeo, también vale, pero que esté compuesta por: Zanahoria, una. Acelgas, unas pocas, 100 gr. Repollo, cincuenta gramos. Rábano, otros 50 gr. Puerros, lo mismo. 200gr. de carne de ternera en trozos de forma cúbica. Tres dientes de ajo. Media cebolla de tamaño medio. Dos cucharadas de aceite de oliva cien por cien. Sal a gusto del consumidor. Y 500 cc de agua, o como también se dice, medio litro de agua.

Se pone todo eso junto a todo trapo en la olla a presión de esas modernas.

Apunte:

Cuando hablo de una olla de esas modernas me refiero a esas que ya no llevan la pesita esa que da vueltas. Las ollas de la Nueva Era tienen la pesita escondida; la estética es muy importante.

Bueno, pues eso, que todo eso se pone a toda pastilla. En diez minutos se pone a silvar la olla que da gusto, por lo tanto se baja el fuego y se queda cociendo seis o siete minutos con ese fuego lento, ni uno más, ni uno menos.

El cocido Morogoto está que te pasas porque sale un caldo que es alucinante de rico, con todos los minerales y las vitaminas, y lo que es la cosa cocida con unas papas fritas está de vivos.

Esas medidas son para dos personas, si queremos hacer para cuatro pues obviamente multiplicamos las cosas por dos, y así sucesivamente hasta llegar a los que seamos. ¿Qué ocurre cuando somos impares? Bueno, pues entonces hacemos la raíz cuadrada de Benz y de paso nos lo pasamos pipa ;-))


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2. TORTILLA DULCE ESCALFADA.

Elementos técnicos:

Un plato, un tendor, una cocina y una casa. Porque imaginaros sino qué delirio.

Ingredientes para una persona:

Un huevo de gallina. Fructosa. Pan tostado integral. Leche. Agua.

Lo primero que hay que hacer es poner como dos rebanadas de pan tostado integral en un platito con 150 cc. de leche, fría o del tiempo, eso da igual. Mientras se remojan las rebanadas: Se pone una sarten pequeña al fuego; si se queja que se chinche, para algo la hicieron sartén, haber elegido par.

Mientras batimos el huevo hasta que esté batido del todo, o sea, que se le note bien cansado. Se le puede ehcar también en el huevo batido un par de cucharaditas más de fructosa, para que quede bien asegurado el dulzor.

En ese rato la sarten ya está bastante calenturiosa o caliente. Entonces echamos unos 50 cc. de agua. El agua hará fsssssss!, lo que quiere decir que está en su punto. Se echa entonces 4 cucharaditas de fructosa, o dos cucharadas, que es más rápido. Se remueve un poco. No creáis que se hace una pasta o algo de eso, no, no, una suave crema en todo caso. Se remueve y se remueve y entonces se deja a fuego lento mientras mezclamos las rebanadas de pan integral con el huevo de gallina batido. Si sobra pan se siente, son cosas que pasan.

Una vez bien mezclado el pan y el huevo, se vierte en la sartén. Creeréis que se hace compacta como cualquier tortilla, pues no, es una tortilla escalfada, no es a la plancha con aceite como las otras. Pero eso es lo mismo, la dejáis que se chupe bien ese agua dulce y a los dos minutos o tres, -pueden ser cuatro y hasta cinco-, le dáis la vuelta a los trozos que se hagan, y los dejáis que se tuesten como se ha tostado por el otro lado.

Se saca de la sartén, se deja que se enfríe; no os preocupéis si coge frío, es lo normal, además luego se mete en la nevera y se la toma uno en la merienda. Ummmmm!, qué ícoooooo.

Que la disfrutéis.

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3. BERENJENAS CON GABARDINA

Existen unas gambas que se les llama angabardinadas o algo así, porque están envueltas en un rebozado de pan ralláo que está que te pasas, y eso le da un lujo a las gambas que ni pá qué te cuento.

Bueno, pues con las berenjenas se puede hacer lo mismo, vamos a ello:

Elementos imprescindibles para hacer las Berenjenas con Gabardina:

Una sartén, una mano, un brazo, y ya que estamos, todo el cuerpo serrano, que de paso se le quitan unas lonchas y ya tenemos el aperitivo.

Elementos culinariés para una personé:

Una berenjena de unos doscientos gramos. Un huevo batido. Pan ralláo, pero que no le haya pasado nada malo en la juventud, porque si está muy, muy ralláo de la cabeza puede darnos problemas. Sal, perejil y ajo picaíto, o en su precariedad, ajo en polvo disecado, vamos, de ese deshidratado.

Preparación:

Se pela la berenjena. Esto es muy importante, porque como cojamos la berenjena, la limpiemos y la hagamos rodajas, la hemos pifiado; luego hay que quitarle la piel rodaja a rodaja como Baldés y eso es un rollo.

Así que eso, se pela bien pelá la berenjena, y entonces ya sí que la hacemos rodajas, pero no muy finas, como de tres milímetros más o menos. Sí, sí, necesitamos un calibrador... que no, que es de guasa. El grosor que sea como queramos, pero que no quede demasiado gordo.

Una vez cortadas las bañamos en el huevo batido. En ese baño se echa la sal, el perejil y el ajo; poco, porque a medida que van entrando más y más rodajas de berenjena el huevo batido se va poniendo bien morado de sal y las otras cosas.

Luego se van pasando las rodajas embadurnadas en huevo en un plato con pan ralláo. Un lado, el otro, unos golpecitos en el plato, un poco de ritmo, venga esas caderas, esos brazos, a ver esa tripa.

Y entonces, ¡a la sartén! Por cierto, la sartén con el aceite debe de estar bien caliente, porque así se hacen en un bolero de Ravel. Se introducen de cinco en cinco, dependiendo un poco del tamaño de las rodajas. Primero un lado, luego otro y debe de ir rápida la operación, pues se hacen enseguida, y como nos distraigamos se nos van al garete en menos que canta un gallo a la salida del sol, y si luego no canta porque el sol no sale ¿qué? ¿eh? Nada, nada, no hay que fiarse de los gallos.

Se sacan las rodajas y se ponen en un plato con papel de ese de cocina que lo absorve tó. Y... a comérselas todas una detrás de otra. Veréis qué textura, qué sabrosidad. No es como rebozarlas en harina, que va, es otra cosa, otro mundo paralelo y no creerlo.

Disfrutarlas, por favor.

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4. LECHES FRITAS.

Cuando uno no sabe nada de la vida, ni si quiera qué es eso de la vida, uno cree que las cosas son más sencillas que la mar, que todo se vende en bolsitas o en cajitas. Y no señor, nada de eso, damas y caballeros.

¿Cuántas veces no habremos pensado que eso de la leche frita es algo que está ya preparado y que sólo hay que meterlo en una sartén o una freidora y listo? O hemos pensado que la leche frita se hace abriendo una botella y vertiendo el líquido en una sarten con aceite??? eh??? ¡Pues no es así, leches!

A ver si me sale la explicación:

Elementos esenciales para hacer Leches Fritas:

Mano de obra barata, o sea, uno mismo; pocos derechos adquiridos y... buena música. ¡Siiii!, la Música es también indispensable para cocinar. ¿No os habéis fijado que al final en lo que se convierte hacer cualquier plato es una danza? Pues claro, por eso es importante que en la cocina haya un aparatito de música.

Elementos culinarios para conseguir Leches Fritas para al menos dos personas que se pongan moráos:

Leche: medio litro. Harina de maíz: 60 gr. que no es ¡grrrr! de miedo y pánico, es "gr" de gramos. Fructosa: unas cucharadas, luego lo cuento, jolines. Huevo: uno. Pan rallado: Yo que sé, el plato donde tengas el que te sobró de la otra vez.

Preparación:

Del medio litro de leche se separan unos 100 cc. en un vaso, y el resto se pone a que hierva, pero sin hacerse mala sangre, con calma. En el vaso donde hemos apartado la leche, echamos los 60 gramos de harina de maiz, (maiz se acentua o qué? bueno, no sé) se revuelve bien, que no quede ni un solo grumo.

Cuando la leche rompe a hervir, eeehhhhh!, quieto paráo, que no se salga, que se queeeema; se echa la leche mezclada con la harina del maíz ese. Entonces hay un cosimiento unicelular en la leche, o sea, la leche se ha cosido y no se rompe, y además se ha cocido, que es lo que nos interesa. En el momento de hechar la mezcla, echamos después 4 cucharadas de fructosa; se remueve todo my bien, con algo de rapidez porque veremos que la pasta se hace densa en un santi y amén. Removemos, removemos, y... ¡listo!, se aparta del fuego y a que se enfríe.

Una vez apartada del fuego, corriendo, corriendo se vierte en un bol o vol de esos de cristal y esperamos a que se enfríe, cuando lo haga se guarda en la nevera. Al día siguiente, que ya es otro día, nuestras ideas de la vida han cambiado, las nubes se estampan contra el algodonoso sentimiento de paz de nuestro albergue interior, sacamos la pasta esa tan brutal y vemos que se ha convertido en una masa fuerte y rígida.

Entonces se pone la sartén con aceite, se calienta a tope, y mientras ya nos estamos dando prisa en batir un huevo y dejarlo bien batido, empezamos a cortar la pasta hecha con la leche y la harina de maíz. Los trozos los embadurnamos bien en el huevo batío, y luego los trozos los ponemos en el plato del pan ralláo, también lo embadurnamos bien, y cuando tenemos unos pocos de trozos de cacho de pedazos de leche infrita, pues todavía no lo está, a la sartén.

Se hace muy rápido, pues el pan ralláo con el huevo se tuesta enseguida, apenas unos segundos, se sacan, se escurren, se ponen en papel desecante de cocina, y a la nevera, pues en caliente anda la cosa que se ríe la gente.

Ea, asín de sencillo que es hacer Leches Fritas.

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5. SOPA TAPIMOLA

Que vienen del absurdo, Tapioca y Sémola, de trigo o de arroz; Tapimola pues.

Utensilios prácticos para la preparación de este invento:

Olla a presión ultra rápida, ¿lo recordáis, no? : Faros alójenos, frenos abs, y tó eso. Bien. Tabla de madera para cortar cosas. Cuchillo, pinzas, tijeras, sierra.

