El Estado Neo-Liberal:
¿La última secuela de Indiana Jones?

por: Freddie Marrero

 
No es la acción propiamente política, menos aún el debate argumentado, lo que se ofrece para resolver los problemas sociales, sino la fuerza bruta. El héroe político massmediático se basa en ella más que en su inteligencia o habilidad.

-G. Canclini

The transnationals have reduced the government to what we call the "hollow state" [... which leaves] intact only the tasks associated with fighting crime, deploying the army to police the world, and negotiating international business deals often coded as government diplomacy.

-The Post-Work Manifesto

 

Me muevo, y lo quiero hacer claro desde el principio, desde una voluntad de saber-poder: generar un saber sobre un objeto produce efectos de poder sobre el mismo. He así, que la distribución de los saberes aparece en más de una instancia como calco (el calco por ser análogo presenta mas discrepancia que una copia) de la distribución de los poderes. En la sociedad disciplinaria de la que nos habla Fucó tenemos el maritaje Estado/Conocimiento en donde la voluntad de saber persigue estrategias a fines a la instancia Estado. Se producen cantidades de conocimientos sobre grupos marginados, étnias, prácticas contra-culturales, sub-alternos, géneros, etc., sin embargo es tan poco el conocimiento producido sobre el Estado. Las miradas responden al poder y parece ser difícil mirar al Estado a los ojos. El intento es pues presentar unos apuntes preliminares sobre las formas que asume el Estado en el contexto de capitalismo y globalización a alta velocidad.

El neo-liberalismo, no significa liberalismo en el sentido político (como se entiende en los Estados Unidos) sino liberalismo en el sentido económico basado en la tradición de la economía política clásica europea. El liberalismo económico tiene como uno de sus supuestos principales el laizzes faire. Dicho principio establece que el Estado debe mantener sus manos fuera del proceso económico. La economía debe tener rienda suelta, pues se entiende que ésta tiene principios internos regulatorios que mantendrán un equilibrio que resultará en beneficio del "bien social." En ese sentido en términos políticos, el liberalismo económico, tiende al conservadurismo. Pues la lógica del proceso político pasa a ser una política superditada a los intereses económicos que son los que en última instancia proveerán para el beneficio social.

En el contexto del capitalismo tardo, y con la virtual desaparición de algún otro paradigma, o meta-narrativa, que se presente como alternativa de organización social el capitalismo del fin de este siglo se mueve bajo una lógica de neo-liberalismo + globalización. Estamos ante un capitalismo que no sólo se expande sino que se consolida (los ya famosos merges) y que tiende a caracterizarse por la empresa multinacional. Según pasa el tiempo, y aumenta la velocidad de los flujos planetarios, sean económicos, políticos o socio-culturales, las multinacionales se van tornando a-nacionales. Los adelantos tecnológicos, principalmente en el área de las telecomunicaciones, han convertido al planeta en una aldea en la que cada corporación puede escoger su localización geográfica siguiendo sobre todo el dictado de sus libros de contabilidad.

¿Dónde queda el Estado en la Globalización?

¿En dónde queda el Estado en este contexto de neo-liberalismo + globalización? Los llamados Estados nacionales, refiriéndome a sus estructuras políticas formales y no a su constitución socio-cultural, pasan a ser las posadas de la aldea. Es un Estado-posada que se supedita a los intereses del capital-ejemplar para venderse como una alternativa viable de cómoda estancia. El mismo trata de crear las condiciones internas para que el capital venga, nos visite, se sienta cómodo y se quede el mayor tiempo posible. El Estado pasa a ser un imán para los intereses del capital. Para demostrar que es una buena posada, debe internalizar y respetar las normas del liberalismo, tiene que mantener las manos afuera y hacer evidente que le brinda libertades, incentivos, flexibilidad al interés privado. Una muestra de esto es que el estado comienza a sacar las manos de cualquier empresa económica en la que él esté involucrado. El Estado comienza a privatizar sus aventuras como proveedor de servicios que eran no sólo permisibles sino que necesarias dentro de la lógica del paradigma Keynesiano de la posguerra.

