Educar para el futuro...
Universidad Nacional de Córdoba
AUTORIDADES:
Hugo, O. Juri
Vice Rector
Tomás Pardina
Escuela
Superior de Comercio
Manuel Belgrano
AUTORIDADES
Liliana A. de Zapiola
Carmen Segovia de Santiago
Carlos J. Ponce Laforgue
María Rosa Bustinza
Rosa Funes de Carranza
Elsa Artesi de Martín
Margarita Genero de Labonia
José María Alday
Carlos Moyano
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PLAN DE ESTUDIO 1999 NIVEL SECUNDARIO NIVEL TERCIARIO |
.... Pero, el deber de un
docente es sembrar, no cosechar; y
las semillas que no fructifiquen aquí y ahora, quizás
sean llevadas por el viento o los pájaros, con
lo que puede ocurrir que terminen germinando en
otras tierras u otros días... Rodolfo Barraco Aguirre Co‑autor Plan
1969 |
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Bajo el lema Educar para el futuro presentamos el nuevo plan de estudio de los dos niveles de la Escuela
Superior de Comercio Manuel Belgrano, integrante de la
Universidad Nacional de Córdoba.
Elegimos esta frase porque se ha constituido en un
símbolo de la Escuela desde que fue elegida para encabezar
la publicación del entonces llamado "Plan Nuevo".
Terminaba la década del sesenta y, a la vez que la
Escuela inauguraba el edificio propio, diseñaba un nuevo
plan de estudio; por lo que aquella etapa constituye una
instancia equivalente a una refundación.
Habían transcurrido más de treinta años desde su
fundación en 1938; sucesivas camadas de egresados daban
testimonio de un fuerte sentido de pertenencia y de una
excelente formación que ponía su mira en la preparación
para el ingreso a la Facultad de Ciencias Económicas.
El Plan de 1969 no era sólo un cambio en los
papeles, constituía una nueva oferta para toda la comunidad
educativa: doble escolaridad, ingreso desde quinto grado
del nivel primario, una fuerte carga horaria en Ciencias
Naturales, Humanas y Sociales complementando la
formación técnica en Contabilidad, equipamiento de
avanzada, Club Estudiantil, Cooperadora de padres,
concursos abiertos y Departamentos Docentes.
Las modificaciones se inscribían en aspectos
estructurantes de la institución: tiempo, espacios, recursos,
personas. Educar para el Futuro 1970, primera publicación
de la Escuela, da cuenta de esas modificaciones y marca la
aspiración de conformar un Centro Educativo Integral
El quiebre democrático, con su secuela de cesantías
y persecuciones, se reflejó en la organización de los estudios
de la Escuela. Sucesivas modificaciones en el plan de estudio
de 1969 impidieron su aplicación integral. Sin embargo,
no se logró acallar una cultura institucional identificada con
el cambio y la modificación permanente. La Escuela, que a
fines de los años sesenta se había proclamado como de
vanguardia pedagógica, logró traspasar los años de pérdida
de autonomía universitaria e incrementó su oferta educativa
al incorporar carreras de Nivel Terciario.
El lema Educar para el futuro fue retornado en
1994 en un trabajo realizado durante la dirección de Delia
Beltrán de Ferreyra que intentaba reconstruir canales de
comunicación entre áreas y departamentos para profundizar
las acciones colectivas.
A fines de ese año, la necesidad de actualizar el
plan de estudio que tenía ya casi treinta años y el cambio de
normativas en educación (Ley Federal y de Educación
Superior) llevaron a iniciar una importante revisión del plan
de estudio vigente. Se vivía un momento particularmente
difícil para Córdoba y el país. En la Escuela, respondiendo
a factores intentos y externos, se ejercían acciones de
resistencia a los cambios en la política educativa en general
y a los que se introducían desde la conducción de la Escuela.
La toma de conciencia colectiva permitió encaminar los
conflictos hacia el debate y la producción de propuestas de
enseñanza renovadas.
Bajo el título Educar para el futuro '95, se puso a
disposición de la sociedad cordobesa la compilación de las
primeras propuestas metodológicas y experiencias
anticipatorias realizadas por los equipos docentes al iniciar
la revisión sistemática del plan de estudio.
De 1994 a 1999 se sucedieron cinco años de trabajo
duro, de confrontaciones, de lecturas, de capacitación, de
conflictos y de descubrimientos.
Como todos los cambios sustantivos, el plan que
presentamos ha sido elaborado en el interior de la institución.
En él ha participado la gran mayoría de los docentes según
la tradición organizativa de cada nivel. Concebido más
como un punto de partida que de llegada, esperamos que
sea generador de nuevos espacios de creación y de reflexión.
Rescatamos en el plan de estudios del Nivel
Secundario: su flexibilidad en orientaciones que reconocen
la diferencia de aptitudes y vocaciones en los alumnos; su
mejor articulación con el resto del sistema; la incorporación
de asignaturas provenientes de campos disciplinares
renovados; una mejor previsión de espacios
interdisciplinarios y la inclusión, de primer a octavo año, de
talleres de integración curricular. En la propuesta del Nivel
Terciario la actualización de programas, la flexibilización
del cursado, materias troncales con una fuerte impronta en
la práctica, los talleres de integración y el trabajo final que
incorporan metodologías y temáticas renovadas.
En la primera parte de esta publicación, se
transcribe el Plan para los dos niveles; en la segunda, se
adjuntan las tablas de objetivos y contenidos; el listado de
especialistas universitarios que analizaron las propuestas de
los equipos docentes, la nota de elevación a Rectorado y
las resoluciones que aprueban el nuevo plan
Se cierra así la etapa de diseño que equivale a decir
proyecto, innovación, movilización. Se abre una nueva,
en la cual estaremos abocados a la aplicación del plan, su
evaluación y ajuste permanente. Etapas diferentes e
igualmente difíciles.
Tenemos confianza en la institución, su historia
muestra que hizo frente a fuertes condicionantes y que está
preparada para afrontar el desafío de los nuevos tiempos.
Sus mejores tradiciones la proyectan con fuerza al futuro:
su vocación democrática, su capacidad para constituir
equipos de trabajo, su fuerte sentido de pertenencia y una
inquebrantable voluntad de superación y capacitación
permanentes.
En la clausura de una compleja tarea es justo hacer
explícito el agradecimiento a todos los que colaboraron a lo
largo de estos años:
-quienes, estuvieron de acuerdo desde el primer
momento y se comprometieron con el proyecto,
-quienes, al disentir, llevaron a sucesivas
revisiones,
-muy especialmente al Equipo de Conducción y el
Consejo Académico que tuvieron a su cargo la coordinación
de tantas actividades de diferente dimensión que se plasmaron en el nuevo plan,
-el reconocimiento a docentes, alumnos, padres y
no-docentes que desde el Consejo Asesor han acompañado
el diseño de la nueva propuesta,
-a quienes, desde afuera de la institución, nos
apoyaron con su asesoramiento
-en fin, a todos los que participaron en esta difícil tarea de re-pensar la Escuela.
Liliana Aguiar de Zapiola
Córdoba, octubre de 1999
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