Elementos culinarios de la Sopa Tapimola para una persona: (Es que es más fácil)

Sémola de Arroz: 15 gr. (Como habréis observado he optado por la de arroz) Tapioca: 15 gr. Agua: 300 cc. Sal: A gustito. Aceite de oliva: Dos cucharadas. Verduras varias: Por ejemplo... zanahoria y acelgas. Y cebolla y ajo, claro. Hueso: De ternera, de cerdo o de lo que sea, pero que no lo haya cogido nuestro mejor amigo.

Preparancia:

Se pone en la olla casi todo lo dicho, ¿casi todo? Todo, qué moronlengos. Una vez introducido todo sin orden alguno, puesto que el orden no altera el resultado del subproducto.

Aunque, aunque, se puede hacer primero una especie de refrito del ajo y de la cebolla. Se cortan un par de dientes de ajo y media cebolla en trocitos chiquitos y se ponen a que se frían un poco en las dos cucharadas de aceite. Luego introducimos todo lo demás; el agua, las verduras, el hueso, la sal y eso.

A los diez minutos de cocimiento ultra rápido, se cuela el caldo, -que no veas cómo huele ya el condenáo- y ese caldo se pone en una cazolita pequeña. Cuando hierve, -que lo hace al instante- se echan en plan de lluvia fina, fina, fina, los quince gramos de Tapioca, y los quince gramos de Seómola de Arroz. Y se remueve y se remueve hasta que pasen seis minutos. Veréis que se convierte en una sopa densa y espesita. Lo servís en un plato, y luego, con una cuchara, se la va uno comiendo. Eso ya lo sabe todo el mundo.

La guarnición que sobra, las zanahorias y demás, (que es que ya estoy harto de "y todo eso"), sirven muy bien de acompañamiento con un pesacíto frito, por ejemplo.

Y esto ha sido todo. Que aproveche.

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6. HUEVOS CON BECHAMEL A LA PARMESANNA

Encantado, Huevos con Bechamel a la Parmesana, ¿cómo le va la vida?

-Pues bueno, aquí estamos, esperando que salgamos bien.

Estupendo, pues vamos a ello:

Elementos más que indispensables para hacer Huevos con Bechamel y todo eso:

Un planeta, un sistema solar, una cacerolita y un poco fuego.

Elementos culinarios para preparar los Huevos con Bechamel a la Parmesana, para una persona, como siempre:

Huevos: dos. Agua: La que quepa en la cacerolita, en el planeta y en el sistema solar. Leche: 250 cc. Harina de Maíz: 15 gr. Queso Parmesano: Unos gramillos, no sé, unos veinte, por ejemplo. Sal: Una poca.

Preparación de la Bechamel:

Es como preparar las Leches Fritas, o sea, de los 250 cc. de leche, se separan unos 28 o 29, y el resto se pone a cocer en la cazolita leré. En el vaso donde queda el resto de la leche se echan los 15 gramos de harina de maíz y se revuerve bien. Cuando a la leche le pase lo del otro día, esto es, que rompa a hervir y se produzca una aleatoriedad en el espacio curvo afligido, vertimos la mezcla de leche y harina de maíz.

Revorvemos y revorvemos mientras echamos una poquita de sal, no mucha pues el queso parmesano le dará mucho sabol. Cuando veamos que la crema bechamel, béchamel muchooooo, como si fuera esta vez la última pez, retiramos del fuego la cazolita.

Preparación de los Huevos:

Esto es de gran misterio. Los huevos son elementos muy importantes en este plato platero y yo, es algo de suma importancia que queden duros y bien duros. Para ello deberemos de tener otra cazolita, o cazuelita, que suena mejor. Introducimos los huevos, y luego agua hasta que queden cubiertos por la misma. Es posible que se ahoguen, pero eso pasa hasta en las mejores familias. Se dejan ahí hasta que hiervan 15 minutos, que te dicen cinco, y luego, cuando los abres, no están hechos y te tienes que meter pál cuerpo un huevo pasáo por agua que no me veas.

Por lo tanto 15 minutos. Luego de eso, se enfrían con agua fría; imaginaros enfriarlos con agua caliente, si es que... Una vez fríos, nuestros dedos no sufriran, y en plan Luis Saifer, -el del Corazón del Angel- les damos unos golpecitos en la cáscara mientras decimos a alguien; "¿Sabes lo que significa el huevo? (El otro debe decir que no, y así tú contestas:) "El Alma", pero ni se te ocurra comértelo, porque entonces no podrás acabar los Huevos con Bechamel a la Parmesana, tú verás.

Bien. Cuando tengas ya peladitos los huevos, se cortan en cuatro fragmentos, y eso ha de hacerse a lo largo, para que luego queden pedacines mú monos y juguetones. Se ponen en un plato azul; es que los blancos quedan mal, porque al final todo es blanco y el plato parece vacío. Luego se vierte la Bechamel, y a renglón siguiente, la lluvia del queso Parmesanno.

Hale, íncale el diente, a ver qué pasa.

Que lo saboreééééis bien.

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7. REBANADAS DE ZANAHORIA

Es chachi piruli y además muy sencillo de preparar.

Se hace con pan integral, que llena más y llena mejor, más sano y más natural, aunque ahora sea todo muy "natural", pero este pan debe de ser de verdad.

Preparación:

Se pilla una rebanada bien tocha de pan integral, (o sea, se coge o agarra una rebanada grande de ese pan), si se tiene mayonesa de esa del hiper, del espacio o de donde sea, se utiliza esa, qué remedio; si se tiene de la hecha en casita, mejor, más sano.

En la rebanada se unta una buena dosis de mayonesa, y a continuación preparamos las zanahorias. Se lavan bien, y luego las rayamos, que o bien se hace a mano, con uno de esos chismes tan prácticos que son una plancha de metal con diferentes agujeritos; más fino, menos fino. Una vez rallada, osea, en este caso que la haya partido un rallo, la zanahoria, se pone por encima de la rebanada untada con la mayonesa, y no me veas cómo está eso.

Lo mismo se puede hacer con el aguacate, que está que te pasas.

Si además de eso le echamos un poco de ajo machacado por encima, mejor que mejor, más rico y más sabroso.

ENSALADA ENSALADERA

La mejor ensalada posible es la de lechuga, con un poco de aceite de oliva, sal y listo. Pero hay ensaladas que se salen de lo normal, como es la Ensalada Ensaladera.

Se puede hacer de lo que sea: Para dos personas: Media lechuga grande, una zanahoria, una remolacha, un poco cebolla, olivas, o sea, aceitunas y su aceite, su sal y su ajo machacado. Más fácil, imposible.

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8. BIZCOCHO BIZCOCHOSO EL OCTAVO PASAJERO

Elementos primordiales para hacer el Bizcocho Bizcochoso el Octavo Pasajero, -algo largo de título-:

Un robot supersónico, o a falta de vino buenas son tortas, una minipimer o máquina de élices en la parte de abajo de gran potencia. Un enchufe, electricidad, estar en el siglo veinte todo el rato y que no retrocedamos mil años cuando la luz se va. Un cacharro de cristal, que se me olvidaba. Y un horno, uf!

Elementos culinarios para el Bizcocho Bizcochoso etc.:

Huevos: tres. Fructosa: 40 gr. Limón: con un pedacín sobra. Agua: Una cucharada, ¡¡ ja ja ja ja ja ja ja!! ¡Una cucharada! Sal: Un poqirriquitín, cantabaaaaa la Luuuuna, ¡ay!, qué requichirriquitín, tralaraaaaaa... Harina: 80 gr. Mantequilla: 20 gr. Levadura seca: 5gr.

Preparación:

Al loro que es un lío eh, mú atentos.

En el lugar, sitio, objeto o fuente donde vayamos a mezclarlo todo se echa:

1.- Los tres huevos, los cuarenta gramos de fructosa; que son cuatro cucharadas bien hermosas, una ralladura de limón; si no os sale con que dejéis caer unas gotitas ya está bien; es que el limón si es tonto, no se deja ni rallar, y es que como ya los hacen digitales, no se pueden quedar en la misma canción. También se echa la cucharada sopera de agua, que es lo más ridículo que se lleva en echar agua. Y la puntita de un cuchillo de sal, o sea, no es que el cuchillo sea de sal, ni que haya que echar un trocito de cuchillo en la mezcla, no, lo que hay que hacer es coger un cuchillo que tenga puntita, -porque no vale uno de esos que estén redondeados-, uno que tenga un buena punta y que diga "¡Aquí estoy yo, leñe!" Eso.

Todo eso se mezcla a toda velocidad, ahí, uannnnnn ñañañañañañaña, uannnnnn, etcétera. Hasta que se haga todo homogéneo, una vez eso ¿qué?, lo que viene en el siguiente párrafo:

Con los veinte gramos de mantequilla lo que hacemos es fundirlos para que se quede hecho un liquiducho, y mientras la máquina está ahí dale que te pego a dar vueltas, echamos la mantequilla. La harina también entra en escena; "¡Harinaaaaa!, cinco segundos y en el aire!", lo que pasa es que tenemos antes que mezclar los cinco gramos de levadura seca ¡hurraaa!. Una vez mezclaítos, lo echamos al mogollón que se está batiendo como una loca.

Ea, ya está todo a toda leche dando vueltas y más vueltas.

¡Eheeee! ¿Y el horno, qué eh? ¡Es verdad! Tenéis que tener un horno, no, hombre, mujer, encima no, ni colgado del cuello; en la cocina. El horno tiene que estar encendido desde que empezastéis la tarea de prepararlo todo, para que así, cuando metamos el invento, se encuentre agusto y como en su casa.

Es bueno introducir unos momentos el cacharro o fuente que hayáis elegido por mayoría absoluta en el parlamento, en el horno, para que así embadurnéis el fondo y las paredes con mantequilla; evitará que el pastel se pegue; no hay quien los separe después; "¡No, este fondo es mío!", "¡Que no, yo llegué primero, y además mi papá es policía!", "¡Ummm, pues el mío es catedrático de la universidad de miraflores de la florida mirando poca abajo!" Y así se pueden tirar días y días.

Así entonces está todo dispuesto para que la mezcla que hemos preparado en el super robot, se vierta en ese embadurnado cacharro, fuente o bol, o vol, y lo metamos en el horno durante 18 ó 20 minutos. Colocar el pastel a media altura del horno, pues se os puede quemar si lo ponéis muy abajo, os lo digo por experiencia, que más sabe el diablo por diablo que son seis, que el alguacil por el alguacil que son dieciséis.

