Don Jaime Yankelevich fue sin lugar a dudas la semilla de la televisión, pero él ya había sido árbol antes de ser
semilla participando del desarrollo de la radiofonía. Era propietario y director de LR3 Radio
Belgrano, visionario y de voluntad férrea Don Jaime fue deslumbrado algunos años atrás en Estados Unidos
por un nuevo medio de comunicación, la televisión. Esto lo entusiasmo tanto que decidió jugarse todo por introducir esa faraónica tecnología en Argentina,
-A mi –confeso entonces- no me interesa todo el dinero que haya que invertir en este proyecto, cualquier cantidad de millones sería poca.
Con tal descabellada idea visitó al Ministro de Comunicaciones Oscar
Nicolini, quien por ese entonces lideraba uno de los aparatos de propaganda mas importante en el mundo,
él también supo ver el potencial que tendría la nueva tecnología y expuso el tema ante el General Perón.
Este capta inmediatamente el poder de esta nueva herramienta, y dado que el país se encontraba en un alto grado de bienestar económico le da luz verde al asunto a pesar de su enorme costo.
Inmediatamente Yankelevich convoca a César Guerrico, Ignacio Demaría y otros avezados
hombres de la radiofonía los que vertiginosamente se abocan a la titánica tarea de poner en marcha la televisión Argentina. Mientras las cámaras Dumont, el transmisor ITT y demás elementos se
embarcaban en origen, los Ingenieros James Ballantine, Máximo Koeble y el Técnico Alejandro Spataro se abocaron a las tareas de preparar las instalaciones. El lugar elegido para ubicar la gigantesca antena de 50 metros de altura fue el edificio de Obras y Servicios Públicos, por ser uno de los mas altos de Buenos Aires y estar ubicado en pleno centro de la ciudad, ya que la señal televisiva abarcaría unas 40 cuadras a la redonda por aquel entonces.
Mientras tanto comenzaban a aparecer en importantes comercios de la ciudad los primeros televisores
de marca "Dumont", su precio prohibitivo limita la cantidad de aparatos importados a
unos30.
En el mes de Septiembre comenzaron las primeras transmisiones de prueba. La imagen del Ingeniero Koeble ajustando una cámara fue la primer imagen que se transmitió accidentalmente, luego siguieron tomas panorámicas de la ciudad captadas desde la terraza del edificio.
-Un día vino Jesús Lorenzo,
relata Salinas -que por aquellos días era jefe de programación en Radio Belgrano y me ordenó que me presentara en el despacho de Don Jaime Yankelevich. Este me indico que por orden de Eva Perón debía presentarme a la mañana siguiente en el edificio de Obras y Servicios
Públicos allí fue la primera vez que vi una cámara de televisión y creo que el señor que estaba detrás de ella también.
El Dr. Enrique T. Susini quien
dirigió la transmisión, me ubicó delante de la cámara y me hizo leer una tira (hoja de una carpeta
que habitualmente se utilizaba para ordenar las tandas publicitarias en la radio) que contenía unas palabras sobre la
inauguración, pero eso solo duro dos o tres minutos y alguien me alcanzo el diario que leí de punta a punta dos veces. De la radio mandaron un trío que se llamaba Prado, juntos completamos improvisando las tres primeras horas de esa transmisión, de 10 a 13hs.
Así el 24 de Septiembre de 1951 comenzaron oficialmente las transmisiones
de LR3 canal 7, fui el primer locutor que transmitió desde la terraza del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Nación, por la tarde comenzó a desfilar todo el elenco de la radio.