Hemos de hacer un receso antes de introducirnos en la próxima integral de Beethoven, esto es, otra de las facetas artísticas de Beethoven como puede ser su amplísima obra de cámara; sonatas para piano, para violín y piano, para violonchelo y piano, para algún instrumento más y piano como puede ser la de flauta o la de trompa; así como meternos con todos sus tríos de cuerda, trío con piano, cuartetos, quintetos, sextetos y demás formaciones con metales y cuerdas. Y como punto final meternos de lleno en lo que casi más me apasiona de Beethoven que es el Cuarteto de Cuerda, punto culmine en la genial obra del renano.
Pero punto importante en la vida del genio de Beethoven está en los lugares que visitaba y en los lugares que hubo de vivir. Este punto me lo ha hecho recordar la cita que sale en las "Curiosidades" que Elia nos envía, donde se cuenta que Kant no se movió casi ni de su casa.
Todo Genio necesita de estabilidad para su trabajo; Beethoven casi no respetó esa especie de condición. Tampoco es que hiciera muchos viajes, lo más lejos que fue en vida de adulto es a Pest, la actual Budapest.
Pero en cuestiones de habitar pisos y casas fue algo desastre. Estuvo en más de veinte viviendas; por hache o por be, debía de irse; unas veces los vecinos de abajo que se quejaban de humedades, otras veces porque el sitio no era óptimo para la concentración compositiba; esto evidentemente ocurría cuando oía, luego fueron otros factores los que obligaban a Beethoven a desplazarse a otros lugares.
La mayoría de las casas que habitó Beethoven tuvieron que cumplir una condición, que tuviesen jardín, sin árboles el genio de Bonn no quería saber nada; "Prefiero a un árbol que a un hombre."
Evidentemente los pisos que habitara por breve espacio de tiempo no tenían jardín, pero seguro que unas pocas de macetas sí que tendría en la terraza o en la ventana que fuera.
También pasaba veranos en las distintas casas de los amigos, buenos amigos, como condes, condesas y príncipes.
Sin embargo como he dicho antes no fue a muchos lugares muy alejados de Viena. Todos sus viajes fueron anulados, o bien por enfermedad o bien porque cuando estaba a punto de marcharse el conde de turno le pedía por favor que no se marchase de la ciudad imperial. Así que los viajes previstos a Inglaterra o a Italia e incluso a América no fueron realizados nunca.
La que más hizo porque Beethoven saliese de Viena fue Inglaterra, cuya sociedad de autores le pagaría todos los gastos y estaría a las mil maravillas con el genio alemán. Inglaterra necesitaba de un genio para su país; después de Handel no había habido grandes eminencias en la música. Haydn se fue, y estuvo por el continente, como dicen los ingleses, hasta que acabó como tó dios en Viena, aunque solo fuera de paso.
Así y todo, la sociedad antes mencionada de Inglaterra ayudó mucho a Beethoven durante toda su carrera artística, y si algo pudo dejar en herencia al tonto del sobrino de Beethoven fue debido a que los músicos ingleses dieron a Beethoven bastantes libras en acciones.
Cierto es que Beethoven se lo trabajó, pues toda su colección de canciones inglesas, irlandesas y galesas fueron todo un premio para el pueblo inglés. Aunque no sé yo cómo se tomarían el hecho de que Beethoven dejara esas obras, -más de cien- en el catálogo fuera de opus, o sea, fuera de "obras" y las pusiera en el Woo, "obras fuera de catálogo o de obra". Pero eso es lo de menos, lo importante es que Beethoven se comprometió algo con el país que acogió al que fuera mayor genio para Beethoven, Handel, del que por cierto conseguiría todas sus obras al final de sus días en aquella su vida.
Algunos de los personajes más importantes en la vida de Beethoven hacen descripciones muy curiosas de las viviendas que habitara. Algunos, -los más detractores de su arte- contaban cosas que a parte de poco creíbles por su enemistad con el genio, eran de un exagerado vil y chabacano, como siempre.
Mucho orden no pareciera que reinase en ninguna de sus casas, y es que las sirvientas y sirvientes que Beethoven tuvo no le duraban mucho; las personas no aguantan que alguien se concentre en sus cosas y no se les haga caso, así que se marchaban casi sin decir ni adiós.
Pero no sé yo qué lógica tienen los que quieren hacer el trabajo de servir a alguien en una casa; si acuerdas con alguien tal empleo es para que haga las cosas que son de rigor en una vivienda que tenga que ser decente; limpiar, hacer las cosas de la cocina, atender a las personas que vienen a visitar a la persona dueña del hogar, en fin, esas cosas que alguien y no el genio creador debe y tiene que ocuparse.
Beethoven no estuvo casado nunca, y si alguna vez pensó en estarlo o en tener que hacerlo, fue así pensado, "tener que hacerlo", pues le sería de gran ayuda tener a alguien a su lado para ayudarle en esas tareas antes citadas. "Qué machismo, oiga." Pues no, mire usté, porque al final se conformaba con que alguien, daba igual quién, hombre o mujer, le ayudase. Tuvo más amistades con hombres que con mujeres, lo que hizo que los "originales biógrafos" del momento y de los de todo el siglo veinte, llegasen a la deducción de que Beethoven ¡¡¡ era homosexual !!!, como no.
Hay que decir de todos modos que Beethoven componía en cualquier lugar, o al menos captaba las ideas en cualquier parte. Si estaba en el campo, pues en el campo, y si viajaba en diligencia, pues en la diligencia.
Un Genio lo importante es que cree, y creando, se hace, y Beethoven se hacía en cualquier parte.