Cuando esté listo, probar a darle un gratinaíto, de esa manera el pastel quedará doaríto por todas partes. Y ya está, el Bizcocho Bizcochoso el Octavo Pasajero está listo para que lo rellenéis de nata, o nos lo comamos en el desayuno, en la merienda, en la cena, por la noche cuando andamos desvelados, en el trabajo, en el avión, no sé, en cualquier parte, ¡qué bien!

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9. TORTILLA ESPACIÁ

Del español, "espacial", pero con la "l" borrada y con la "a" acentuá, ¿veis?

Elementos esenciales para hacer una Tortilla Espaciá:

Fuego, tierra, aire, mar, una sartén de 17`5 cm. de circunferencia y una batidora con cinco marchas, embrague, una buena cremallera y brazo extraíble.

Elementos culinarios para preparar una Tortilla Espaciá para... ¿Qué va aser? Claro, una persona:

Huevos: 2. Jamón: 100 gr. Pan tostado: Dos rebanaítas. Nata sin montar, o sea, que esté salvaje y todavía no le hayan sido colocadas las brías ni ná: 35 cc. Ajo: Un poco. Perejí, o perejil, como quieras: Otro poco. Sal: Lo mismo.

Preparación:

En una jarra de plástico con números escritos en ella, -no porque haga bonito, sino porque esos números sirven para medir las cosas que vamos a echar a la tortilla-, se echan los dos huevos, los cien gramos de jamón... bueno, jamón york, -da lo mismo que sea de la parte de Manhatan o de Bruklin, pero para nada del Bronx eh, mucho ojo-, el ajo, la sal, el perejí o perejil.

Una vez echado esos elementos, batimos a toda caña, o sea, a toda potencia, con la batidora atómica. Cuando ya está todo bien batiíto, echamos la nata líquida sin montar ni ná; eso nos sirve para licuar un poco la cosa, porque vamos, se pone de un pastoso... Luego cogemos las dos rebanaítas de pan tostado y las destrozamos un poco para que no se atosigue la batidora, no conviene hacerlo porque sino se queja al sindicato de batidoras unidas ( S.B.U. ) y se nos pone en huelga.

Todo mezclado ya veremos que tenemos una buena masa pastosa en la jarra; no nos preocupemos, no se nos vaya a venir el mundo abajo por ese motivo, no pasa nada, tranquilidad en las masas. Lo vertiremos sobre la sartén pequeñaja esa donde deberá de haber unas gotas de aceite de oliva, claro. Con ayuda de una espátula hacemos que baje todo el líquido cremoso, (sí, cremoso queda mejor, pastoso es demasiado), y dejamos que se haga unos minutos como cualquier otra tortilla, por un lado, y luego por el otro; Gustavo, por favor, explica lo que es un lado, y lo que es otro lado: "Encantado. Hoy explicaremos lo que es un lado, y lo que es otro lado: Un lado, es un lado, y otro lado, es otro lado. Gracias". Gracias a tí, Gustavo.

Bueno, pues creo que ya está todo. Comprenderéis el por qué de "Tortilla Espaciá", es algo sublime, no tiene nada que ver con las antiguas tortillas donde se tiene que ver que es de jamón porque se ven los trozos de jamón, o es de migas de pan porque éstas también se ven. Es... la tortilla de la Nueva Era, de verdad.

Que os guste.

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10. PERAS ENNATÁS

Del español formal y corriente, Peras Ennatadas, o sea, con nata.

Preparación y demás engendros para las Peras Ennatás:

Utensilios:

La famosa olla supersónica, un cuchillo bien afilado, un suelo donde posar los pies, unos platos, tendores y también un techo donde poder resguardecerse.

Ingredientes. (Es más corto "ingredientes" que "elementos culinarios", si, si, si.)

Para una personilla:

Peras: (Porque claro, si vamos a hacer Peras Ennatás no vamos a poner manzanas, eso es de otra receta.) 2, o sea, dos. Agua: 250 cc. (Nunca lo he dicho, pero "cc." quiere decir "centímetros cúbicos", no es que sea agua de Cáceres o de otro lugar del mundo.) Nata azucarada: 50 ó 60 gramos.

Preparación:

Se pelan bien la peras. Hay peras que tienen vergüenza al ser peladas, así que no tenemos otro remedio que mirar para otro lado. Una vez peladas se les quita el corazón; ya, ya sé, más bien parece una autopsia que una simple preparación de una fruta pero.. Para ello se les parte en dos, (¡vaya paliza!) y a continuación a la olla.

Cuecen unos diez minutos a fuego rápido, unos cuatro o cinco minutos más a fuego lento y a reposar, pues después de todo ese trajín las peras necesitan un poco de descanso.

Una vez fresquitas se ponen en un plato, se las machaca bien y se les echa por encima la nata azuarada, que es como enterrarlas, porque las pobres no me veas cómo han quedado. ¿Qué? ¿Estupendas que no? Ya te digo.

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11. ENSORTIJAMIENTO CREPUSCULAR DE CALABACINES

Esto es muy sencillo, queridos Krónidas, no os asustéis.

Preparación y demás cosas para el Ensortijamiento Crepuscular de Calabacines para una persona:

Calabacín: Uno de un peso aproximado entre 300 gr. y 400 gr. Zanahorias: 2 Hueso de argo: 1, puede ser hueso de ternera, de cordero, de jamón serrano, de avestruz, de lo que se quiera. Aceite de oliva: Un poco. Sal: A gustos. Ajo: Un par de dientes. Cebolla: Media cabeza. (¿Qué pasa, que no hay otra manera de denominar a las hortalizas? Parece esto el "Deshollador de Transilvania" o algo parecido.)

Preparancia:

Muy fácil. Se lavan todas las cosas bien lavadas. Los calabacines se parten en rodajas algo gruesas, que le sobren ahí unos buenos michelines. Las zanahorias también se cortan en rodajas. Y el ajo y la cebolla tanto da, como si las tiráis contra la pared. Bueno no, no hagáis eso, que se pone todo perdido. Se echa el aceitito, la sal, el hueso y a jervír se ha dicho.

Se hace en poco tiempo, no hay que pasarse porque para hacer el Ensortijamineto Crepuscular no deben de estar muy blandos los ingredientes.

Y lo más importante: La disposición del plato.

Una vez cocido todo, con mucho esmero cascabelero, se disponen las rodajas del calabacín sobre un plato hondo de color azul. (Anda, claro, todo es importante, esto es un plato de reyes). Se van colocando en orden todas las rodajas hasta que quede todo bien ocupado. Luego, sobre una rodaja sí, sobre una rodaja no, se van poniendo por encima del calabacín las rodajillas de zanahoria. ¿Entendido no? Sí, hombre mujer: Una rodaja de calabacín, una rodajita de zanahoria; otra rodaja de calabacín, eh! no, en esa no, en la siguiente, otra rodajilla de zanahoria. Así es como se consigue un Ensortijamiento verdadero y duradero. Ya veréis qué caras ponen los comensales.

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12. POLLO ENCANELONADO

Esto es, canelones de pollo, pero ¿véis? ¿Cómo íbamos a llamarle "Canelones de Pollo"? Para eso lo véis en un recetario de esos y lo hacéis. Pero esta receta no la váis a ver en ningún sitio, os lo juro por el rey Arturo, que no tiene un duro.

Elementos más que especiales para preparar el Pollo Encanelonado:

Unos cuantos quarks de dimensiones desconocidas, una fuente larga y anchita, manos y una sartén grandecilla.

Ingredientes:

A ver como sus lo explico. Es que no os voy a decir que compréis tal marca de pasta de sémola de trigo en forma de cuadrados que están deshidratados y no se qué y no se cuántos. No sé si se venden esas cosas por todo el orbe. Bueno, pues...

Canelones que todavía no lo son: 6. ¿Qué? ¿Todavía no ha quedado claro? Veamos, imaginaros unos cuadrados como de 10 X 10 cm. , y que son de lo que es toda la pasta, de sémola de trigo, y eso se vende en cajitas; suelen venir como unas doce, o quizá más; no voy a saber ya toda la industria de los canelones que se venden por el mundo, vamos es que... Vale, pues de esas cosah, seis, 6, sesa, six, suá. Pollo: 170 gr. Cebolla y ajo, siempre cebolla y ajo, el que no se lo quiera echar allá él y sus circunstancias, no me hago responsable de que luego solo sepa a pollo. Sal: Lo mismo. Nata pá cocinar: 50 cc. Bechamel: 400 cc. ( Para hacerla ir a la receta "Huevos con Bechamel a la Parmesana", graciasssss. )

Preparación:

Las obleas... ¡Las obleas! Eso es, así es como también se les puede llamar a las chismas esas que luego son los canelones, ¡claro! . Las obleas de canelones se ponen en agua caliente durante veinte minutos. Si no son deshidratadas y por lo tanto no precocinadas, hay que cocerlas de verdad como toda pasta hasta que se reblandezcan, vamos, que se queden más endebles que un helado delante de una estufa.

Una vez blanditas, las obleas las ponemos en papé de cocina o en un paño limpio, limpio como los chorros del oro; tener en cuenta que eso nos lo vamos a meter pá dentro.

El pollo se pica bien, y una vez picado; ¡aja! ¡bishoooo!, ¿entendéis? le picáis bien para que se enoje y quede también aplanaíto. Lo ponemos en la sartén grandecilla y lo hacemos a fuego lento junto con el ajo y la cebolla con unas gotitas de aceite de oliva, siempre aceite de oliva; su sal y esas monerías. Mientras se hace se le va dando golpecillos para que se quede bien desmenuzado.

Una vez desmenuzado el polluelo, vamos poniendo en las obleas-canelones unos pocos de gramos, lo que nos quepa y seamos capaces de meter; podéis poneros música de concurso si así os hace sentir más energía y vitalidá.

¡Ojo! En el plato donde vayamos a poner los canelones ya con el pollo, debe tener una base de nata de cocina, nata líquida que también se denomina en los ambientes más esmerilados y finos. Puede ser de la misma bechamel, pero como el colchón de nata que se forma para los canelones no hay ná; duermen mejor y luego sientan muy bien.

La bechamel, que la debemos tener lista ya, eh, ¿qué haces que todavía no tienes preparada la bechamel?, la echamos por encima de los seis canelones que hemos preparado y dispuesto con el orden convenido por todo el plato. Debe de quedar todo cubierto, pero todo, todo, todo, si queda alguna parte de la pasta de canelón al descubierto, las consecuencias pueden ser altamente peligrosas: se secarán, y cuando un canelón se seca, algo se muere en el almaaaaa, cuando un canelón se quéa seco, lara lara lara lara lairo, la la la lará lairó, lara lara lara lara, lara lara lara lara, la la la la la lará, chin pón.