Cambia la lógica de lo que es el Estado: debe reducirse en aras de la eficiencia, debe proveer el mínimo de servicios posibles, y brindar una infraestructura y un ambiente agradable a las empresas para ser competitivo en la atracción de capital transnacional. En el contexto estadounidense, se comienza a desmantelar paso a paso el Estado benefactor. Mientras fortalece la benefacción corporativa (corporate wellfare). Es en ese contexto que llegamos a un Estado hueco. No es osado afirmar que de las diferentes instancias que componen el Estado sólo dos resultan ser (y parece que será más evidente al pasar el tiempo) eficientes y funcionales: estos son sus mecanismos para crear un ambiente mullido para el capital y su maquinaria de violencia y represión.

¿Cómo se mantiene ese Estado hueco? ¿Cómo reproduce su dominación? Básicamente esa es una interrogante de vital importancia en el contexto actual tanto en Puerto Rico como en el resto de la aldea global. Much@s están tratando de llegar a la contestación de esa interrogante a través de diversos medios pero con un fin evidentemente político. El Estado hueco está consternado también por esas interrogantes. Estamos en un terreno donde se encuentran fuerzas y se cruzan estrategias; aunque el neo-liberalismo y el Estado hueco se presentan como lo legítimo, sabemos que hay mucho descontento y tensiones sociales en un sinúmero de lugares de la aldea.

A manera exploratoria puede decirce que el Estado hueco ha utilizado dos estrategias que se han complementado muy bien: 1) por un lado, ha entrado a la TV, al Internet, a la imagen: el Estado se ha construído como un símbolo, como un producto cultural inserto en la economía del espectáculo mediático de la aldea global; 2) por el otro lado, cada vez más es uno que se fundamenta en la represión y la violencia. Aquí amerita subrayar —a manera de un paréntesis, que se traza no para supeditar lo que en él se contiene al resto del texto, sino para hacerlo resaltar— la evidente similaridad de estos dos fenómenos con lo que ha sido los Estados totalitarios (de izquierda y derecha) de nuestra era: la pomposidad, el desfile, la importancia de las imágenes y del líder y, por otro lado, la utilización de la fuerza y la violencia sin límites.

Hoy en día, los jefes de Estado son imágenes que como cualquier producto cultural tienen un nicho en la escena mediática y responden a sus propias lógicas de mercadeo. El Estado en tanto imagen se cristaliza en su líder que se presenta, no ya como una persona inteligente, seria, comprometida y listo a defender sus ideas con argumentos, sino por su cuerpo, por su cabello y su sonrisa que deja entre ver la blancura, no de su standing moral, sino de sus dientes. Es el líder que corre, que practica en ropa casual varios deportes durante los treinta segundos de anuncio comercial. Es un líder no de grandes ideas, sino de agilidad, resistencia y rendimiento corporal. Estas ideas las tomo de Renato Janine Ribeiro mediado por Néstor García Canclini (en Consumidores y Ciudadanos), ambos hacen mención de la anécdota del recibimiento de Fernando Collor por George Bush, en el que este último lo presentó llamándolo "Indiana Collor." Bush alude así al arqueólogo, el intelectual (re-presentado por Harrison Ford) que abandona los libros y la actitud reflexiva y pasiva de su disciplina para emprender aventuras en donde la primacía de la agilidad corporal son evidentes.

