Los egiptólogos están de acuerdo en hacer retroceder los orígenes de las pirámides a los sencillos sepulcros predinásticos de pozo subterráneo con un pequeño túmulo de piedra y grava a modo de superestructura, en recuerdo de la colina ben-ben. Los reyes de las primeras dos dinastías eran oriundos This, en el Alto Egipto, y fueron enterrados en Abydos, centro religioso del momento. El aumento del poder con la aparición de la monarquía unificada provoca un aumento de la complejidad en la construcción de los sepulcros, y las fosas anteriores se convierten en grandes habitaciones de adobe divididas en diferentes estancias, donde además del cuerpo del rey se depositaba mucho material funerario.
LA PRIMERA PIRÁMIDE
Djoser, segundo rey de la III Dinastía, murió tras diecinueve años de
reinado
(2630-2611
a.C.) y fue enterrado en la que fue la primera pirámide de todo Egipto, en
Saqqara. La hazaña es doble, no sólo por ser el percursor de este tipo de
monumentos funerarios, sino también por ser el primero en construir un edificio
de estas dimensiones en piedra.
Pero
en realidad los honores debe llevárselos el genio constructor que diseñó y
ejecutó todo el proyecto, el arquitecto y sabio Imhotep. En realidad, tal y
como ha demostrado el gran arqueólogo francés Jean-Philipe Lauer que ha
excavado en Saqqara durante los últimos 60 años, la pirámide escalonada es el
resultado de diferentes fases constructivas hasta la consecución de la forma
definitiva actual. En un principio la tumba diseñada fue una gran mastaba ( de
63 m de lado) con su cámara en pozo, pero al poco el proyecto fue complicándose
y ampliándose. El edificio derivó después en una superestructura mayor
consistente en la superposición de tres pisos decrecientes en tamaño sobre la
estructura reforzada ya existente, definiéndose entonces la primera
forma de pirámide escalonada de cuatro niveles.
Finalmente el monumento fue ampliado por la base hasta alcanzar
los 120 m y se le añadieron dos pisos mas en la parte superior, alcanzando los
60 m, lo que la convirtió en el monumento más grande jamás construido por el
hombre hasta entonces.
En Saqqara no sólo se inaugura un nuevo estilo de enterramiento
funerario, sino que también se da un cambio respecto a las costumbres
anteriores, en cuanto que el lugar de enterramiento, la pirámide, es un
elemento más (sin duda el más importante) del conjunto de edificios y
construcciones que forman el complejo funerario.
Este complejo se encuentra dentro de un recinto rectangular cuyos
muros presentan la misma decoración a modo de fachada de palacio que se hallaba
en las mastabas anteriores. En su interior se encuentran diferentes edificios
destinados al culto, fiestas religiosas, altares, almacenes, patios y todo lo
necesario para asegurar la vida en el otro mundo.
En el caso del complejo de Djoser, la extensión del recinto
cubre 15 ha. Y todos sus edificios son de piedra. Como pasó con las pirámides,
este complejo evolucionó con el tiempo.