Bien. Como los canelones, lo que es la masa ya está hecha, lo que debemos hacer ahora para dar el toque final, es ponerlo en el gril del horno, GRIL, eh, no Vril, eso es otra cosa. Lo dejamos unos veinte minutos, hasta que se dore un poco. Es por eso lo del peligro de no dejar tapado toda la superficie encanelonada.

Se le puede echar un poco de queso rallado, pero eso ya es vuestro problema, a ver si encima os tengo que dar yo el queso; en todo caso os puedo mandar un archivo .queso, pero no creo que os sirva.

Ea, ya está listo un platazo de Pollo Encanelonado que está más bueno que lo bueno.

Oye, esto... no lo he dicho, pero en todo momento me he referido a los CANELONES, no a los CANALONES, que eso es lo que se pone al final de los tejados para que recoja el agua; eso NO se cocina eh, eso se deja en su sitio. Bueno.

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13. ¡ FLAN DE PERA !

-Bravo! Yuuupi!

Bien, vayamos a cómo se prepara el Flan de Pera, el único flan del mundo que es de Pera cien por cien de Pera.

Elementos elicoidales indescriptibles para hacer el Flan de Pera:

Un sortilegio Rojo, tres onzas de Universo incasdencente, una Maravilla en el sueño pluscuanperfecto, una cacerola pequeña y una licuadora.

Ingredientes.

Pues pera, ( cuatro ) qué va a ser. Harina de maiz, y listo, no hace falta nada más.

Preparación:

¿Os acordáis de la compota de peras? Pues olvidaros.

Se cogen las cuatro peras y se las baña bien en agua abundante. Dejarlas que canten, es una costumbre que ellas adquirieron en su planeta Peroso. Una vez lavadas las quitamos el rabo y las partimos cada una de las peras en cuatro pedazos, ¿por qué?, porque debemos de hacer un zumo con ellas, no te fastidia, a ver si van a partirse ellas solitas. Cabe la posibilidad, eso sí, de contarles un chiste muy bueno, y entonces se parten incluso en más de cuatro trozos, pero a veces no sirve.

Una vez todas bien partidas de risa, a la licuadora. ¿Tendréis licuadora no? Ah, bueno. Deben de salir 500 cc. de zumo, que es lo que necesitamos para hacer el flan.

De ese medio litro se hace como en la bechamel y en cualquier cosa que queramos hacer con la harina de maíz, esto es, separamos un poco del zumo y el resto lo ponemos a hervir, en el poco zumo separado echamos 40 gramos de harina de maiz y lo batimos bien para que no quede ningún grumo. Cuando rompa, se curve la cuadratura de Halen y esté todo dispuesto, o sea, hierva, echamos la mezclilla de antes. Aguantamos un poco, echamos un poco de fructosa, porque la harina se lleva un poco del sabor ya dulce de la pera. Lo apartamos del fuego y vertimos la pasta en un cacharro. Que repose un poco y luego a la nevera. En nada de tiempo vemos cómo se transforma en un auténtico, verdadero y ejemplaroso Flan de Pera de daligustren fetén chachi piruli.

Eso se puede hacer con cualqier zumo de lo que sea que queramos hacer, como si queremos hacer un zumo de patata y hacer un flan de patata, imaginaros qué cosa más incomestible. Pero lo mismo sirve para otra cosa; hacer cemento, construir un rascacielos, o un rasca nubes, o un rasca barrigas. Pse, es incalculable lo que puede dar de sí mismo un flan de patata eh.

Bueno, que os guste el flan.

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14. PLATO RRRARRRO

Y de repente, cuando te has visto envuelto en un montón de historias increíbles y ya no solo son cinco minutos los que te quedan, sino que has embarrancado en la velocidad límite, ¡plun!, te acuerdas de todo a la vez y los amasijos de remolachas, de dientes de ajos, de pelotas de brécol y muebles de manzanas se te han echado encima.

Hay que darse prisa, que ayer me di cuenta de que un girasol siempre da las mismas pipas y de ellas salen los aceites menos reales, y que los fuegos están en la noche, alumbrando la cabeza de turco de esos soles que giran en torno a las pipas con sal, sin sal, tostadas al pasajero alado, que calienta en el medio día.

Huevos,

Zanahorias,

Patatas,

Repollo,

Ajonjolí.

Jolines, que jolinada más

de mil amores que se puede

uno montar mientras la NO

razón camina por entre los

bosques aterciopelados

de una imaginación inagotable

de gotas de recino, buena

para la cabeza,

el estómago,

las indulgencias asistidas.

Qué atropello no hacer hoy ningún plato para llevar al río mientras el Astro se pone una servilleta para no inquietarse con sorpresas de sopas hechas con trigo,

sémola,

tapioca,

cabellos de ángel.

Guarda el secreto, no mires atrás, embauca a la naturaleza y díle que ya basta, que tú ordenas y mandas; que salgan pescados fritos del mar, pollos empanados de las granjas de luz, berenjenas que cantan con la voz de un espiritual, sones de calabacines emperejilados a la hora del té.

Quedan muchas recetas, pero hoy no había tiempo, porque el tesoro había sido descubierto.

Pero echa pan,

ajo,

agua,

cuece unos instantes,

tapa la cazuela,

que no escape,

y la sopa

de ajo

canta,

llanta,

emociona

y colisiona.

ÑAM!

" Un delirio, de vez en cuando, no hace daño. "

( Dergrez Túrclenon )

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15. PASTA A LA NUESTRANNA FORMMA

Esto es, a nuestra manera. Por ejemplo, unos deliciosos macarrones.

Utensilios imprescindibles para la preparación de estos macarrones:

Un barco de vela con la antorcha encendida, una cazuela grandona, un cacharro de plástico con agujeros también llamado escurridera, una cuchara de hierro, y dos piernas adustas para poder corretear de un lado para otro en dentro de la cocina.

Ingredientes para una personni:

Macarrones: 112/5 gr. 113 también pueden ser. Sal: 10 gr. Queso: 30 gr. Nata: 20 cc. Mantequilla: 20 gr. Aceite de oliva: un poco. Agua, por favor: 1 litro o un litro. Jamón York: 100 gr.

Preparación:

Lo primero que todo ponemos a calentar a fuego rápido la cazuela con el litro de agua y los 10 gramos de sal. Tampoco nos pasemos con que el fuego vaya demasiado rápido, sino luego no lo podemos alcanzar. Cuando el agua hierva de lo lindo y haga gorgoritos y blubs blubs, echamos los 113 gramos de macarrones. A continuación una microgotirititirittita de aceite; truco este para que la pasta no se pegue entre sí y no nos pase como con otro plato que ya no me acuerdo de cuál era.

El tiempo de cocción depende de la pasta que utilicemos; si es buena con 7 u 8 minutos tenemos de sobra, de todas manera de vez en cuando sacamos un macarrón "No por favor, que todavía soy muy pequeño y no me he convertido en anfivio", y lo provamos a ver si está aldentte, que no sé lo que significa pero sé que se dice cuando haces pasta; vamos, que esté en su punto; podemos decir en su puntto, con dos "t", así al menos queda italianizado. Vaya rollo.

Bueno, que cuando ya están dabutis, se escurren en la escurridera... inescurrideras todavía no se han hecho, así que creo que es de Pedro Grullo Gutierrez.

Se vierten los macarrones en una fuente de cristal; entiéndase "fuente de cristal" como utensilio de cristal que en realidad es un cacharro en forma redondeada, cuadrangular o rectangulosa; no significa que tengamos que ir a algún lugar de la ciudad donde vivimos y que haya una fuente con agua y que encima sea de cristal, eso es demasiado complejo. Sencillamente en una fuente de cristal, punto.

Le echamos la mantequilla, la nata y el queso, lo revolvemos bien y lo echamos en una sartén del tipo sartenosa, y ahí le echamos un chorro de aceite de oliva, aquí ya podemos estar tranquilos, y también los 100 gramos de Jamón York. Bien mezclaíto todo, dejamos en la sartén sartenosa los macarrones al menos cinco minutejos, qué menos.

"¿Y el tomate"? Pues si quieres estropearlo echando tomate, pues se lo echas, pero yo recomiendo tomarlos así, es una nueva experiencia en nuestra vida.

Que lo experimentéis bien.

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16. CHULETA DE CORDERO ELEGANTE

¿Qué es una Chuleta de Cordero Elegante? Como todo el mundo sabe, y sabe bien y rico, rico, cuando nos comemos unas chuletillas de cordero normalmente empezamos con el cuchillo y el tenedor, pero... je je, ¿quién no acaba cogiendo lo que queda al huesecillo de esa chuletilla eeehhhh?? ¡Nada, eso se va a terminar ya mismo!

Utensilios prácticamente insubordinados para preparar las Chuletas de Cordero Elegantes:

Una mesa, una lámpara con bombilla, y por qué no, una sartén, como la de ayer. Y también muy importante, una picadora.

Ingredientes:

Cordero: 189 gr. Sal: Lo comedido. Perejil: Lo mismo. Ajo picado: Idem de lo anterior. Y aceite, claro.

Preparación:

Esto es más fácil que mondar palillos de dientes. Cuando compramos el cordero le decimos al carnicero que haga el favor de atendernos, porque de lo contrario es capaz de dejarnos ahí tirados. Una vez que nos recoge del suelo, le pedimos un kilito de cordero. Sí, porque pedirle 189 gramos es un poco borde. Y le explicamos muy bien que lo que queremos es cordero pero lo más deshuesado posible. "Pos no pué ser". Nos dice el tío. Bueno, da lo mismo, ande, deme lo que sea, pero un kilo.

En nuestra casa recortamos los filetillos de cordero para que el hueso se quede fuera, lo desterramos o si acaso le hacemos un concilio, para que no se enfade con nosotros. Luego metemos en la picadora lo convenido, o sea, los 189 gramos, (También pueden ser 187 ó 191, eso es lo mismo) y también introducimos en la picadora el ajo, el perejil y la sal. Le damos potencia máxima para que la carne quede hecha unos zorros.

Lo amasamos bien y le vamos a dar la forma de los famosos filetes rusos o hamburguesas, aunque es mejor la primera forma, la otra es demasiada yanqui, nada, nada, de yanquilismos en la cocina nada, que estamos trabajando con comida.

