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Adolfo Salinas nació un 15 de diciembre de 1926 en una vieja casona de Belgrano con jardín al frente, dos dormitorios y un gran comedor. Figura en su partida de
nacimiento con el nombre de Adolfo Vicente Saltalamacchia, un apellido muy complicado para el
destino que le esperaba. Hijo de un padre vigoroso y de carácter fuerte y una madre que compensaba aportando ternura, allí vivió hasta los siete años compartiendo habitación con su hermana
Nydia. Se mudo a Villa Crespo. Era un chico normal pero le gustaba ser el jefe y en aquel entonces los pibes eran distintos, había formado un club entre algunos amigos del barrio y la sede era el zaguán de la casa de uno de ellos, decidieron editar un diario vecinal y la imprenta la construyeron con una lata de dulce de membrillo y tinta de imprenta. Todo fue bien hasta que Adolfo escribió un editorial sobre un vecino al que apodaban “el loco cacerola” este, al enterarse enfureció y solo la intervención de don Vicente Saltalamacchia calmo los ánimos en los alrededores de Serrano y Corrientes, pero debieron mudarse a Caballito, en una casita del pasaje De las Ciencias un barrio típico obrero en Caballito.
Cuando cursaba quinto grado en la escuela seleccionaron a los mejores alumnos, (él no era bueno pero logró introducirse al grupo). Los llevaron a participar de una audición de radio que dirigía Julio Jorge Nelson, se llamaba “La pandilla corazón”, y este fué su primer contacto con la radio. Al finalizar el programa Nelson prometió hacerles llegar a los pibes un par de patines, por lo que prolijamente tomo nota de las direcciones. Pasaron los años y Adolfo
Saltalamacchia, ya convertido en Fito Salinas se encuentra con Julio Jorge Nelson en un pasillo de la radio y le reclama los patines que
este le prometiera y nunca habían llegado, Nelson jura no recordar la situación pero sí, remediarla regalando nuevos patines al primogénito de Salinas. Al parecer la memoria de J.J.Nelson era bastante frágil ya que los patines nunca llegaron. |
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Adolfo Saltalaamacchia
"Era mi ídolo. Lo veía poco, porque yo
tenía cuatro o cinco años, y él era un muchacho. Tengo la
imagen de un tipo alto, pintón. Era locutor de radio. Una vez me
regaló unos libretos. Era la continuidad del programa de Jabón
Lux, que auspiciaba a Pepe Iglesias, "El Zorro". ¿Hace
falta decir que mi vocación empezó a nacer en mi barrio, en mi
cuadra ? Cruzando la vereda vivía Adolfo Salinas. Era el hijo de
Don Vicente y de Doña Isabel. Después fue Fito, el famoso, el de
los avisos con Pinky. El de Thompson y Williams a la noche, en la
radio. Sigo admirando su pinta. Y todavía tengo intacto aquel sueño
que nació en el barrio: quiero ser locutor de radio."
Julio Lagos
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