EL CULTO SOLAR
Con
Userkaf (2465-2458 a.C.) se inaugura la V Dinastía y con ella una nueva época
en la construcción de los monumentos funerarios.
El culto solar se impone cada vez más, y a nivel arquitectónico
queda reflejado en la construcción de un nuevo edificio, el templo solar. Lo
que empezó como una modesta construcción cuadrangular con una pequeña elevación
en el centro, acabó siendo un reflejo del complejo funerario piramidal con un
obelisco, un templo alto, una galería cubierta y un templo en el valle, tal y
como queda reflejado en el complejo de Niuserre, en Abusir.
Todo ello irá en detrimento de la construcción piramidal que, a
pesar de seguir construyéndose, ya no tendrá la relevancia de las dinastías
anteriores. Las dimensiones disminuirán claramente llegando con la Dinastía VI
a una uniformidad total en cuanto a su distribución interior y sus dimensiones.
La calidad en los materiales de construcción e incluso en la forma constructiva
también variaron; el interior ya no se presentaba como una masa maciza de
bloques bien encajados, sino que repetía el primitivo modelo de escalones
formados por bloques de piedra irregulares que más tarde se complementarían
con ladrillos de barro. Además, el espacio intermedio entre el cuerpo y el
revestimiento se rellenó con cascotes y arena, provocando que cuando la capa
exterior de caliza cayera o se extrajese, todo el cuerpo de la pirámide no
tardaba en deshacerse, convirtiéndose en un montón de escombros y perdiendo
cualquier relación con la forma piramidal original.
En esta época surge otro importantísimo elemento, los TEXTOS
DE LAS PIRÁMIDES. Aparecidos por primera vez en La Pirámide de Unas
(2356-2323 a.C.), el último monarca de la V Dinastía, y a lo largo de toda la
VI, estos textos tenían por objetivo ayudar y proteger al rey para llegar al más
allá. Se escribían en posición vertical en el interior
de la cámara funeraria y de sus salas adyacentes y sus temas principales
eran himnos, letanías, glorificaciones, y textos mágicos. |