Y a continuación ese filete ruso de cordero, bien podemos hacerlo de dos formas: Tal cual, o sea, el filete todo desnudo, o bien con un rebestimiento de empanado con huevo, que es ya la locura y el súmun de la elegancia. ¿No sabemos qué elegir? Pues nos ponemos delante del filete y charlamos un rato con él para ver qué opina.

No sé, a mí me es lo mismo, de todas maneras voy acabar frito ¿no? pues tánto da.

Vale, pues entonces mejor lo empanamos, de esa manera nos solidarizamos con él y se sentirá más querido; porque a la comida también hay que quererla en este tiempo de herbosura y eboción.

También le podemos cantar eso de "Al corderito leré, le dije anoche leré.", y ya hasta nos lanza un besito. Si es que...

Bueno, nos dejamos de historias y lo freímos ya de una vez, que vaya paranoia más rara con el filetito de marras.

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17. GALLETAS TURRONÁCEAS

Utensilios imprescindibilísiísimos:

Una mega picadora extra plus mega plus luru lús, una emisora de radio en Urano, un microhondas tirando a horno, y otro horno tirando para Antequera.

INGREDIENTES:

Almendras: 80 gr. más o menos. Mantequilla o margarina, tanto da que da tanto, ¿cuánto? no sé, bueno: 40 gr. Fructosa: 20 gr.

Preparación de unas pocas Galletas Turronáceas:

De repente estás en la cocina haciendo otra cosa que no tenga nada que ver con las Galletas Turronáceas, y entonces, como si te diera un turúlo, dices "¿Y si hago unas galletas?" Aprovechar ese momento, pues es el mejor, lo que ocurre es que ahora os debéis dar prisa en que llegue ese momento; yo os recomiendo poneros en el intento tres veces al día: desayuno, comida y cena, de seguro que en algún momento llega el turúlo ese.

Una vez que llega, cogemos los cuarenta gramos de mantequilla o margarina vegetal y los ponemos en un cacharrillo de cristal, y de seguido lo metemos menos de un minuto en el microhondas tirando a horno; no lo pongáis más porque el explotío que mete es de tres pares de codornices en salsa de albaricoque. Podéis, si queréis la cosa más normal, hacerlo en una cazolita, pero eso es un rollo.

Las almendras las machacamos bien en la mega picadora extra plus mega plus luru lús, veremos que quedan bien destrozaditas. Las sacamos de la mega picadora extra plus mega plus luru lús y las vamos mezclando con la mantequilla o margarina vegetal junto con la fructosa. Eso se hará hasta que quede una pasta más o menos homogénea. El truco para poder manejarse con esa pringue es utilizar harina de maíz, o sino probar a coger esa masita con los deditos; ¿Qué? ¿Pringa eh? Si ya te lo he dicho.

En un plato resistente a las quemaduras del horno tirando a Antequera, es donde vamos a poner las porciones de masa pringosa que hemos hecho. Como no estamos seguros del resultado, al plato lo envolvemos en papel de plata, que en realidad no es de plata, pero como desde siempre hemos dicho eso, pues nos hacemos a la idea de que es de plata, pero en realidad es de aluminio, que es otro material que se utiliza mucho para estas labores de la cocina. En el plato echaremos una nube de esa misma harina de máiz pá por si acaso se pegan las galletas.

El horno debe de estar a tope y la bandeja donde coloquemos el plato a media altura. No lo coloquéis muy cerca que se queman. Para el grill podemos utilizar al petardo del horno tirando para Antequera si es que tiene de eso, y si no, lo ponemos en el gril del microhondas tirando a horno. Si no tenemos gril por ninguna parte entonces apaga y vámonos, porque no podrás acabar las Galletas Turronáceas. Ah, esa es la vida, unas veces se gana y otras se pierde.

Ya veréis, de verdad, están de delicia. Esta noche voy hacer lo menos seis toneladas y media. Eso mismo lo podemos hacer con nueces, castañas, leucocitos, no sé, un montón más de frutos secos.

Venga, que lo propuesto en el principio lo digo en serio. Debemos de dar una lección a las industrias del dulce navideño, a ver qué se van a creer con sus E 450 y E 3235, nada, nosotros seremos los dulceros del Reino. No te fastidia...

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18. CENA NADIDEÑA

Primer plato:

Que suele ser el principal. ¿Qué poner? Pues una lindísima sopa Tapimola, lo recordáis no? Tapioca y Sémola de trigo o de Arroz, que se echa en un caldo que previamente hemos hecho a base de algunas verduras como el repollo o el calabacín, que junto con un buen güeso de jamón serrano bellotudo le da unos sabores a esas sopas que están de rechupete.

Segundo plato:

Que suele ser el que viene a continuación. Por ejemplo un cocido Morogoto, que puede ser de lo que queramos, o bien aprovechamos esos calabacines y esos repollos, o bien preparamos uno con zanahorias, patatas, tomate, ajo, cebolla, y algo de carne de ternera o de cordero. Con este plato nos ponemos bien pero sin hacer que la digestión sea muy pesada.

El postre:

Que impepinablemente suele ser el último, pero, ah, como estamos en la Noche Buena, es el prefacio a los turrones, mazapanes y toda esa glotonería montada del Canadá o de donde sea.

Puede ser o bien un flan de pera mondo y lirondo, o bien introducirnos en las maravillosas epopeyas de un flan frutal hecho de uva, pera, manzana y algo de naranja con un poco de kiwi, ¿qué? ¿se os hace la boca agua ehhhh? Pues es tan sencillo como preparar el Flan de Pera originalis.

Pero también podemos preparar un flan nuevo:

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19. FLAN PASTELOSO

Que se prepara igual que el Flan de Pera, pero, en vez de esa fruta con forma de bombilla, lo hacemos con:

Leche: 1 litro, pues aquí ya vamos a hacer un flan para 4 personas. Pan tostado: 4 rebanadas. Nueces: 50 gr. por ejemplo. Harina de Maiz: 80 gr.

Y hacemos todo como siempre, lo único que en la leche que ponemos a hervir echamos las cuatro rebanadas y las molemos con la batidora especial de batir rebanadas tostadas, pues no vale cualquier batidora. Y también echamos los cincuenta gramos de nueces. Bueno, a todo esto que las nueces se deben de echar pero sin la cáscara eh, que todavía no se ha inventado una batidora que muela las nueces con cáscara y todo, y menos todavía un estómago capaz de digerir esa pedazo madera que tienen las nuececitas.

Cuando rompe a hervir y todas esas cosas que ya sabéis que pasan cuando hierve la leche, se echa la mezcla de la harina de maíz en ese vasito con leche fría. Una vez echado se remueve bien y entonces los vertimos todo en un solo cacharro, o si somos nacionalistas e independentistas, en un cacharro autónomo, o sea sé, cuatro.

Y hale, se deja reposar, luego a la nevera y a comérselooooo.

Luego por último, en esa cena tan buena, se come uno unas pocas de galletas enturronadas y entonces ya estás en la Navidad al cien por cien.

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20. BUÑUELOS AL VIENTO

Que en el original es "Buñuelos DE Viento", pero es que estos de nuestra propiedá son muy especiales.

¿Cómo se hacen, qué se tiene que tener como imprescindible, y cuál es su preparación? Más sencillo que la estructura de una silla plegable.

Técnicamente o profesionalmente casi que hay que prepararse una carrera en la Universidad de Estanfil, lo menos, pero eso se lo dejamos para los Catedráticos de la Repostería.

Ingredientes para unas pocas de personas:

Harina (De trigo, claro, no vamos hacer ahora cosas raras) 125gr. Agua: 200 cc. Azucar: 20 gr. Sal (No sé pá qué, pero bueno): Una pellizquita. Huevos: Tres, esto es, 3. Mantequilla: 50 gr. Aceite: Lo suficiente para que casi hierva en una sartén.

Lo que tenemos que hacer es ir echando todo en un recipiente de cristal lo suficientemente grande para que toda esa materia prima nos quepa. No vayamos a coger un vaso, con eso no tenemos ni para el agua. No, claro, es que dices recipiente de cristal y cualquiera cosa vale, pós no.

Echamos el agua, la harina, la mantequilla diluida, los huevos, el azúcar, la sal. Lo revolvemos todo bien, que no quede ningún grumo. Hoy he descubierto que las máquinas para esto son unas malas bestias, es mejor la fuerza motriz o braceal, o sea, la del brazo o motreal, porque es de imaginar que "motriz" vendrá de ahí, o quizá no, y tenga su argumentación del Arlequín, eso ya no lo sé.

Una vez todo bien revuelto se pone a fuego lento, para entre otras cosas no se nos forme un chapatoste antes de tiempo. Mientras tanto el aceite de la sartén ya tiene que estar calentándose, pero también a fuego lento, ya habrá tiempo para que le demos caña de la buena.

Una vez ya todo pastoso, lo retiramos del fuego y esperamos a que los grumos formados en la cazuela se deshagan, pero claro, no se deshacen por motu propio, nio, die esio niada de niada, hay que echarles una manita, así pues con una cucharita y esas cosas se machaca bien todo. Una vez consolidada esta operación de grave trascendencia, ponemos el fuego de la sartén a medio trapo, o sea, a medio fuego.

Con una cuchara sopera, vamos cogiendo del recipiente de cristal pequeñas masas de producto, con el fin de verterlas en la sartén y obtener de esa forma bolas de esa pasta fabricada, que por arte de magia se convierten en "Buñuelos al viento", porque decir "Bolas de o al viento" suena algo bordesco.

Es curioso que en la antigüedad de las antigüedades, los buñuelos de viento se hacían exactamente de eso, de viento, y lo hacían los llamados, "mimos agropecuarios", que modulaban el espacio y el tiempo conformándolo todo de manera colosal en una gran buñuelada de auténtico viento, o sea, de nada. Porque, amigos míos, hubo un tiempo en que la gente se alimentaba de ilusiones, ¿qué ha ocurrido ahora? Ahora necesitamos de alimentos de verdad, ya no nos conformamos con las cosas pictóricas de la imaginación...

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21. ESPECIAS (Aquí, aquí, ¿ves cómo hay un capítulo dedicado a las especias?)

Pues sí, pues sí. El otro día una amiga Krónida me recordaba una cosa muy curiosa en la que yo no había caído, y me parece meritorio (es que había puesto otra vez "curioso" y ya repite) mencionarlo, pero sin caerse nadie, que luego hay que guardar reposo.