Cuando el líder se re-presenta privilegiando lo físico es porque ciertamente el Estado hueco a cambiado las reglas del juego y éstas se asimilan más a un campo de football que al tablero de ajedres en el que el Príncipe Maquiavélico tejía su acción política. Al Estado hueco ya no le hacen tanta falta los líderes que todo el tiempo andan trajeados. El estado hueco necesita lideres de ropa deportiva pues la labor del líder no es ya la del raciocinio del entrejuego político entre las ramas del gobierno sino que es el juego físico desde el ejecutivo hacia afuera. La coerción y la violencia a las que el gobierno recurre requieren una lógica del privilegio de lo físico. Hace falta que Rosselló tenga en su clóset el ajuar necesario para supervisar la invasión de un caserío a las 4 a.m. y este ajuar definitivamente no es traje ni corbata. Plantear que el Estado hueco recurre cada vez más a violencia y represión parece ser pues un punto no tan díficil de establecer. América Latina es un gran ejemplo, miremos a México, a Argentina, a Perú , Brasil, a República Dominicana, entre otros estados latinoamericanos. Pero los ejemplos no se limitan ahí nada más. En Estados Unidos la represión policial se sigue recrudeciendo día a día. Sólo unos ejemplos: en el pasado octubre vimos en las pantallas de la TV el incidente de los policías de California rociando peper spray directamente a los ojos de activistas ecológicos sentados en el suelo. En New York hay una larga lista de personas que resultan asesinadas anualmente por la policía. La mayoría de ellos pertenecen a grupos minoritarios. Está también el caso de los policías que usaron un destapa-inodoro para romperle los dientes y sodomizar a un haitiano en Brooklyn. El Estado hueco es uno carente de razones y argumentos que encuentra en la violencia y fuerza bruta su única legitimidad. Termina sonando a "me tienes que hacer caso pues yo tengo más fuerza que tú" (esto en contraposición al más tradicional: "me tienes que hacer caso pues yo tengo la razón y tu no").

En Puerto Rico la situación resulta ser cónsona con el modelo hasta aquí trazado. La lógica neo-liberal y tecnocrática son la zapata en donde descanza la retórica y el campo de acción del actual gobierno. La privatización en el aréa de la salud, en las cárceles y la anunciada venta de la telefónica son sólo algunos ejemplos de toda esa lógica. El gobierno tiene una larga lista de instancias que formarán parte de toda esta ola de privatización. Pero la privatización no siempre se cocina con la misma receta. Por ejemplo, el gobierno está impulsando una restructuración interna de la Universidad de Puerto Rico usando toda la retórica de eficiencia y de "Total Quality Management" para imponer un paradigma pro sector privado en dicha institucion educativa. En ese caso la agenda privatizadora se cuela de formas más sutiles, bajo las muy correctas premisas de que la estructura actual de la universidad son ineficientes. Definiendo eficiencia desde la perspectiva del capital se esta procediendo a alterar la universidad para que a la larga ésta se convierta en una de las piezas angulares del plan económico del Estado que es el de convertir a la universidad en un espacio mullido para el capital.

La inserción del Estado en Puerto Rico en la lógica neo-liberal no es algo que dependa de figuras o partidos. Antes de la llegada del PNP al poder ya bajo el PPD el Estado se había comenzado a mover hacia el estado que existe hoy. Por eso vale la pena aclarar que Rosselló o el PNP no son las causas del estado hueco, sino que son cristalizaciones que se relacionan al Estado hueco a manera de adecuación simultánea. En Puerto Rico se comienza ya a notar cómo se dan las dos estrategias de legitimación del Estado hueco mencionadas arriba: el estado-imagen y el Estado-represor.