Y es el tema de las especias, sí, no hemos mencionado nunca a ninguna especia en ninguno de los platos. Espera, que me pongo el traje de reina de Corte Portuguesa y verás tú:

- ¡Canelaaaaa, gengibreeee, nuez moscadaaaaaa, benjuíííííííí, clavooooo!

Y ahora me quito el traje que es que pesa un poco.

Pues sí, es cierto, ninguna especia ha salido a escena, y es que, amigos y amigas todos y todas, la gran mayoría de las especias son nefastas para los estómagos, sí, es triste admitirlo, y yo lo siento mucho por Darwing, que fue el que las dio a conocer, pero... la vida es dura, dura, y dura. Yaaaa, ya lo sé, Darwing es el de el origen de las espeiEs, pero es que era una groma de guasa y humor.

La canela va muy bien con el arroz con leche y otros muchos dulces, pero el sabor de la canela gana respecto a todos los demás sabores, y el sistema digestivo queda afectado de canelalotis profunda y el cardiax puede quejarse.

El gengibre va bien con casi todo; arroles, sartenes de papas con cebollas y todas esas ricuras, y platos donde lo sabrosón es palpitante, pero, pero, pero al cuadrado, el gengibre es una de las herramientas que los naturistas utilizan para los pacientes que padecen, ya no ositos u otros muñecos para dormir, sino que además padezcan de frío interno. El gengibre es muy bueno para ese tipo de problemas de destemplanza interna para después de comer, pero si no tienes ese problema, puede darte un exceso de calor terrible.

La nuez moscada tres cuartos de lo mismo, pertenece a la sección de especias de la quinta dimensión a la derecha, esto es, de las picantes que te pasas por las brasas, y no son buenas para nadie por muy rico que esté. Si quieres dar larga vida a tu estómago, no te recomiendo la nuez moscada. No, no, que no me meto con los fabricantes de nuez moscada, nada de eso, y menos si hay nueces moscaderos en la Kronos, ni hablar de eso, yo solo digo que es algo fuertehíllo.

El benjuí ya no sé lo que es, pero debe de ser la leche en polvo, omito mi juicio pues no tengo yo demasiada información al respecto. (Qué maneras, de verdad.)

Y el clavo, para acabar y finalizar y dar cerrojazo y apagar la luz que nos vamos, viajeros al tren!!!! , diré que es muy bonito. El clavo es muy bueno para ponerlo en mitad de un limón para espantar a las moscas. Aunque en algunos guisos está muy rico, pero le pasa como a todas las especias y condimentos en general, que gana el sabor sobre todas las cosas, así en la tierra como en el cielo, esto es, que al final parece que estás comiendo un plato de clavo con arroz, o con carne o cualquier hortaliza, y eso tampoco es. Evidentemente no confundir "clavo" de especia, con clavo de clavar en la pared, esos no se comen, ni aunque lo veamos en una película, eso es mentira, todo lo que pasa en las pinículas es falso. No claro, yo lo aviso, porque una vez en la serie de Escali y Malder, Expediente équi, una tía salía comiéndose clavos, y eso es mentira, mentira y mentira.

Bueno, pues ya lo sabéis, las especias están muy ricas y dan mucho sabor a nuestra cocina, pero no son totalmente gratas a nuestra salú estomacosa y digestiva en general, y tampoco se trata de llenar toda la cocina de especias, va a parecer de una obra de teatro del absurdo de esas.

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22. GALLETAS EXPERIMENTO

Espero poder explicar a la perfeccción cómo se hacen estas galletas, que son sucedáneas y parientes de las Galletas Turronáceas en el intento de buscar la manera más sana de hacer polvorones que no sean los convencionales, pero que evidentemente no salió ni de broma, y de ahí el nombrecito.

Elementos indispensables y disuasorios para hacer Galletas Experimento:

Una quinta dimensión acomodada en la mejor zona residencial, un laboratorio de Imagen y Sonido, el programa de Fotochóp, un tenedor y los utensilios prácticos que da una cocina convencional a la tirolesa.

Ingredientes:

Mantequilla: 80 gr. Nueces: 40 gr. Avellanas: 20 gr. Azucar o fructosa: 100gr. ¡¡Nocillaaaaa!! (Ay! no, que eso es otra cosa.) Copos de avena: 60 gr. Huevos: tres. (De los cuales solo necesitamos la yema de dos, y la clara de uno. ¿Queda claro? O sea, que de los tres huevos sólo debemos de echar uno, o sea, 1, UNO, enterito, y de los otros dos solo la yema. Al principio es como los niños cuando son enanitos y van al colegio por primera vez, que lloran y berrean que da asco, pero luego las yemas se tranquilizan y las claras se quedan haciendo punto o encaje de bolillos.) Pasas de Corinto o de Pinto que pintó Perico: Unos cuantos gramos, no lo sé, depende de las galletas que nos vayan a salir o queramos que salgan, en todo no puedo estar, hombre, mujer, niños y niñas, debéis de comprenderlo, que una sufre musho en la cocina. Claro, es que nozotrah las madres sufrióras nos dejamos la pié en la cocina.

Preparación:

Más o menos como las Galletas Turronáceas. La mantequilla se fulmina o difumina, como se desée, aunque es mejor fundirla en plan altos hornos, pero sin horno, con una cazuelita basta y al fuego de un fogón normalito y corrientito.

Las avellanas, las nueces y los copos de avena se trituran en una trituradora, o se deshacen en una deshacedora, tanto da que da tanto. Luego se mezcla con la azúcar o fructosa, luego se echan las yemas de dedos, que diga de huevos, y luego la clara del huevo solitario. Luego la mantequilla, y todo eso ha de quedar homogeneizado y sustancioso, pastoso y molecular, hayando así la fórmula de la concepción extrafuncional.

Una vez todo mezclado, con una cuchara vamos cogiendo pedacitos y los ponemos en una bandeja para luego introducirlo en el horno. La bandeja es bueno envolverla en ese papel que suele denominarse como ya lo hicimos la otra vez, de plata, pero que es de aluminio. No se pegan, estar tranquilos que en este caso no hay que llamar a las fuerzas del orden público.

Cuando están todas las Galletas Experimento situadas en fila y organizadas en plan ejército, les ponemos las pasas de Corinto o de Pinto que pintó Perico encima de la galleta, hundiéndolas un poco para que no salten a la comba cuando están en el horno, que se montan unas juergas...

Se dejan hacer en el horno, si es de fuego inferior, unos veinte minutos a toda pastilla y a media altura del horno; y si es de fuego superior, ni idea, porque nunca he visto un horno así, la verdá. Una vez hechos bien por abajo, se pone el gril (que pareciera ser el fuego supremo, pero que no lo es, es eso, el gril) del horno durante cinco o siete minutos, o bien hasta que veamos que se han tostado; si vemos que se quejan les podemos poner un poco de crema protectora del nivel supremo, pero no es conveniente porque luego a ver quién es el guapo que se come eso.

Yo creo que ya está todo dispuesto, solo queda incarles el diente. Suelen quedar algo duritas, pero mantienen la textura y el confort de una buena galleta de mesa.

Es una recomendación del Instituto de Galletas y Galletas, Bruenglen y Bruenglen.

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23. POLLO A LA CARNE DE ANGEL MALO

Que aunque sean malos, tienen una carne muy delicada y muy teeeeerrrrsssaaaa, dulce, casi endoctrinada en los aspectos líricos de una tragedia rosssa.

Elementos indispensables e impensables para preparar eso:

Un cielo con un Gabriel bien hermoso que tenga ímpetu para lanzar angelitos malos a Arrakis, una procesadora de alimentos, una paletilla chica de dos coma cinco milibares, y unos párpados para poder abrir y cerrar los ojos como personas vivas.

Ingredientes para cinco personas:

Pollo: mmm... 170X5=... Sí, 850 gr. Puerros: 300 gr. Ajo: Cinco dientes. Cebolla: Una. Aceite de oliva: cuatro cucharás. Papas o patatas: Dos medianas. Perejil: Un poco.

Preparación:

Los 850 gramos de pollo los vamos a machacar bien machacados en una picadora o procesadora de textos, que diga de alimentos, mientras echamos los ajos, la cebolla, la sal y el perejil, pero a toda velocidad, que no quede ni un átomo sin triturar; no olvidéis que se trata de un ángel malo, expulsado del territorio de Gabriel. Una vez triturado todo, se echa en una sartén con las cuatro cucharadas de aceite de oliva, siempre de oliva.

Aquí se precisa de habilidad y principios básicos de adiestramiento del objeto consciente como figura presocrática eh, o sea, buenos reflejos. Con una espátula o espumadera del tipo "cuadrado-rectángulo xr3" vamos separando los mogollones de pollo que se han formado después del machacamiento.

Mientras, cocemos las patatas; podemos sonreir mientras tanto, para que nos hagan una foto; pa ta ta `¨¨´. Las patatas hierven solas, no les hace falta mucho ánimo. Junto con las patas pueden ponerse a cocer también los puerros, no creo que sea necesario separarlos, desde siempre se ha dicho que la patata y el puerro se han llevado mal; ya en los algarbes se contaba que los aparheits o apartados de coreo de alta seguridad, eran lugares donde la violencia era casi cotidiana, pero todo eso son leyendas que no hay por qué tenerlas en cuenta. Además, por qué habría de hacérseles ne? Pes ese.

Es un plato que no tiene mucho misterio, se trata más que nada de que no se apelotonen los fragmentos, cachos o pedazos de pollo y luego no sea un pollo vulgar y corriente. Se puede regar un poco con el caldo que sale de cocer las papas y el puerro, le da un toque guergueliano muy bueno.

De primer plato pues el caldo ese con unos cabellos de ángel, esta vez bueno, porque a los ángeles en realidad no les importa que se les corte el pelo, son gente civilizada que pasa mucho de greñas y coletitas tipo "bellaco". Así que nada, puede quedar una cena muy sacra, porque de postre se pueden hacer unos huesitos de santo, y hale, a disfrutar. (¿Cómo se hacen los huesitos de santo? No creo que haya que ir a ningún sitio raro ¿no?)

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24. BUÚUÚUÚUÚUÚDIN DE ALMENDRAS

Creo que está que te pasas, y lo creo porque todavía no lo he provado, pero está a punto de acometerse ese acto, ese hecho sublime y sublimador. Oh, qué poético.

Indispensables cosas para hacer eso: (En inglé no se podría decir de más formas, pero... jé, en español... ;-) )

Un peso atómico, un amortiguador blinadado contra incendios, una cuchara rota de madera, paciencia, nervios de acero, un churrusquín de polivalencia y un molde especial para búdines o budínes, o también budinés, depende del país.

Ingredientes para ni se sabe las personas:

Leche: un litro y cuarto, esto es 1 l. y 1/4; no, una habitación no, que no caben en los vasos de cuarto de litro, por los dioses. Harina de Maiz: 100 gr. Sal: La memez esa de una puntita de cuchillo. Fructosa: 20 gr. Limón: Su cáscara. (Si se dice con voz ronca pareces un malo de una película de terror.) Almendras: 80 gr. Huevos: dos, esto es 2.

Preparación exacta:

Se coge por el cuello a la leche y se la pone a hervir, que es que me tienes harto ya, tánto estar en la nevera o en la despensa, hombre, ya está bien, ¡a hervir! Un litro eh. En el litro de marras se echa la ralladura de la cáscara del limón. Este es otro que tal baila cuando le quitas su ropaje, pero... ch ch, es así de dura la vida, las vergüenzas para otro momento.

Mientras preparamos las demás cosas, esto es, en el cuarto de litro de leche echamos los cien gramos de harina maiz, se disuelve bien y se deja ahí preparaíto a la mano, no nos de por esconderlo entre el mogollón de cosas que hemos sacado para preparar el Buúuúuúuúdin de Almendras.

Las almendras, si las tenemos sin pelar, se pelan, aunque eso de pelar queda muy bonito, es mejor coger el martillo o algo similar e irlas quitando esa peázo de cáscara, que de verdad, yo no sé quién fue el genio que las invento, pero desde luego... Luego las trituramos. Una vez trituradas las mezclamos con los dos huevos y los 20 gramos de fructosa.

Tenemos todo listo para que cuando la leche rompa a hervir, nosotros, agazapados en un rincón de la cocina ¡zás!, toma mezcla de la leche con la harina de maíz; ¡vaya sorpresa que se lleva la leche!, claro, se cree que va a salirse y de eso nada, monada.

Lo mezclamos bien y esa primera mezcla la dejamos que cueza a fuego lento durante cinco minutos, tres segundos, dos centésimas, y algo más de una micro centésima de centesísima, ¡vingo! No se puede cantar vingo todavía.

Después de esos cinco tediosos minutos removiendo y removiendo, apagamos el fuego; no hace falta que utilicemos el extintor, con que cerremos la llave de paso del gas basta. Es entonces cuando echamos la segunda mezcla de las almendras, los huevos y la fructosa. Removemos bien para que quede uniformemente mezclado, lisu, tersu, claru.

¿Dónde lo vertemos? Pues en el molde especial para budínes, que puede ser cualquier cacharro que encontremos en nuestros armarios de la cocina; lo de "molde especial para budínes" es una chorrada como una casa, pero queda bien. Eso sí, el cacharo que sea debe de estar húmedo. No me preguntéis por qué, así viene enseñado desde los comienzos de la historia.

Lo dejamos enfriar y a eso de las veinticuatro horas má o méno, estará perfecto para comérselo, ¡ñam, ñam!

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25.Polvorones

Receta ortodoxa de los polvorones:

250 g de harina 180 g de ¡manteca! 4 cucharadas grandes de azúcar 60 gramos de almendras molidas.

Es sencilla, y de preparar también; más que nada se va mezclando todo poco a poco, pero, la receta de "Con los dedos en la masa" debe de ser como está siendo, así que vamos dedos a la obra.

. POLVORONES SANOS

¿Por qué lo de sanos, eh, por qué? Pues porque la manteca de cerdo ha sido eliminada y el azúcar también; ha sido suave, nada de torturas ni algo semejante, con tranquilidad.

Elementos indispensables para la preparación de Polvorones Sanos:

Como me ha aconsejado un buen amigo hoy: Música Barroca de cualquiera de los barrocos, un horno que funcione, una mesa enharinada con botas, un percebe jugando al escondite y una máquina perfecta en uso y sin descontrol alguno.

Ingredientes:

Harina de trigo: Los mismos de la receta ortodoxa: 250 gr. Mantequilla pura, pura: (AH, ¿véis? Primer cambio.) Pero igual peso: 180 gr. Fructosa: (Ah, ah, ah, segundo cambio, claaaaro.) Lo mismo, cuatro cucharadas. Almendras: (Esto no se debe de cambiar, se pueden hacer polvorones de otros frutos secos, pero de momento las almendras es lo más aconsejable.) 60 gr. igual que la receta originá.

Preparación:

Esto ya es otra cosa. (Me pongo serio unos instantes) ¿? Es increíble lo que es capaz de hacer la observación, puedes darte cuenta de que hasta existes (¿No dijiste que te ibas a poner serio? Sí, pero era una broma ja ja ja ) y eso es muy importante. Pero de verdad eh, una cosa es leer cómo se hacen las cosas, y otra muy distinta es hacerlas. Al principio existe cierta reticencia a hacer los polvorones con mantequilla, pues como sabes que no es lo mismo que la manteca de cerdo, no tienes claro en tu cerebre qué es lo que va a suceder:

En la máquina destructora de alimentos lo primero que hay que echar es la mantequilla en pedazos. La máquina destruye a gran velocidad. A todo esto las almendras deben de estar pulverizadas, la harina pesada y la fructosa a mano. Entonces, mientras la máquina amasa que te amasa la mantequilla, echamos poco a poco la harina, mezclando también de a poco y de a poco las almendras apisotás. El azucar también se echa, sí, no creáis que se me había olvidado.

Poco a poco de nuevo, se va formando algo distinto a lo que habíamos visto en un principio, y de repente, cuando tienes echada casi toda la harina y casi toda la almendra molida, ¡funchuncunflunflun! una masa bolácea perfecta se ha creado, es como si asistiéramos a la creación de un monouniverso, que en vez de expandirse por el espacio, se impande, esto es, se contrae contra sigo mismo, se da unos buenos cachetes y se echa una bronca a sí misma, como sintiéndose culpable por toda la maldad que hay en el mundo. Es algo formidable.

Cuando esa bola bolera ya está dispuesta a ser cogida con nuestras manos, lo hacemos, porque sino vaya rollo, esperar a que le de la gana a la bola a que sea cogida, ¡anda ya! ya es hora de que los ingredientes y los materiales comestibles se vayan acostumbrando a nuestro poder.

Es aquí cuando sale a escena la mesa enharinada con botas; si no tiene botas es lo mismo, con unas chanclas es suficiente. Y si no disponéis de una buena mesa cien por cien algodón, con que extendáis por cualquier superficie plana una lámina de papel de aluminio, basta. Todo no se puede tener en esta vida.

En esa superficie que sea, amasáis un poco con los déos la pringue que ha salido, que por cierto es de una consistencia admirable. Con un chisme de esos que salen en los tebeos los que persiguen a alguien, o sea, un palo de amasar, le daís un poco de caña a la cosa, hasta dejarlo de un espesor de medio centímetro con dos milimilicentímetros. Si no tenéis palo de amasar, vale una botella o cualquier bote que sea alargado. Yo no tengo palo de amasar, por lo tanto tuve que utilizar un bote de acero de nata montada azucarada, y va que te pasas, luego le das un poco al botón y te comes un poco de nata, ¿qué más quieres?

Cuando ya está conformada la historieta, o bien utilizas un vaso de tamaño intermedio para cortar los fragmentos de lo que serán Polvorones Sanos, o bien vas cogiendo fragmentos de masa y les vas dando la forma que quieras. Para que sientas más el poder polvoronero, es mejor que hagas formas habituales, luego ya harás rombitos y esas leches, pero de momento, redonditos y con panza por arriba.

Se ponen en una bandeja especial para hornos a media altura y a medio fuego de ese mismo horno, no lo vas a poner en otro, ¿acaso tienes dos hornos?, pues entonces. Yo he calculado que los polvorones en un horno de fuego inferior tardan en hacerse unos doce minutos, y con el grill, o sea, fuego superior, ocho minutos, y así quedan ligeramente tostados. Luego se sacan y se dejan enfriar, y a los veinte minutos ya los puedes probar. De delicia, oiga, de delicia.

Bueno, creo que ya está bien, esto parece un testamento en polvo, leches.

Que os sienten bien. Voy ahora a dar las gracias enormes a la genial amiga que me pasó el original.

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26. DULCE ATÓMICO

Que sencillamente se le podría llamar "dulce de sémola", pero es tan compacto una vez preparado que se convierte en algo fuerte, fuerte como un átomo atomizado por neutrones, ¡jo!

Elementos indispensables para hacer Dulce Atómico:

Un libro de cocina liante, una alfombra mágica, un pensamiento extemporáneo, y la cazolita de siempre, la pobre, toda fatigada ya.

Ingredientes:

Sémola de trigo: 150 gr. Limón: Lo mismo que en el Púuúuúuúdin de Almendras, su cáscara. Leche: 200 cc. Azúcar o fructosa: 40 gr. Sal: (Mira, te voy a decir una cosa: deja de echar esa puntita de cuchillo porque no se nota ná de ná aunque nos digan que sí. Pero tú mismo.) Almendras: 60 gr. Harina de Maíz: 30 gr. Huevos: dos, claro, porque sino no pondríamos "huevos", eh.

Preparación:

Lo mejor de todos estos postres es la fuente de inspiración; a veces un libro mú famoso, mú famoso, o a veces, algien que te recomienda algo, que es lo más delicioso. Pero lo del libro es gracioso a partir piñones con piedras de campo.

En el libro donde venía la receta de "dulce de sémola", se da a entender todo, -la verdad, como en todas las recetas-, y entonces te dice que con la leche y la sémola debes de preparar una pasta densa. ¿Cómo? te preguntas inocentemente tú mismo. Entonces llegas a la conclusión que lo que debes de hacer es... ¡cocerlo! ¡Eureka! ¡Dióstenes! ¡Gumersindo! Así pues:

La sémola de trigo, el azúcar y la leche se mezclan, y a renglón seguido se pone a hervir a fuego lento; entre otras cosas porque ya conocemos a la leche y a sémola yo al menos también la conozco y se pone hecha una fiera cuando se le da demasiado calor. En la leche también echamos la ralladura de limón.