El Estado como espectáculo se cristaliza en la imagen Rosselló. Rosselló, campeón de tenis y médico, es una persona evidentemente ligada al cuerpo. Rosselló se re-presenta en tanto cuerpo, más que en tanto "intelecto". Cuerpo deportista, que joggea con sus pantalones cortos, cuerpo que baila con otros cuerpos al compás de la macarena. Cuerpo que se cubre al ser vencido por una derrota electoral. Es así una de las formas principales en las que el gobierno se vuelve imagen que viaja por televisores y pantallas de computadoras. Pero esa no es la manera exclusiva en la que el Estado se incerta en el espectáculo mediático. El Estado re-presenta también mediante la re-presentación de su negativo de sus enemigos: el sujeto criminal que supuestamente atenta contra la seguridad y el bienestar de tod@s es presentado ya sea sólo como fuerza amoral o en su oposición al Estado en donde éste muestra sus músculos al quedar vencedor. En este sentido el Estado se cuela en los medios esencialmente a través de los noticieros. En donde de manera celebratoria se muestra los arrestados, los detenidos, los que van pa’ adentro. Pero la inserción del Estado en el espectáculo mediático va más allá de las noticias ya que la programación del "Estado en su casa" como Cops y programas similares juegan el mismo papel. Estos programas parecen haberse convertido en casi un género en donde el estado es el protagonista. Se nos permite ser los ojos del Estado, los ojos que vigilan y persiguen al sujeto criminal. Se acostumbra nuestra mirada a mirar desde la perspectiva del Estado.

Mientras el Estado se ahueca, se concentra en fortalezer su instancia represiva. Más dinero para la policía, más cadetes graduados, se activa la Guardia Nacional, mas cárceles, más regulaciones, reglamentos contra sectores de la población como los toques de queda en algunos pueblos y la ordenanza en San Juan, más confrontación, menos diálogo... En Puerto Rico toda esta instancia represiva se aglutina bajo la rúbrica de la llamada "Mano Dura." La Mano Dura es una plataforma desde donde actúa el Estado. Es un discurso coherente que hilvana y aglutina las estrategias que emanan desde el Estado. Por eso, la Mano Dura se presenta como una categoría de análisis sumamente útil para acercarnos a lo que es el Estado en Puerto Rico hoy por hoy, ya que en ella se encuentran presentes las dos estrategias que mencionamos como las que el estado neo-liberal utiliza para reproducir su dominación. La Mano Dura es simultáneamente la manera en como el Estado se ha mercadeado como producto cultural, como símbolo, como imágen; y como el Estado hueco recurre a la violencia, al autoritarismo y a la represión para sostener por la fuerza sus políticas.

Irónicamente, ha sido George Bush -probablemente sin saberlo- quien nos ha brindado una metáfora tan pertinente para entrarle al asunto del Estado contemporáneo con su pintoresca presentación de Collor. No sólo el líder se convierte en un "Indiana Collor"o en un "Indiana Rosselló" (el alcalde de canóvanas es de esto un ejemplo literal) sino que el Estado mismo se convierte en un "Estado Indiana Jones". Esto que Canclini llama la "transubstanciación de la acción política en acción comunicacional," es lo que parece ser una de las pistas ha seguir al aproximarse al Estado contemporáneo. La acción política no sólo forma parte de todo el entre-juego de la acción mediática, sino que también opera de acuerdo a las reglas de ésta última. Acción deportiva, acción fílmica, noticias de acción; la política se presenta en los medios y pasa a funcionar de acuerdo a la lógica de éstos. El líder joggea, practica deporte y estrecha la mano de l@s ganadores. El líder es el Indiana que asume su vocación desde el polo de la acción, dejando atrás el debate y la reflección. La acción del Estado satura los medios, en las noticias ("realidad"), programas documentales (tipo Cops) y ficción (Películas), creando una condición de indeterminación del referente. El referente pasa a ser la imagen misma. La represión figura como otra imagen más, con un estatuto que en tanto más la creemos diferente a la acción desplegada por el ágil Indiana Jones, más similar resulta ser.


 

 

 

 

 

 

Rossello se re-presenta en tanto cuerpo, más que en tanto "intelecto". Cuerpo deportista, que joggea con sus pantalones cortos, cuerpo que baila con otros cuerpos al compás de la macarena.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Mano Dura es simultáneamente la manera en como el estado se ha mercadeado como producto cultural, como símbolo, como imágen; y como el Estado Hueco recurre a la violencia, a autoritarismo y a la represión para sostener por la fuerza sus políticas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


El autor estudia sociología y es webmaster de Boricuas Bestiales.

 

 

 

 

 

 

 

 

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