Cuando vemos que eso espesa, echamos los dos huevos que los hemos batido, y junto con los huevos unos 40 cc. cúbicos de leche con los 30 gramos de harina de maíz. Se vierten a la leche con la sémola y el limón y lo dejamos unos momentos que cuezan. No hay tiempos por una sencilla razón: no lo sé, es algo impredecible, lo mismo se pone a llover que no, eso no depende más que de la voluntad del barómetro. Pero vamos, un par de minutos.

¿Es compacto eh? Ya os lo dije. Toda esa magnífica mezcla la echamos en un molde cualquiera que esté humedecido; Ya comprendí para qué lo de la humidificación en los pasteles estos de tipo budinesco: Así no se pega ni un ápice, ¡claro!

No comáis mucho, porque así a primera vista parece que no es nada, que bueno, yo, a mí, je, y luego no puedes ni con cinco cucharadas.

Queda muy bien servirlo con una cucharada de mermelada de mora por encima, o sino, con nata montada; da lo mismo del Canadá que del Pisuerga, saben igual.

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27. CORDERO LECHOIDE

Que ni es por lo de lechal ni es por lo de lechoso, que es un cordero de mar muy majo que saluda todas las mañanas al despertar el día, no, es otra cosa.

Elementos pluscuamperfectos para hacer Cordero Lechoide:

Indudablemente ninguna duda, una máquina como la de otros platos que desintegre la carne y la vuelva a integrar para que podamos volverla a ver, una sartén algo grande respecto a otras ocasiones en la que nos sentimos más mejor, y muchas más cosas.

Ingredientes para cuatro personas:

Cordero: 850 gr. (Pero sin hueso, por favor, que sino la máquina se nos va hacer gorongongos con anís.) Sal: Pues lo de siempre. Nata para cocinar: 50 cc. Queso rallado: 60 gr. Caldo de alguna verdura: 125 cc. Mantequilla: 40 gr. Ajo y cebolla: c.s. Esto es, cantidad suficiente. Perejil: Un poco.

Preparación:

Lo primero que todo picar el cordero en la máquina picadora de carne y de otros elementos. En el picado se le echa el ajo y el perejil, y también la sal, así después no tendremos que echarlo en el cocimiento, es todo un ahorro de tiempo y una sana e inteligente manera de llevar a cabo este plato platoso.

En la sartén algo grande respecto a otras ocasiones en la que nos sentimos más mejor, echamos aceitillo de oliva y un poco de cebolla... org, ¡cebolla! no lo he puesto en los ingredientes, voy a ponerlo. Ah, sí, sí que lo he puesto, org, qué despiste. Vale. Y otro poco de ajo, para que se tueste con el aceitillo.

Una vez picado el cordero lo disponemos en la sartén esa de nombre tan largo. Lo machacamos con la misma cacharra con que lo hicimos para preparar el pollo a la carne de ángel malo. Echamos los 125 cc. de caldo de verdura, que obviamente se habrá preparado antes, imagino que lo sabrás. Luego echamos la mantequilla, la nata y el queso rallado, da igual qué orden, eso no altera ningún producto, ni el específico ni el ulterior.

Una vez todo eso preparado, le vamos dando cachetitos al corderito leré, y cuando vemos que todo está mezcladito y emparentado, lo ponemos en una hermosa fuente de cristal de esas tipo estiráo, y al horno bien tapado con papel de aluminio, no el horno, sino la fuente con el cordero, claro, entre otras cosas para que no se estropee hasta que nos lo zampemos y esté como recién hecho a la hora de la comida o de la cena, de merienda o de desayuno no es recomendable.

Ya está, podéis acompañar este delicioso manjar con unas patatas empanadas que ya os diré otro día cómo se preparan, ¿vale? Hale, que lo disfrutéis y hasta más leer.

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28. ROSCÓN FLANERO PASTELOSÓN

Si os digo la verdad me acordé hoy mismo de eso del roscón, y me pillé un molde de esos dabutis que parecen la rueda de una carretilla partida por la mitad, donde se suelen hacer bizcochos, bases de tarta y todo eso, pero, nada que ver como ya os he dicho ya repetidas veces por lo menos la mitad.

Elementos indispensabelosos para hacer Roscón Flanero Pastelosón:

Un molde del tipo mitad de rueda de carretilla. Dimensiones varias para poder imaginar un mundo mejor todos los días del año. Dejarse de zarandajas de reyes que no rienan y ser nosotros cada día un poco más reyes, y una buena cacerola para hervir cosas.

Ingredientes:

Leche: Un litro. Fructosa: Cuatro hermosas cucharas soperas. Pan tostado: Cuatro rebanadas. Rama de Vainilla: Una. Chocolate puro: Una onza. (Que no sé cuánto es, pero queda bien decirlo.) Almendras: Lo menos unas cuantas. (Yo es que para eso de los pesos soy muy malo.) Harina de maiz: 80 gr. Colorante alimentario: Una chispirritina.

Preparación para cuatro personas lo menos:

Lo primero poner a hervir el litro de leche pero ya mismo, quitando, como siempre, un poco menos de un cuarto de litro para la mezcla de los 80 gramos de la harina de maiz. En la leche echamos también las cuatro rebanadas de pan tostado, la fructosa, la ramita de Vainilla y la chispirritina de colorante alimentario, que por lo general suele ser naranja, aunque luego se vuelve amarillo, no sé por qué será, debe de sufrir de daltonismo o algo de esou. Pasamos a continuación la batidora, no sin antes darle un paseo por la plaza, ¡eje!

Mientras se conduce a sí misma la leche hacia el herviéro, esto es, a hervir como una loca, vamos preparando las almendras y el chocolate, que si es del loro mejor, y si es de oro, es peor, porque el chocolate del oro no se puede comer sopena o so burro, de quedarse uno sin dientes, uno o más, claro.

Las almendras las hacemos picadillo como sea, yo lo hago con un molinillo de café, y tú, ¿cómo lo haces? Es un consejo publicitario de molinillos de café la cafetosa y valiente, clin! . El chocolate lo rallamos con un ralláor de esos que solemos tener perdido por la cocina y que ya no sabemos ni para qué era ese invento. Una vez todo rallado y machacado, ponemos primero la ralladura de chocolate en el fondo del molde ese ruedoso, y luego la almendra machacada encima, así luego solo hay que echar el líquido elemento por encima.

¿Cuando ocurre eso? Cuando los trescientos planetas del sistema Soltex Faensa y Media se poenen en conjunción... Ja ja ja, que nooooo, que es groma, eso ocurre cuando como siempre, la leche hierve, echamos la mezcla de la harina de maiz y se pone todo pastoso que da gusto. Se vierte en el molde y... ¡¡tarán taránnnnn!! ¡El regalo!

¡Claro que sí! Esa costumbre la seguimos, pero va a ser algo nuevo, como nuevo es todo en lo novedoso.

Antes de que se endurezca la masa y se convierta en flan pasteloso, cogemos cualqier tontería y la envolvemos en un flim de esos trasparentes... sí, hombre mujer niño y niña, esos flines que son de un plástico muy fino muy fino muy fino, que sirve para envolver la sandía cuando se queda a la mitad, el melón cuando habla de deportes y la cebolla cuando se queda tóa sola, ¡ese! Pues ahí envolvemos un caramelo, o unas pasas de corinto y pinto pinto que yo no he sido, o algo de eso. Y también un mensajito de buen rollo o de guasa risueña; "¡Hala! tá tocáo, ja ja ja, el próximo milenio te toca a tí hacer la colada, ja ja ja" o algo por el estilo. Es muy díver, de verdár.

Se deja que se enfríe toda la cosa, luego le ponemos un papel de esos de aluminio y a la nevera. Es un roscón de reyes de verdad, vamos que te lo puedes poner en la cabeza si quieres hacer un rato el payaso.

Que os guste y os haga mucha ilusión, y si lo hacéis en mitad de Marzo, pues mejor, más original.

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29. GALLETITAS DE PIÑÓN, NO ERES NADIE COMO TÚ

Estas galletas de nombre tan largo son una ricura en su poder absoluto, y más sencillas de hacer es imposible.

Elementos indispensables para la realización de esta tarea.coc, de cocina.

Un tenedor, un plato hondo azul, unos buenos biceps, triceps y septiceps, y una grasia morená tralaráaaaaá.

Ingredientes:

Piñones: 60 gr. Mantequilla: 20 gr. Azúcar morená: 40 gr.

Preparación:

Muy fácil. Se coge el plato, se le da una charla sobre el precursor de los módems en estado de letargo, cuando se aburre, se le deja encima de una mesa o de algo plano para poder trabajar con tranquilidad con él. Dentro de ese plato se echan los 60 gramos de piñones bien machacados, encima de los piñones el azucar morena, es muy importante que sea morena, porque si es rubia nos están dando gatos por liebres, y aquí se trata de hacer un postre dulce, nada de platos de caza. La azúcar morena es muy buena para la repostería, pues es compacta, firme, coagulada, uniforme, con botones, botas, chicles y caramelos.

La mantequilla se pone a calentar unos instantes para que se deshaga. Una vez deshecha por las acciones tremebundas del calor, se vierte sobre la mezcla de piñones y azúcar morená. El tenedor en ristre o en rostro, y a mezclarlo todo de manera espontánea y soñadora; trís trás, trís trás, por la calle de Alcalá, unos vienen y otros van.

Una vez todo mezclado homogéneamente y arbitrariamente, se cogen pedacitos con las manos y se ponen sobre una bandeja con papel de aluminio de fondo. Se mete en el horno a media altura y a media potencia, y en veinte minutos están listas las mejores y más estupendas galletitas de Piñón no eres nadie como tú que se hayan probado jamás de los jamases.

Manera de comérselas:

Sí, esta vez hay algo nuevo, sí, porque no se pueden comer como una cosa cualquiera, tienen su procedimiento. Se coge a la galleta como ovnibulado, de ovni, se abre la boca y se suelta la galleta como si fuera un animal salvaje; entonces, como extasiados por el éxtasis mismo, nos deleitamos que te pasas con la galletita toda enterita. Es... de delicia. Hacedlas, ya veréis lo que es güeno.

Un saludo del revés.

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Y fin, de momento, porque en cualquier momento seguimos con la cosa esta. Hasta pronto.

Anda, si pone "yo" y todo, jolín, qué chulada. Pues eso

Quirón Alvar.

O sea, que puedes seguir de que ya mismo, ¡¡Penga!!

Pá escribirme.


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